¿Qué estás haciendo?
(#yoconfieso: soy @malbixo y soy #twitterasesina)
(three minutes ago from TweetDeck)
Metiendo la cabeza en el horno
(one minute ago from mobile web)
gameboy RT@malbixo Metiendo la cabeza en el horno <-- jaja ésta sí que es #frasesuicida
(less than 5 seconds ago from TweetDeck in reply to @gameboy)
@gameboy No dije que era mi cabeza
Todo comenzó al encontrar esos mensajes en la bandeja de entrada:
Hi, malbixo. Miguel Ángel Zepeda (gameboy) is now following your tweets on Twitter.
Hi, malbicho. You have a new direct message.
gameboy: gracias por devolverme el follow, éste es mi mail: maz_01 en gmail, me encantaría platicar contigo “fuera del aire”, ayer te leí todo el día
Quizá si hubiera vencido la tentación de tener alguien cerca, alguien real, alguien con un rostro y no un avatar, un nombre y no un nick, un aliento y no un conjunto de bytes dándole vida. Quizá si sólo hubiese resistido –otra vez- la necesidad de tener un interlocutor tangible, un espejo de piel y huesos en donde mirarme a los ojos. Pero esta puta necesidad de que unas manos me cubran el cuerpo, de que unos labios me digan: “sí existes”. Y lograr ser, estar a través de la mirada de otro. Del tacto de otro, de la lujuria de otro. Quizá si hubiera cerrado la cuenta en Twitter cuando estaba a punto de hacerlo, harta de no entender qué era eso de socialmedia. Con sólo tres seguidores que promocionaban videos porno y ningún twitstar respondiendo mis mensajes, ningún conocido devolviendo el saludo, había terminado por hacer lo mismo que en la vida offline: hablar sola.
Y yo, producto de un dios cansado, cuántas vidas sabré agradecer…
4:36 AM, Jan 1st from web
Me hubiera quedado en casa ese día, sin hacer ese torpe, ridículo intento de arreglarme, delinear unos labios deformes, agrandar unos ojos diminutos, levantar unos senos derruidos, resquebrajados por la falta de caricias y de besos lascivos… ese absurdo, lastimoso intento de inflar una ilusión por encontrar una mirada capaz de traspasar la barrera de la grasa en la piel, para admirarse de encontrar una esencia luminosa. Quizá si no hubiera pensado: “¿y si esta vez sí?”.
Me hubiera quedado en casa todas esas horas que estuve parada en la entrada de ese centro comercial de la Zona Rosa, mirando rostros que me ignoraban, o peor aún, que me miraban con esa mezcla de curiosidad morbosa y repugnancia, o con lástima, por aquellos que adivinaban me habían dejado plantada, mientras yo trataba de reconocer una sonrisa de descubrimiento, de gusto por el encuentro. De vez en vez escuchaba las risas de tres jóvenes que todo ese tiempo estuvieron en las mesas externas de Starbucks. Tres jóvenes guapos, de rasgos caucásicos, voces impostadas y risas ofensivas. Porque no lo admití al inicio, pero sabía que se estaban riendo de mí aún antes de comprobarlo, cuando, al alejarme derrotada, uno de ellos dijo de forma muy audible: “¡No mames, si parece mi chacha!”.
Por alguna razón, al llegar, me había fijado bien en el rostro del que recibió el comentario, un muchacho de ojos profundos, cejas intensas y sonrisa impecable, que pulsaba intermitentemente su Blackberry; quise desear que fuera él pero no terminé de formular el deseo descartándolo por el color de su ropa, que no era el que se me había indicado. Mientras me alejaba perseguida por las risotadas, lo entendí todo. Crucé la calle al distinguir el letrero luminoso de un cibercafé.
gameboy
This person has protected their tweets.
The page at http://twitter.com says:
Error|You have been blocked from following this account at the request of the user.
Qwitter
Miguel Ángel Zepeda (gameboy) stopped following you on Twitter after you posted this tweet:
DM gameboy dónde estás?
Salí apresuradamente, todavía los pude ver despidiéndose con palmadas sonoras en la espalda, y lo seguí esforzándome en darle alcance al ver que se internaba en el estacionamiento, persiguiendo no sólo sus pasos, sino también una respuesta, una explicación, algo que me diera alivio.
(about 32 minutes ago from TweetDeck)
Lamiendo la sangre que todavía fluye de las heridas
(one minute ago from HTC Peep in reply to malbixo)
sincuates @malbixo qué pex???, tan temprano y tan dolida?
(half a minute from TweetDeck in reply to @sincuates)
@sincuates No dije que fueran mías.
@malbixo, sábado 16 de enero, 2010.
Este cuento participó en el concurso virtual Twitteras Asesinas de la plataforma de microbloggin Twitter, originalmente fue publicado en el blog Twitteras Asesinas, abierto exclusivamente para alojar los textos del concurso, posteriormente yo me desligué del concurso (aquí las razones).