miércoles, 25 de marzo de 2009

Sofía y Ana (y Ortega y Gasset)


Sofía quiere ser médico. Tiene veinticinco años y dos hijos pequeños. Cuando tenía once años pisó una mina personal mientras ella y su hermana recogían leña, su hermana murió mes y medio después por una infección de las heridas que le provocaron las esquirlas, y Sofía quedó con sus piernas cercenadas. Su capacidad de resistencia y fortaleza sorprendieron incluso a los médicos filantrópicos que le ayudaron con el cambio de su quinta prótesis, para lo que viajó desde Mozambique a España.
Su historia llamó la atención del fotógrafo, reportero y bloguero español Gervasio Sánchez, quien recibió el Premio Ortega y Gasset Periodismo 2008 -por la foto de Sofía y su pequeña Ana- con un discurso de honesta emotividad.

5 comentarios:

  1. HOmbre qué fantástica foto!!

    me resulta terriblemente indignante eso de las minas antipersona. rayos, en qué cabeza cabe semenjante estupidez?

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  2. lo verdaderamente criminal es que los gobiernos conserven las zonas minadas, ésa en particular había sido mantenida pese a las peticiones de organismos internacionales

    indignante, como dices

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. La capacidad del ser humano de no rendirse ante la adversidad es increible.
    Bien merecido el premio otorgado al fotógrafo

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  5. sip, lo dijiste muy bien, curiosamente también hay quien se derrota ante la nada

    esos extremos en los humanos

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