Empiezo a pensar y me hundo/en el papel como si fuera tinta/Cuando escribo, quedo atrapado entre líneas (I start to think and then I sink/into the paper like I was ink/When I´m writing, I´m trapped in between the lines).
Rakim.
En la entrada del domingo anterior, recomendamos una canción del grupo reggaetonero Calle 13 alternando con el salsero, actor y político Rubén Blades, el reggaetón es una relativamente nueva corriente musical tan aceptada como repudiada, el origen se lo disputan Puerto Rico y Panamá, y después de ser un género clandestino, en esta primera década del siglo XXI ha tenido un éxito comercial en toda la comunidad latina del continente americano. Su ritmo es muy básico y sus letras a menudo son criticadas por violentas, sexuales y machistas (aunque en su origen eran mayoritariamente de denuncia social), son recitadas a ritmo de rap sobre géneros musicales distintivos de las culturas latinas, como el merengue, la salsa, la cumbia, y por supuesto, el reggae.
Pero, ¿por qué estamos hablando del reggaetón?, porque nos ejemplifica de manera muy ilustrativa el impacto que el hip hop ha tenido en toda la escena mundial, lo que hace que muchas voces lo califiquen como el fenómeno cultural más importante de los últimos treinta años. El hip hop se ha combinado desde los años ochentas -cuando dejó de ser familiar sólo para los barrios bajos estadounidenses- con el rock, la música electrónica, ritmos tropicales, country, balada, pop, y casi todos los géneros populares; ha pasado de ser una manifestación callejera a toda una industria musical y de entretenimiento, e incluso su archivo musical ya es materia de estudio en Harvard, pasando por encima del conservadurismo de autoridades académicas y de refinados gustos musicales (que siguen lamentando cedamos ante ritmos tan simples y efectistas).
Desde inicios de los ochentas, la difusión mundial del breakdance, el grafiti, la moda de usar pantalones y sudaderas de tallas grandes y las canciones aderezadas con scratch y sampleos, acercó el hip hop a las masas consumidoras, pero la historia se empieza a escribir más de una década antes, cuando las fiestas (blockparties) en las calles del Bronx y las barriadas negras de Harlem eran la alternativa a las sofisticadas discotecas; la técnica traída desde Jamaica para aislar la percusión hacían más bailables los temas, a esa labor de los disc jockey (DJ) se complementaba con las de los master of ceremony (MC), que improvisaban rimando con un micrófono, siguiendo la tradición de doscientos años de vida afroamericana, de batirse a duelo en juegos verbales de doble sentido para burlarse de alguien presente (signifying) o de insultos de afilado ingenio (playing the dozens); el baile también viene desde un tiempo ancestral (incluso hay una cinta grabada por Thomas Alva Edison de unos negros bailando pasos similares al breakdance actual), pero en el breakdance (y más puristamente en el bboying), las rutinas se depurarían y ensamblarían al ritmo del hip hop, que dejaba su huella en todos los muros y superficies por donde pasaba, mediante grafitis. De barrio a barrio, las minorías negras y latinas fueron adoptando la forma de expresarse, de desahogarse, de encontrarse en esa realidad social que los destinaba a permanecer en sus ghetos. Era el tiempo del neoconservadurismo, si en Gran Bretaña el punk rasgaba las vestiduras de una sociedad timorata y mercantilista, en las zonas marginales de las urbes estadounidenses, el hip hop daba escape a los relegados del sueño americano. La grabación de esas expresiones le dió categoría de género musical, y la aceptación del público fue inmediata, a principios de los ochentas hasta Blondie y The Clash cantaron rap; y cuando empezaba a finalizar la década, la Academia de la Música otorgaba el primer Grammy al género, poniéndolo en manos de Run DMC por la reedición a una canción de Aerosmith, con la que también ganaron un espacio en MTV. La faceta más combativa se mostraba también en esa misma época: Spike Lee, el comprometido director de cine, incluía un tema de Public Enemy en su película Haz lo correcto. Este grupo incorporaba en sus temas fragmentos de discursos de Luther Kingk, Malcolm X y Jesse Jackson entre otros, y sus letras hablaban de política, sexo, raza, religión..., además de hacerlo con gran calidad lírica.
