En el marco del homenaje póstumo a John Frederic Schoch, hombre que dedicó más de 50 años a la evolución de los zoológicos mexicanos, el Zoológico de Aragón cumple 45 años de haber abierto sus puertas para la exhibición de animales de distintas regiones del mundo, ocupando el segundo lugar en importancia en el Distrito Federal. En ese tiempo ha sufrido transformaciones en pos de mejorar la conservación de cada especie que vive en él, buscándo reproducir las condiciones naturales de su hábitat original, siendo la última hace diez años, cuando lo cerraron tres para modernizarlo según las tendencias mundiales que favorecen tanto la recreación de sus visitantes, como la investigación de los profesionales especializados y el bienestar de sus huéspedes, que incluso se han reproducido ahí, como elefantes, osos, chimpancés, jirafas e hipopótamos (acaba de morir una emblemática elefanta de 70 años).
Vivo muy cerca de él (no, no dentro de él, sólo muy cerca), y he pasado muchos momentos ahí y en el lago cercano, así como en el bosque que lo rodea, el más grande de la ciudad después del de Chapultepec. El bosque es uno de los pulmones citadinos más importantes, y después de décadas de abandono, investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana se han avocado en su preservación y optimización de recursos.
En el interior del zoológico acampaban los estudiantes de las primarias cercanas, en un campamento que fue típico y casi obligatorio para casi todos los que crecimos en estas colonias; durante un tiempo hubo un teatro al aire libre donde se presentaron gratis artistas como Camilo Sesto, Yuri y Emmanuel, además de muchos espectáculos variados; en su estacionamiento se alojaba una feria que era gratis en Día de Reyes y Día del Niño, también llegaban circos pequeños.
Yo jugué en sus areneros, en sus pistas de ciclismo y patinaje (de concreto), en su golfito, en el avión y el ferrocarril del Centro de Convivencia Infantil -en el que también hay un acuario y un delfinario-, me mecí en sus columpios y me paseé en sus trenecitos y ponys; me iba de pinta en la secundaria a remar en el lago, lleno de patos; a trotar en sus calzaditas, a jugar basquet en sus canchas, futból, beisból y voleiból en sus prados y a hacer aerobic´s en explanadas. Y fui a pic-nic´s familiares y a muchas fiestas infantiles en sus cabañitas delimitadas con hilos llenos de globos. Años después también me perdí en la espesura de su vegetación para abrazar a un cuerpo amado, como hacen tantas parejas de enamorados porque no nada más es un sitio de recreo familiar sino también de paseos románticos. En la actualidad hay juegos mecánicos de forma permanente, toboganes de sacos, una casa del Tío Chueco, y un Balneario Popular que se transforma en playa durante las vacaciones de Semana Santa y en pista de hielo en las de diciembre.
Y hoy está de fiesta, celebrando con funciones de lucha libre y otras actividades lúdicas y deportivas. Sí están cerca, vengan.
Malbi
ResponderBorrarHarta pena de informar que los zoológicos me dan tristeza. De niña me llevaron tantas veces al de Chapultepec y al Africam Safari en Puebla (este me gustó más, porque los animales andaban casi como en la selva y uno sólo podía visitarlo (casi todo el recorrido) dentro del coche. El de Aragón jamás lo he visitado.
Eso sí los felinos meran y siguen siendo mis animales preferidos.
Abrazos casi vegetarianos
Malbicho, me das en la nostalgia, vivíamos cerca de ese Zoológico cuando era adolescente y muchas veces íbamos a tirar pelotazos a los eucaliptos. Mi primo que era un chamaquillo dijo un día "mamá, esos patos juegan a hacerse caballito" y si, descubríamos como los animales no tienen moral, válgame Dios. El paseo dominical tiene otras exhibiciones, parejas tumbadas en el pasto para dar rienda suelta a sus amoríos clandestinos.
ResponderBorrarMe das en la nostalgia y yo tan lejos...
Aaaaaaj, coooool!!!!!!! La última vez que estuve en el distrito federal me propuse 3 cosas: 1 ir al templo de jesús el salvador, donde se supone que enterraron a Hernán Cortés, a orinarme en su tumba. 2 ir al panteón de San Fernando a visitar la tumba de Benito Juárez. y 3 ir al zoo de aragón NO ME PUEDO IR DE ESTE MUNDO SIN ANTES VISITAR EL ZOO DE ARAGÓN.
ResponderBorrarGracias por la reseña, había varias cosas que desconocía del lugar.
