jueves, 29 de septiembre de 2011

De Ciudades Perdidas y (ciber)Arqueología: GeoCities


En el antiguo siglo XX aF (antes de Facebook), hubo una epidemia que anegó la red: la de las empresas punto com. Las páginas web pululaban en el ciberespacio promoviendo empresas y negocios, en sitios controlados exclusivamente por desarrolladores. Para el mortal común que quería manejar su propia información, mostrar sus hobbies y compartir su identidad o conocimientos, había pocas opciones para tener su propia página web, y la más popular era GeoCities.


Con un servicio gratuito de webhosting y un diseño sencillo, GeoCities se edificó a partir de seis barrios y seis calles, luego la urbanización crecería integralmente hasta que la mancha urbana sumó 41 barrios habitados por personas de intereses comunes, así, los ufólogos habitaban el del Área 51, junto con otros interesados en la ciencia ficción y la fantasía; los poetas compartían aceras con filósofos y profesores de lengua en el barrio Athens: el romanticismo se respiraba en el barrio parisino; se cocinaba a ritmo de jazz en BourbonStreet; se cultivaban amistades y se chateaba en el Soutbeach, se discutía de política en el CapitolHill y se chismeaba sobre artistas y cine en el barrio hollywoodense.

En los últimos días del `99, junto con los temores por el Y2K, se temió que Yahoo se apoderara del contenido de sus páginas, al anunciarse su intención de compra del popular sitio. Diez años después anunciaría su cierre definitivo... y la pérdida de todo el contenido vertido ahí.

Pero los nostálgicos de ese pasado imperfecto que fue la web 1.0 (que no era llamada así, por supuesto), de los botones que anunciaban su pertenencia a una webring (que relacionaba sitios independientes con contenidos relacionados), de los gifts animados, las marcas de agua y los libros de visitas, se propusieron no dejar que se perdiera todo. The Archive Team (émulos de Hipatia de Alejandría en su rescate de los papiros que alcanza a salvar de la destrucción de la mítica biblioteca) logró rescatar 650 GB de información -y de lo que ellos describen como "expresión personal en Internet"-, e InternetArqueology salvó los elementos gráficos de esa populosa ciudad (desierta ya, pues su población migró a terrenos más fértiles, como Blogger o WordPress; a colonias más amigables, como las de MySpace o Hi5; o a complejos habitacionales más sofisticados, como Linkdln, Twitter y Facebook), salvaguardándolos para la posteridad. Y Reocities muestra las que pudo rescatar, casi tal cual se mostraban en su sitio original, contribuyendo a guardar esta parte importante de la historia del Internet y la expresión de la cibercultura de ese momento (¿recuerdan el término: "autopista de la información"?).


En el primer año de este Fanzín todavía consultamos muchas de esas páginas para la elaboración de las entradas, era  impresionante la calidad de la información que se podía encontrar recorriendo sus calles y tocando en las puertas de sus casas. Para quien nunca guardó su tarea en disquets (¡y menos aún en discos flexibles!), ni investigó en la página de Encarta (!y no en Wikipedia¡), ni esperó a que dejara de platicar su hermana mayor por teléfono para conectarse al chat, ni usó Altavista ni el portal de Starmedia como página de inicio, el proyecto de The Delete City se hunde en esos archivos para hacer una labor de verdadera arqueología digital y muestra los vecindarios de GeoCities de forma gráfica, para que se den una idea de cómo convivían estos ciudadanos virtuales y cómo era su primer hogar digital (sin Flickr, sin Farmville, sin Grooveshark... y por supuesto, sin tablets y blackberrys):



The Deleted City from deletedcity on Vimeo.


4 comentarios:

  1. En materia de navegación e investigación en el ciberespacio, el mundo se divide entre los chavos de hasta 21 años que piensan que Wikipedia es la única enciclopedia y los del pleistoceno que conocimos Encarta (no exageres Encarta todavía se publicaba hace un par te años. :P). Pero sí, el mundo del ciberespacio gira a una velocidad pasmosa.

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  2. @marichuy
    júrote que te había contestado desde ayer y hoy no aparece mi comentario (blogger me odia!!)

    pus la verdad yo me divertía mucho en el encarta, siempre me gustaron sus líneas de tiempo, sin embargo sí fue un recurso que se quedó relegado en sus últimos años, geocities quizá ya no se actualizaba pero sí era material de consulta también, podrían haberlo dejado, el dossier de beethoven lo hice casi exclusivamente con el material que encontré en una página de ahí, de haber sabido que lo borrarían me habría traído toda la información, había imágenes increíbles y estaba narrado de una forma exquisita (lo único malo eran los gifts de colores chillones sobre fondo negro, yo jamás hice una página ahí precisamente porque no me gustaba el diseño), también lamento no encontrar ya la información que encontré ahí y no copié de maximiliano y carlota, de chopin y la figura histórica de jesús de nazareth, recuerdo haber visto algo sobre los nazis y hitler que jamás he vuelto a encontrar, y es que las páginas podían ser muy completas y la información muy detallada, algo que en los blogs no es usual por preferir la brevedad y el culto a la personalidad (además de que se replica la misma información en varias páginas), todavía en el 2006 recuerdo haber conocido gente que abría su página ahí y compartirlas bien emocionados, acá en México la moda llegó tarde y se fue rápido, las redes sociales y youtube arrasaron con fuerza

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  3. Siempre pensé que la información volcada en Internet se conservaba siempre, de una u otra manera, cualquier a que fuera el destino comercial de quien lo alojaba... me ha parecido muy romántica la idea de una arqueología de Internet. Qué lástima que no existiera el invento de la red hace más décadas, y poder investigar en los museos los rastros de nuestros antepasados.

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  4. @NoSurrender
    pensaba igual, y en cierta forma así es, siempre hay recursos para acceder a ella aunque sólo los más entendidos saben como, sin embargo sí valdría la pena dejarla con el acceso abierto a todo el mundo, en este caso yahoo debió haber hecho un museíllo virtual, habría ganado muchos puntos con eso

    al mismo tiempo, también debemos aprender a no usar sólo el internet y volver a las otras fuentes, tanto para la consulta como para su resguardo, ya demostró ser veleidosa

    saludos!!

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