Leonardo Di Ser Piero Da Vinci, Homo Universalis

Destacó como pintor, escultor, ingeniero, arquitecto, físico, biólogo, modisto, inventor de juegos de salón, de instrumentos musicales y de utensilios de cocina, geólogo, cartógrafo, autor de tratados de óptica, diseñados de jardines, decorador de interiores, músico, astrónomo y urbanista. Convertido en el paradigma del "Hombre del Renacimiento", fue un creador en todas las ramas del arte, un descubridor en la mayoría de los campos de la ciencia, un innovador en el terreno tecnológico, un conducto de la razón, la ciencia, el aprendizaje y la tolerancia.

A 557 años de su nacimiento, Leonardo Da Vinci sigue siendo noticia de ocho columnas, ya sea por ser parte de un best-seller, por las constantes exhibiciones de sus inventos y creaciones, o por los nuevos descubrimientos que se van haciendo con el estudio de su obra:

• Se descubre la música oculta en el cuadro La Última Cena, además de las melodías inscritas se encuentran también mensajes religiosos.
• Se piensa que se descubrió un retrato de cuando era mucho más joven que la imagen que todos tenemos de él.
• Sus inventos serán parte de un popular videojuego: Assasin´s Creed 2.
• La exposición de sus obras subyuga a Bolivia.
• Restauran el verdadero Código Da Vinci, una colección de más de dos mil de sus diseños.
• En La Última Cena, Da Vinci sirvió anguilas a la parrilla con gajos de naranja y granada.
• Hallan posible autorretrato en sus cuadernos.
  

De las facetas menos conocidas de Da Vinci fueron la de inventor de instrumentos musicales, la de frustrado jefe de cocina en una taberna y organizador de banquetes, y la de fabulista, de ésta última sustraemos una muestra:

El Armiño

En un verde sendero estaba comiendo un zorro, cuando pasó junto a él un armiño.

-¿Gustas? -dijo el zorro, que ya estaba satisfecho.
- Gracias, pero ya he comido -replicó el armiño-.

Al zorro le dió mucha risa.

-¡Ja! ¡Ja! Vosotros, los armiños, sois los animales más comedidos del mundo. Comeis una sola vez al día y preferís ayunar que manchar vuestros blancos vestidos.

En aquel momento llegaron los cazadores. Como un rayo, el zorro se refugió bajo tierra. Menos rápido que aquél, el armiño corrió hacia su madriguera.

Pero el sol había fundido la nieve, y la madriguera estaba inundada. Titubeó el armiño, poco deseoso de ensuciarse con el fango, y se detuvo.

Los cazadores le eligieron por blanco y sonaron los disparos.

Moraleja: Los hay que, como el armiño, prefieren la muerte a la pérdida de su pureza.