Quizá porque la lucidez sigue sin darme la cara, y sigo encontrando respuestas sin darme tiempo a terminar la pregunta. El asunto es que hoy di con la fórmula para hacer corpórea a la felicidad, y poder pescarla de un brazo para que no siga huyendo de nosotros.
Que es intangible, ya todos lo sabemos. Pero que encima es resbalosa, sólo los que logramos agarrarla en alguna ocasión lo habíamos comprobado. Qué manera de zafarse. Yo nunca pude sostenerla más del tiempo que me llevaba preguntarme “¿Y esto qué es?”, cuando me llegaba de rebote si a otro se le soltaba. Era la felicidad, entendía después de haberla perdido. “Esa era la felicidad”, me decía después de que había terminado el juego, la risa, el beso, el chapuzón, la música o el sueño. “Esa era la felicidad”, repetía; ahora con tristeza. Me dejaba las manos aceitosas, ungidas de ese bálsamo oloroso y refrescante, como remedio para quemaduras. Identificaba la sutil sensación de bienestar y trataba de que perdurara un poco más. Aunque sin saber exáctamente cuando ya no me era posible engañarme de que aún seguía ahí. Venían entonces esas duras etapas de desolación y vacío, de amargura, de acidez, de sufrimiento ríspido. No sé porqué es tan fácil que se me ulceren los labios y se me llenen las manos de llagas, de ámpulas y de padrastros, que ¡ah, cómo incomodan, los condenados! Un dolorcito que no mata pero que te llega a convencer de que puede hacerlo. Y entonces otra vez: el alivio balsámico.
Apenas identificaba que me sentía bien cuando ya se estaba pasando el efecto. Se había acabado el ciclo escolar y yo no lo había disfrutado por pensar en las vacaciones. Se había terminado el día y yo había sólo esperado la noche. Se había pasado el ayuno y yo saboreándome la comida. El fin de semana temiendo la llegada del lunes. Esperando la luz sin disfrutar la oscuridad. Prolongando el silencio sin aprender a perderme también en el bullicio. Sin aprender a apreciar lo que tenía al alcance. Sólo anhelando. Sólo aguardando. Sólo envidiando lo que otros tenían.
Hoy, a la mitad de mi vida, no quiero perderme de la mitad que me queda. Pocos sueños tengo ya, quizá esa sea otra buena idea a patentar: un filtro de sueños -algunos no son tan geniales, y otros, más vale que nunca se hagan realidad-, prefiero ir con los ojos bien despiertos, bien abiertos; y con la lengua un poco salida, a ver qué nuevo sabor me cae en la boca. Con los brazos extendidos para tomar lo que se me ponga a la mano. No pocas veces es esa felicidad huidiza que viene rebotando de uno a otro.
Darle volumen y forma para poder identificarla es muy sencillo: sólo hay que abrazar a los más cercanos, a los nuevos conocidos, a los que regresan. Al cuerpo amado.
Es curioso como la felicidad se escuda en los que más queremos, sabiendo que por inercia nos hacemos de lado. En el fondo es graciosa, le gusta embromarnos, jugar un poco con nosotros. Quizá porque le gusta la expresión que nos pone en la cara después de dejarnos un buen tiempo. Es más intensa. Pero no la dejemos jugar tanto, hay que atajarla cuando nos sale al paso; abrazarla; sujetarla... Y celebrar la vida.
malbi
ResponderBorrarMe encantaron estos apuntes para un Manual de Autoayuda. Dar con la fórmula para hacer corpórea a la felicidad, merece algo más que un aplauso.
Es tan, pero tan cierto: por estarnos preocupando por lo que vendrá, por las consecuencias de todo, a veces pasamos por la vida... sin vivirla y dejamos ir, sin disfrutarlas, esas pequeñas chispas de felicidad.
Hace unos días, en el Festival de Cannes, escuché algo sobre la felicidad que me gustó mucho. El ganador de la Palma d'Oro -Michael Haneke-, decía en su discurso de agradecimiento, que la eterna preocupación sobre la felicidad, le parecía una cuestión esencialmente femenina. Y quizá, continuaba, es por ello que la felicidad sea tan rara, indefinible e inasible... porque es femenina.
Un saludo
Celebrar la vida... que verdad más grande.
ResponderBorrarA veces se olvidan los pequeños grandes detalles que por poseerlos juzgamos que estarán con nosotros siempre. Hay que vivir la falta de algo para entender como hemos sido felices y no lo hemos sabido.
Un gran post
Un abrazo
Me acorde de unas palabras que le escribi alguna vez a una querida amiga y que estaba en broncas con la felicidad de tanto chingadazo que la vida le había dado. Palabras más palabras menos, "Si ya te fué mal en una mitad de la vida porque echar a perder la otra que queda con lamentaciones" Se que es una verdad que ya estaba en su interior sólo era cuestión de encontrarla y creerla.
