El 14 de marzo es una fecha con doble conmemoración histórica: el nacimiento de Albert Einstein en 1879, y cuatro años más tarde, el fallecimiento de Karl Marx.
Einstein (1879-1955), quizá el científico más popular y sin duda, uno de los más trascendentes, obtuvo el premio Nobel de Física en 1921, pero no por sus trabajos sobre la relatividad, sino por un estudio del efecto fotoeléctrico, publicado en 1905.
Si todavía no entiendes el concepto de la relatividad, el mismo Einstein tiene una versión para doomies:
"Pon tu mano en un horno caliente durante un minuto y te parecerá una hora. Siéntate junto a una chica preciosa durante una hora y te parecerá un minuto. ESO es la relatividad."
Justo en días pasados se dió la noticia de que se subastará su diploma de doctorado.
Marx (1818 - 1883), uno de lo pensadores más influyentes en la historia, cuyas teorías económicas fueron un parteaguas en los procesos políticos, y en la forma de interpretar la historia de la humanidad.
Considerado su padre ideológico, también explica de forma sencilla el comunismo:
"El comunismo no priva al hombre de la libertad de apropiarse del fruto de su trabajo, lo único de lo que lo priva es de la libertad de esclavizar a otros por medio de tales apropiaciones."
Y si no eres de los que le tienen fobia, aquí está el panegírico que Engels leyó ante su tumba.
NO sabía que coincidían esas fechas.
ResponderBorrarSiempre me dio pena Marx, no creo que alguien como él tenga que morir en la miseria, siempre se me hizo injusto
saludos, Malbi
y son tantos son los creadores, pensadores y transformadores de la humanidad que mueren en la miseria y sin el reconocimiento de sus contemporáneos
ResponderBorrarsaludos Signo!
Hola, Malbicho, Signo de la Espada:
ResponderBorrarPues coincido con Signo..., aunque a mí más que pena me da rabia que, como ya anota Malbicho, muchas veces los grandes pensadores e innovadores terminan en la miseria.
Aunque yo diría que no es tanto por falta de conocimiento de su obra, sino por la envidia que corroe a algunos de sus contemporáneos, quienes hacen hasta lo imposible por evitar que los conocimientos que estos personajes dilucidaron infecten al resto de los mortales, ya que pudieran verse afectados sus intereses. Me parece que fue el caso de Marx.
Ojalá eso cambiara, pero por desgracia, lo dudo.
Saludos
saludos Paul!
ResponderBorrarque gustazo volverte a ver por acá (cómo te das a desear, eh?)