Mi santa y bicha madre dió a luz a su última hija a los 45 años, año y medio después completaba los alrededor de 42 kilómetros del maratón de la Ciudad de México. Y 23 años más tarde, cae en una zanja de una obra en construcción, que por error de los trabajadores no tenía obstruido el paso, ni tampoco una señal de advertencia.
Hoy la Bicha Mayor tiene una pierna enyesada, un hombro adolorido, los brazos raspados y con hematomas (moretones, les decimos por acá), y la malbicho juega a ser enfermera, asistente personal, pañuelo de lágrimas y compañera de expectación telenovelera.
Normalmente yo soy la inútil, la que acepta el café ya servido, la que se evita la molestia de salir a la agresión del sol para comprar un ingrediente de última hora, la regañada por no levantar la ropa que se va acumulando en un rincón o los vasos de agua medio vacíos (medio llenos, no: no soy de las que piensan positivo -je-). Pero hoy me apresto a llevarle el almuerzo calientito, la pildorita de las seis, el control remoto y al nieto de nueve meses para que le dé el beso de las buenas noches (porque aparte soy niñera -je-). Mi cabecita de algodón no puede ni levantarse al baño por sí misma. Esto me acerca, otra vez, a imaginar lo que es sufrir una condición discapacitante.
Justo cuando veo que la entrada de la presentación del dossier sobre la discapacidad está hasta arriba del top de El Fanzine (y que otros dos artículos del dossier también se encuentran en los primeros quince lugares). Lo explicó mejor Educavent: hay que vivirlo para entenderlo, pero hoy me hago una mejor idea de cómo es sufrir una discapacidad.
Desde aquí, va una sincera admiración por las personas que se sobreponen a una limitación física o mental, y también a los que los ayudan a hacerlo. Debo admitir que me conforta enormemente que la situación de mi mamibicha es temporal, y entiendo que vivir una condición permanente requiere de una mayor entereza.
Otra vez, todo mi reconocimiento.
Espero se recuperé pronto (presumo, deduzco que se trata de tu madre) y en realidad, nadie está libre de tener un percance, pero la irresponsabilidad de terceros afecta muchas veces a personas que nada tenemos que ver en el asunto.
ResponderBorrarValoramos lo que tenemos justamente cuando carecemos o vemos peligrar ello. Es importante tu colaboración y seguro lo estas haciendo lo mejor que puedas. Tu misma te lo reconoceras.
Saludoss a la bicha mayor :-)
gracias RBC, mías y de mi mamibicha (ella asocia tu país con actores como Ricardo Blume y Saby Kamalich, que por acá son muy reconocidos, y tus saludos le provocaron una sonrisota)
ResponderBorrartienes tanta razón, solemos definir las cosas por su ausencia: sabemos exáctamente qué es el amor cuando se ausenta, la felicidad cuando identificamos qué nos hace falta, la luz cuando nos rodea la oscuridad... igual la salud y la tranquilidad, hasta que se ven amenazadas aquilatamos cuánto debemos agradecerlas
gracias por tu comentario, un abrazo!
Diablos, lamento el accidente de tu mami, Malbi, no dudo que con tus cuidados se recuperará más pronto, así lo espero.
ResponderBorrarMira, qué cosa tan curiosa, yo también soy el regañado por dejar un tiradero.
Ahora que soy el amo de casa, con mayor razón me regañan :S
Saludos
gracias Signo, yo también espero que su recuperación sea pronta, afortunadamente fue un accidente y una lesión menor (es la edad el factor agravante)
ResponderBorraresa labor de amo de casa (al igual que su equivalente femenino) es una de las más incomprendidas, verdad?; la verdad yo soy una auténtica paria, desempleada (casi por voluntad propia -je-) y sin mayores responsabilidades, me dedico sólo a cubrir los huecos que se le presentan a los demás: niñera emergente, cocinera eventual, arrendadora suplente... lo único realmente productivo que hago es este remedo de blog, así que cuidar de mi santa madre me da la oportunidad de volverme útil por una temporada -je-
un abrazo!
Ufff ¿La marathon???
ResponderBorrarTu santa madre se ganó mis respetos.
Se me ocurrió ponerme a dieta para reducir mis poco respetables adiposidades. Además de la dieta, la que afortunadamente no es muy estricta, tengo que hacer 50 abdominales dia por medio. Esos mismos dias representan el más atroz de los sufrimientos. Me entretengo en cada uno de los abdominales inventando injurias, garabatos y gestos significativos en contra de aquella nutrióloga que me ha hecho bajar 5 kilos en tres semanas. Yo yo el imbécil sigo yendo una vez a la semana. Los hombres parece que buscamos sufrir por una mujer.
Y resulta que tu mamá corrió la marathon...
No me cabe la menor duda que estos 23 años no han disminuido su capacidad de no estarse quieta, de mandar a todo el mundo y de hacer varias cosas al mismo tiempo.
¿Te has fijado que las deportistas son como así?
Se debe sentir como aprisionada en la cama.
Ojalá que no se empeore el humor. Tendemos a eso cuando dependemos de los demás. Sí claro, hay que vivirlo para entenderlo.
En fin, mándale un saludo grande. De las experiencias debemos aprender a sacar cosas positivas. Puede ser un buen momento para fomentar la comunicación, la que con el ritmo diario y las preocupaciones de la vida moderna tendemos a dejar de cultivar.