El éxito en ventas catapultó al género como una industria musical a principios de los noventas, MC Hammer y Vanilla Ice son ejemplo de ello, aunque no sean reconocidos como representantes legítimos; la diversificación no sólo se dió en la piel de los raperos (Beastie boys fue el primer grupo de integrantes blancos), desde Latinoamérica hasta Turquía, Sudáfrica y Australia el hip hop tomó forma local, adaptándose a los géneros familiarizados en cada país; en México, de Caló a Control Machete hubo una necesidad de apropiarse del ritmo.
Pero la violencia también tomó por asalto al hip hop, y no sólo en las letras del Gangsta rap, los homicidios de Tupac Shakur y The Notorious B.I.G. fueron el punto más álgido de la relación hip hop y crimen, el sexo no se excluye de esa combinación, desde Dr. Dre hasta Eminem las letras levantaron quejas por la misoginia implícita; vendrían también los excesos públicos y las ganancias exorbitantes, Puff Daddy, Jay-Z y 50 Cents son industrias por sí mismos. El estudio académico permite también el análisis serio, en Estados Unidos las ventas van bajando a la par que el compromiso social, es en los demás países en los que el hip hop es actualmente una vía de escape social, Orishas llama a la unidad en Cuba, en Sudáfrica se critican los rescoldos del apartheid, en Europa del Este se critica el rezago económico y en España se rima sobre la dignidad de las minorías inmigrantes, mientras Snoop Dog se deja grabar en su casa para un reality show del canal E!
Las tres mejores canciones de hip hop (según VH1):
Fight the power - Public Enemy
Raper´s delight - Sugarhill Gang
Nuttin but a g thang - Dr. Dre
Chido, malbicho!
ResponderBorrarNel por acá se ponía bueno ver a los y las(Chente) bboys y concursos clandestinos de graffitis..pero de que deja dinero deja(haciendo cuentas una vez fueron como $8,000 T.T y nada más una cuenta de pintura, haa por eso lo dejé)
ResponderBorrarCierto muy cierto que el hipo y el reggaton tengan muchos parecidos, lo que no entiendo es como el mundo paso de la salsa al reggaton o del mariachi al pasito borracho
saludos
no me gusta el son son... del reaggeton ni siquiera se si lo escribi bien a pesar de que te lo lei... jeje
ResponderBorrar.. soy una neofita musical declarada
popera a veces sin gusto pero no me interesa ...
pero jamás en la vida tendría un disco de ese género
o será que estoy dando el viejazo
jaja
sobre todo cuando afirmo que no hay como la musica de antes incluyendo los buenos discos clasicos, boleros y hasta salseros de mi padre
:P
Malbi
ResponderBorrarNomás le dejo abrazos, porque la vérité... ese tipo de música... no me gusta nada... esto, por decirlo en términos civilizados.
@Anónimo
ResponderBorrarchido, que te guste,
gracias =)
@jinshi0
mira!, poco a poco se va sabiendo más de ti -je-, de la cumbia al merengue -que son los ritmos tropicales que más han aceptado al hip hop- hubo una transición casi lógica al reggaetón, no crees?
cómo sigues?
@Jolie
ja, ja... lo que casi escribes es reagan-ton (que podría ser un timbre para celulares neoliberales, no? -je-)
yo soy muy juerguera, quizá por eso no le hago ascos a ningún ritmo que me haga bailar, y el beat hiphopero es fácil para dejarse llevar, pero esas rolitas bohemias de nuestros papás son la neta!
@marichuy
aceptado el abrazo y las civilizadas guacareadas que te provoca el género -je-, me imaginaba ya que me dirías que no te gustaba, al igual que varios más, pero quise dar énfasis en todo el aspecto cultural que hay detrás, quizá incluso me faltó hacerlo más: el hip hop no es sólo un tipo de música, es todo un estadío de cultura y de expresión artística multidisciplinara, se han puntualizado cuatro aspectos principales: el rap, el DJingn, el breakdance y el grafiti, pero muchos protestan porque las expresiones van mucho más allá; y lo más sorprendente es como en todo el mundo se ha arraigado para tomar matices diferentes, pero al mismo tiempo de similar objetivo: poner voz a la realidad urbana, eso es lo que a mí me llama tanto la atención
mando acuse de recibo de tu abrazo y con él una réplica impetuosa
aquí encontré a la "i" que se dió a la fuga
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