ResponderBorrarAhora me acuerdo de otras palabras oidas por ahí: Si la vida o la felicidad te dan la espalda, pues puede uno agarrarles las nalgas" jejejeje
Saludos Malbichina
:O
ResponderBorrarMe dejas realmente boquiabierto
te quedó muy muy muy padre
@mi querida marichuy
ResponderBorrares muy bonita la frase pero a poco las féminas somos raras -bueno, yo un poquitín, sí-, indefinibles e inasibles?, porque yo sí tengo de dónde me agarren -je-
tienes los dedos hundidos en razón, como cantaba emmanuel: "y se fue mi juventud sin saber que era la vida" (o ya que hablamos de cantantes modelo antiguo, julito iglesias también semicantaba: "... meolvidé de viviiir, e-e-ee-e")
ya en serio, tienes toda la razón, uno se tarda en saber identificar el sabor, el aroma y el matiz de una feliz experiencia, debía haber escuelas de degustación de la vida como las que hay para saber catar el buen vino, verdad?
@Educavent
esos opuestos son los que nos ayudan a definir mejor, no?, el blanco nunca es más blanco que junto al negro, lo dulce sabe mejor después de lo amargo, y así, esas ausencias definen con más nitidez el espacio
no me lo vas a creer, pero esperé mucho tiempo para poder utilizar esa frase (celebrar la vida) para hacerlo con coherencia
un abrazo fuerte para tí también
@jaspo (mi jaspo)
siempre un placer verte aparecer como un cometa por acá, cíclicamente, como un feliz augurio, especialmente cuando te acompañas de tanta poesía:
abrazar la felicidad por las nalgas
eso es inspiración, mi jaspo!, gracias por toda esa sensibilidad iridiscente!
también la amistad hay que agarrarla aunque sea por ahí, lo tendré en cuenta la próxima vez que te vea
;)
@signiux de la expadiux
qué bueno que te gustó, gracias
cómo estuvo el huateque??, andaba yo en mi retiro espiritual (tu sabes, era viernes de recogimiento) y por eso no pude ir a tu bacanal virtual -je-
Estuvo chido, comimos un pizzononononononon y bebimos vino y cerveza...
ResponderBorrarahora tengo que hacer un chingo de ejercicio jejeje
Disfrutar de esos pequeños pero grandes momentos que se presenten en nuestras vidas, que la felicidad es justamente eso, solo que a veces no nos damos cuenta y la dejamos pasar sin saborearla.
ResponderBorrarAbrazoss
-- malbina, se feliz, aunque parezca que no te gusta, se feliz aunque no dure mas que un suspiro, se feliz aunque en el siguiente momento estes llorando, se feliz aunque se te entierre la unia, pero sobre todo se feliz aunque comas y nunca te llenes que la felicidad es tan aburrida que solo careciendo de ella es como se le aprecia, besitos cursis!
ResponderBorrarmalbichita un placer leerte... yo siempre ando con esto en la cabeza:
ResponderBorrar-baila cómo si nadie te viera
-canta cómo si nadie te oyera
-ama cómo si nunca te hubiesen lastimado
y vive como si el cielo estuviera en la tierra
besitos!!!
y grax x el add a tu mar de ideas, como ya has notado tu eres parte de mi dosis diaria :)
@signo
ResponderBorrarqué rico, luego esas reuniones informales son las más disfrutables, por más kilocalorimétricas que se vuelvan -je-
@RBC
una vez leí un aforismo que decía (algo así como):
"dicen que la felicidad es sólo un momento, pero, ¿acaso no es la vida una suma de momentos"
me lo trajiste a la memoria ;)
@jota pe
todo lo que me dices me gusta aunque un poquito menos lo de que la felicidad es aburrida, ay no, sólo que no es tan intensa como esperamos que sea -esa es la euforia, no?-, pero tienes razón que son los altibajos los que nos hacen apreciarla, después de la vorágine ese remanso se antoja tan delicioso!
besitos todavía más cursis que los tuyos
@supertktita
también yo te sigo desde que te descubrí en blogger, sólo que me tardé en agregarte al blogroll por el pinche alzheimmer que luego me da (ya estoy chocheando -je-)
"la felicidad" la cantaba gualberto castro no?
ResponderBorrarsepa, yo soy de belinda pa´cá -je-
ResponderBorrarEfectivamente Payaxo esa la cantaba el Gualberto, tambien hay otra canción que se llama "felicidad" y que cantaba Victor
ResponderBorrarIturbe "El piruli".
No te hagas bicha, si bien que oyes tambien la música del recuerdo, radio sinfonola y la estación del barrilito.
ja, ja... la verdad es que la que oigo es "el fonógrafo", y ahí lo más moderno es maría greever y emilio tuero, por eso no conozco esa música de jóvenes rebeldes de la que habla el payaxo -je-
ResponderBorrares broma, sí crecí oyendo esa música, curiosamente el payaxo, tú y yo andamos por la misma edad
también palito ortega tiene otra que dice: "la felicidad, ha, ha, ha, ha... de sentir amor, ho, ho, ho, ho..." -he, he-
ya decia yo que oias malbichita las tropicumbias de radio Ai.
ResponderBorrarsip jaspo, esa musica era realista y llegadora no nomas "vuela vuela"
radio ai!!!
ResponderBorrarni me acordaba de esa estación!, lo que en verdad oía era radio variedades, radio felicidad, radio capital, radio éxitos y la pantera 590 -je-
Estimados lectores de este comentario:
ResponderBorrarLos invito a ver el blog/presentación del libro "LA GUIA MÁXIMA DEL ÉXITO: todo lo que usted ya sabe del Éxito, pero no se atreve a confesar", obra de un servidor (con dibujos de Jesús Cossio).
¡Suerte y Éxitos!