Un abrazo
gracias Educavent, por el saludo y el abrazo (mi mamibicha manda acuse de recibo); fíjate que no es tan mandona, y lo mejor que tiene es su carácter, así que disfruta estar en reposo casi tanto como andar vagueando (de hecho no es la primera vez que tiene que guardar cama durante semanas y que yo la tengo que atender como a toda una bicha reina -je-), y sí, la verdad es imparable, con setenta años no para de ir a excursiones, convivios (regresaba de uno cuando se accidentó) y actividades con otros viejit@s hiperactivos como ella
ResponderBorrarlo del maratón fue de verdad asombroso, años antes fue regañada por un médico que la mandó a reducir su peso para poderla operar de la vesícula, puso tanto empeño que la operación no fue necesaria, perdió el peso que le sobraba y siguió ejercitándose en carreras de fondo, badmington y natación, un embarazo sorpresivo la apartó unos meses del deporte pero en cuanto pudo se reincorporó, se inscribió al maratón como una prueba personal para ver cuanto podía avanzar, y simplemente no paró hasta cruzar la meta
aquí, en este punto, me da pena confesar que yo misma tengo un sobrepeso ofensivo, y pese a que todas las semanas comienzo un plan reductivo que incluye un cambio de hábitos, nunca he tenido la constancia que ella sí y mis logros luego se anulan por esa inconsistencia, pero hoy no nada más a ella la voy a tomar de ejemplo, también a tí: cinco kilos en tres semanas bien valen esos minutos de sufrimiento por las abdominales (créeme, sé de que hablas -je-)
bueno, este comentario me salió más largo que la misma entrada -je, je-, pero es que se me llena la boca al hablar de mi mamá
Tal parece que está viviendo esa frase que dice:
ResponderBorrar"nadie experimenta en cabeza propia".
Pronto alivio a tu madre y a echarle todos los kilos para bajar esos kilitos de más.
A que tu mamá que dió su mal paso, lo bueno es que no paso a mayores y que tiene una buena hija para que la cuide. Disfruta su convalecencia.
ResponderBorrarY hablando de otra cosa y de lo mismo. Mis respetos para tu mami, corri un medio maratón cuando era joven y ya me daba el cuarto, de solo pensar los 40 y tantos km, me duelen hasta las piernas.
Y finalmente, si a tu mamá por bajar de peso la sorprendió un embarazo a los 45. Abusada
con tu plan de bajar de peso a los ?¿ y tantos.
No vaya a ser que te soprendan a ti tambien, jejeje. sorry con todo respeto ehhh is a joke
ke+da, es cierto, pese a toda la información actual muchos nos descuidamos irresponsablemente, de forma aún más imperdonable cuando contamos con un buen ejemplo, de adolescente los cambios de hábitos de mi mamá me beneficiaron a mí también, ya con más edad el cuerpo no es tan cooperativo, pero por lo mismo uno debe ser aún más responsable. Prometo aplicarme.
ResponderBorrarmi jaspo, eres la caballerosidad andando, no nada más me dices buena hija sino además ocultas mi edad, sabes que tengo treinta ocho (igual que tú -je-), aunque claro, parezco de 27, lo sé -je, je-
tu consejo de disfrutar su convalescencia, al igual que el de Educavent, me parece de lo mejor, de hecho así hemos construido la buena relación que tenemos, con esta son cuatro las ocasiones en que se ha lastimado por andar brincoteando como una mozuela -je-
gracias a ambos por sus buenos deseos para la Mamá bicho
TU blog no es ningún remedo de blog. No andes hablando así de tu blos, así como dejas al mío?
ResponderBorrarSí eso de ser el que depostia varo en el banco (sin cobrar comisión, snif) el que va a comprar tal cosa, a pagar el cable, la luz, el agua...
causa que los demás se enconchen o nos vean como paria (snif y más snif) lo que necesitamos es más participación!!
hay que formar un sindicato Signo:
ResponderBorrarAm@s de casa del mundo, uníos!
malbicho:
ResponderBorrarMis mejores deseos para que se recupere pronto tu mamá y vuelva a las andadas (je, je). Cuando se nos enferma alguien en la familia solemos notar más lo que los define, su ausencia del mundo de los sanos nos indica el lugar que ocupaban, y que seguramente en el caso de tu mamá volverá a ocupar.
Ser discapacitado "temporal" es una cosa que a veces trae buenos resultados. Como que se adquiere perspectiva, tanto desde el punto de vista del discapacitado como de quienes lo rodean.
Un abrazo y, nuevamente, mis mejores deseos para tu "jefecita"
gracias Andrés, me da gusto recibir tus saludos y tu buena vibra; lo que dices es muy cierto, curiosamente, el que sea tan activa nos hace olvidarnos de su edad física (la mental es décadas menor -je-), a veces incluso caemos en el abuso involuntario de no procurarla lo suficiente, su independencia nos confunde, hoy, ella y nosotros estamos más conscientes del cuidado y la atención que requiere (por lo mientras, ella parece contenta de estar mimada); anoche, platicando con un amigo común (Ulisses), hablábamos también de la discapacidad que viene con la vejez, inevitablemente se nos minará alguna de nuestras funciones con el desgaste del cuerpo, y también carecemos de una cultura para asimilarla, programarnos para recibirla adecuadamente y atender a los que ya llegaron a ella; en Europa ya tienen encima una realidad de una población mayoritariamente anciana, acá se presentará esa situación en dos o tres décadas, y no estamos preparándonos para eso
ResponderBorrarun abrazo para tí también, gracias por detenerte a dejarme un comentario, ya se te extrañaba por acá
esperemos que se encuentre mejor tu mami y que se mejore, lo lamento mucho malbichita.
ResponderBorrargracias mi payaxo (ya me extrañaba no encontrar uno de tus cariñosos comentarios aquí, me has malacostumbrado mucho -je-)
ResponderBorrarya está mucho mejor, probablemente en esta semana le quiten la férula
un abrazo!