sábado, 2 de octubre de 2010

Paseo Dominical Histórico (e Independentista)

Una mala organización no me permitió hacer un post oportuno sobre la triunfal entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México, con Vicente Guerrero y Agustín de Iturbide al frente, y que, junto con la firma de los Tratados de Córdoba, marca la culminación de la Independencia.

Cabe destacar que la unión de los ejércitos de Guerrero e Iturbide, bajo lo estipulado en el Plan de Iguala, suscrito el 24 de febrero de ese año de 1821 (y oficializado el 2 de marzo del año en cuestión) y al que se fueron acogiendo tanto militares insurgentes como realistas, a lo largo de la Nueva España, logró que la culminación de la gesta por la independencia se realizara sin más derramamiento de sangre. Ese día 24 también le fue entregado a Iturbide el pendón trigarante, con los colores blanco, rojo y verde, como símbolo de la religión, la unión y la independencia; por eso festejamos el día de la bandera en esa fecha.

Ese 27 septiembre de 1810, el Ejército de las Tres Garantías entró en los linderos de la Ciudad de México por la Garita de Belén (cruce de Av. Bucareli y Av. Chapultepec, hoy día), la cual se aprecia en esta obra de Ferdinand Bastin.



Tras dar vuelta en lo que hoy es Av. Juárez (que entonces recibía los nombres de calle del Calvario y calle Corpus Christi), y pasar frente a Alameda Central, entraron por lo que hoy conocemos como la calle de Madero (San. Francisco, en ese entonces), donde se llevó a cabo una ceremonia oficial de bienvenida, durante la cual le entregaron a Iturbide las "llaves de la ciudad", mismas que el futuro emperador devolvió enseguida al alcalde, diciendo que quedaban en buenas manos. El evento se llevó a cabo bajo el bello marco construido especialmente, junto al histórico edificio de los Azulejos (hoy, Sanborn´s), como puede verse enseguida:


Terminada la ceremonia, el Ejército Trigarante continúo su camino rumbo a la Plaza Mayor, en donde, como medida precautoria, se había protegido con un templete la estatua ecuestre de Carlos IV, el Caballito, para evitar que los tumultos de quienes se volcaron a recibir a los héroes y celebraban el paso de los 16 000 soldados insurgentes, la dañaran. Aquí una vista de cómo lucía la Plaza Mayor y el templete, un mes después, y enseguida, una imagen del contingente a un costado del Palacio Virreinal (en ese entonces, de sólo dos plantas), antes de llegar a sus puertas, por las que entraría Iturbide, recibido por Juan O´Donojú, para conducirlo al balcón central.



La Consumación de la Independencia se festejó durante los años que estuvo Agustín de Iturbide al frente de la nación, con el título de Emperador, tras su abdicación y fusilamiento, la fiesta cayó en el olvido, retomándose a partir de 1837 como complemento de los festejos del inicio de la gesta. Durante la guerra civil, y con el antagonismo de los partidos liberales y conservadores, cada partido "adoptó" una fiesta y un héroe independentista, siendo la de los liberales la del inicio de la lucha y el héroe Miguel Hidalgo, y la de los conservadores, la de la consumación e Iturbide, con el enfoque, de que la consumación había sido el triunfo de las clases más refinadas; durante el imperio de Maximiliano de Habsburgo, al considerar que el calendario estaba muy recargado de festividades, la fiesta por la Independencia se redujo a la fecha del 16 de septiembre, incluyendo tanto el inicio como la consumación, pero, tras el derrocamiento del imperio y el triunfo de la República, se consideró a este último evento como la verdadera consumación de la independencia, con lo que tanto la fecha del 27 de septiembre, como Iturbide fueron relegados.


Desfile de Independencia, 1897


Durante el Porfiriato, y dada la intención de Porfirio Díaz de juntar la celebración del inicio de la lucha por la Independencia con su cumpleaños, se estableció el 15 de septiembre para realizar la ceremonia de El Grito, y el día 16 para recordar la entrada del Ejército Trigarante a la ciudad con un desfile militar, pero relegando también la figura de Agustín de Iturbide. Fue hasta el año de 1921 cuando, a instancias del Secretario de Relaciones Exteriores, se organizó un festejo que duró todo el mes de septiembre, para festejar el Centenario de la Consumación de la Independencia, emulando el gran festejo del Centenario del Inicio de la Independencia que celebrara Porfirio Díaz de forma muy onerosa. Así, el gobierno de Álvaro Obregón realizó una serie de eventos, actividades y recepciones, dando preferencia a la participación popular, aunque despertando las críticas de personas como José Vasconcelos, que se negó a participar en lo que llamó "fiestecita".

8 comentarios:

  1. pásense un dominguito feliz

    (yo acabo de almorzar barbacoa y estoy feliz, feliz)

    =)

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  2. Muy ilustrativa, interesante y bella la narración que aqui presentas, como siempre...

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  3. @Gisela Zapata
    ¡¡¡O_O!!!

    deveritas, deveritas eres tú???

    me cae que no pensé en volver a tener el gusto de leerte por aquí, amiga (qué bien te cae el cambio de identidad, ves?... ya´sta te das tus baños de pueblo)

    -je-

    un abrazo(toto)te,

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  4. Bichin

    1.- No me gusta la barbacoa. Pero si me invitas unos chilaquiles verdes y crujientes, con gusto me los como.

    2.- En efecto muy ilustrativa esta entrada tuya.

    3.- Dios bendito, Bicentenarios nomás cada 200 años. Firma la poco patriota, jajá.

    Abrazos

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  5. @marichuy
    1. lo bueno que no todo el mundo piensa como tú, porque ando planeando vender barbacoa los fines de semana -je-

    2. tenkius

    3. ya casi terminan mis festejos bicentenario, don´t worry be happy... que siguen los del centenario -je-

    firma: la malbicha bicentenaria, patriotera, nacionalista, chauvinista y seguidora de ese mandamiento de que "la patria es primero"

    =)

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  6. ...

    Chido este post historico, a mi me sirve leer esto porque con la historia sifro un chorral y diez montones.
    Te mando un saludo envidioso ya no puedo comer barbacoa (me gusta un ching...) Ya que le vamos a hacer, pero de que la tragé con gusto y mucho tiempo, eso que ni que.
    Y bueno, eso de los festejos, tu no te me achicopales, festéjale hasta cuando gustes.

    Saludetes mi Bichoniuda.

    Mafalda

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  7. No sabía nada de esto, muy interesante.

    En mi país, la historia nacional es tan complicada y deprimente que nos hemos dado como fiesta nacional el día que se firmó la última constitución aún vigente, 6 de diciembre de 1978. Es curioso, y lamentable, que no tengamos más fechas que nos pongan de acuerdo en una historia que se remonta a los tiempos de los romanos.

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  8. @Mafalda
    me dejaste intrigada por la razón de que te tengas que privar de un rico consomecito y unos tacos dorados con harta salsa borracha

    u_u

    yo también tengo que dejar la coca (la de lata, no la de en polvo -je-)

    saludos visionudos =)

    @NoSurrender
    me sorprende lo que dices, es cierto, tu país tiene una historia legendaria y básica para entender la de nuestros países, incluso, más allá de torpes resentimientos históricos, creo que hay un genuino interés y una identificación con la historia de España al ser parte de nuestro origen e identidad, así que enterarme de lo que dices, me deja asombrada, incluso pensé que sería al contrario, que les sobraban motivos para conmemorar y celebrar

    es lo bueno de este intercambio gracias a la red, enterarnos de propia mano de cuestiones como ésta es de agradecer

    saludos fraternos

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