Pues por ahí anduve y en el de Chapulín, todavía me acuerdo del cartel que estaba en algunas jaulas que decía "me fuí de vacaciones", ches animales siempre de vacaciones como nuestros políticos(lo peor es que les creo)...muy bonito el lugar
ResponderBorrarseria bueno realizar el paseo en persona... con la reseña que hiciste a bien contarnos se me antoja más....
ResponderBorraralgun día...
abrazos
=D
gracias por la reseña... muy interesante!
ResponderBorrar@marichuy
ResponderBorrarpues ahora están en espacios más grandes y un poco más parecidos a los que les son naturales, los que sufrimos somos los animales dizque racionales, porque era más cómodo pasear por ahí cuando el zoo no estaba tan modernizado, había jardineras, bancas y áreas verdes en las que podías descansar, comer y hasta jugar; ahora lo recorres como a un museo al aire libre, en el centro hay área de comida (como en los malls), fuera de esa área ni agua puedes tomar, y todos los praditos están prohibidos, así que quizá no te guste tampoco; yo estoy de acuerdo en que se dé prioridad al bienestar de los animales que al de los humanos, pero al mismo tiempo extraño cuando era un paseo más disfrutable andar por ahí; lo bueno que el bosque sí continúa siendo un lugar donde se puede tirarse en el pastito, comer y jugar, pero está muy descuidado todavía
abrazos depredadores
@LUMPENPO
a poco eres de por acá?, qué chido!, fíjate que lo de las parejitas es clásico, y con tanta escuela cerca las hormonas adolescentes son las que más se dan vuelo, antes, cuando no estaba cercado, se decía que el bosque era guarida de malhechores que robaban incautos y violaban mujeres, también era el escondite favorito de los que huían de la ley, y en los primeros años sus circuitos para ciclistas eran territorio de conductores primerizos que aprendían a manejar ahí, te tocó esa época?
@Signo
ojalá cuando lo hagas esté mejoradito, ahorita están todavía muy descuidados el bosque y el lago, dicen que hasta restaurante va a haber, lo que sí haría falta es una casa del lago como la de chapultepec, donde se manifestaran las expresiones artísticas de la localidad
@jinshiO
es cierto!, no recordaba ese detalle -je-, sí resulta que todos los animales parecían haberse ido al mismo crucero en vacaciones, les han de haber dado un descuento por volúmen o por cantidad, porque sí se ausentaban varios al mismo tiempo
qué buena anécdota, me hiciste reir mucho
=D
@Ana
ojalá puedas venir y te guste, es más lindo el de chapultepec, sin duda, y con más especies que ver, pero como vivo a tres pasos de éste no quise dejar pasar la fecha, pero hay otros en la ciudad que también son dignos de visitar, el de tlalpan, el de neza y el de coyoacán son también interesantes, en el último encuentras sólo especies endémicas de esta zona, como el teporingo, por ejemplo, un roedorcito muy simpático y que tristemente está en peligro de extinción
@Javier
gracias por visitar!, es lo bueno del blogswinger, que acerca a nuevos amigos
saludos hasta tu bello país!
También vi mis mayores momentós familiares lúdicos, en ese lugar y uno que otro de mi adolesencia y de mis primeras feromonas. Tu recuento de recuerdos, tambien me ha pegado con nostalgia y gruesa,con lagrima y toda la cosa. Será que me traje a mis padres a pasar la semana conmigo y eso me tiene medio sensible. Sin pensarlo y sin quererlo estoy cerrando ese ciclo, correpondiendo a todos eso momentos que me regalaraon cuando niño, llevándome de paseo a Aragón.
ResponderBorrar(Sorry ya no me comunique, como imaginaras mi regreso fué muy apresurado).
Saludotes
@mi jaspo
ResponderBorrarno te disculpes, no es necesario, gracias por apartarme un tiempito
mira que eres chillón -y eso me encanta, qué bueno que la nostalgia libere tus emociones y no temas mostrarte así-, pero te entiendo, los recuerdos de la niñez se convierten en tesoros que, al redescubrirlos, nos enriquecen todavía más (ah que pinche cursi me salió eso, pero en algo es verdad, no?)... bueno, creo que ahora sí ya estoy lista para escribir frases para tarjetas de felicitación y ganarme la vida con eso -je-
que disfrutes a tus papis, consiéntelos mucho
me encanto malbicho excelente descripción, simplemente, recorde cuando era soltera y vivia por aquellos rumbos de ecatepec, era el lugar por excelencia para irse de "pinta"
ResponderBorrarsaludos de bertha :)
Donde puedo encontrar la casa de el tío chueco
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