"A mí tu muerte me dejó drenada;
tal vez porque empecé a llorar tu ausencia aún antes de que se hiciera física"
Voz Sepia
tal vez porque empecé a llorar tu ausencia aún antes de que se hiciera física"
Voz Sepia
De niña mi mundo era como los que le gustaban a Antonio Machado: sutil, ingrávido y gentil como una burbuja. Fui consentida y mimada por casi todos, quizá porque era la menor de seis hijos, quizá porque -a diferencia de los otros- nací varios años después del anterior; quizá porque era, de verdad, adorable. Era una niña educada y cortés, que pedía las cosas por favor y daba las gracias, que ayudaba a poner y a levantar la mesa, que no jugaba con los objetos frágiles y compartía mis golosinas; que lavaba las tazas y vasos de plástico -subida en un banquito para alcanzar el lavadero-, mientras cantaba a todo pulmón las canciones que salían de la radio, ante las sonrisas y miradas enternecidas de todos. Sólo mi papá me hacía el inmenso favor de ignorarme la mayor de las veces, lo cual me beneficiaba pues no me alcanzaba su maltrato físico. Incluso me toleraba cuando me colaba impertinente en sus habituales reuniones con compañeros de trabajo (que siempre terminaban en brindis consecutivos), y hasta presumía lo deshinibida que era, subiéndome a la mesa para que bailara y cantara las canciones de moda, entre peticiones de borrachos aduladores que aplaudían mis gracejadas, en buena parte para quedar bien con él (mi número estelar era la canción "Oh, Carol" -je-). Y después de eso se abría el momento bohemio en que mi papá se lucía cantando. Tenía una hermosa y privilegiada voz grave que manejaba a su gusto, empíricamente, mejorando las versiones de Javier Solís a las canciones de José Alfredo Jiménez. Mi papá cantaba siempre. Mientras se bañaba, mientras se anudaba la corbata, mientras se cerraba los botones de los puños de sus camisas. Una noche fue llevado por sus compadres a la plaza Garibaldi, en donde unos mariachis lo acompañaron mientras usurpaba el lugar de su cantante principal, y varias decenas de personas lo rodeaba aplaudiéndole y sugiriéndole canciones. Primero eran trasnochadores, pero al paso de las horas y al tiempo que el cielo se aclaraba, su público cambió a las mujeres que regresaban de las lecherías, de las escuelas de sus hijos, de oficinistas que esperaban hasta el último minuto para correr a sus lugares de trabajo y de boleros, barrenderos y policías que empezaban su jornada. Dormidos en las camionetas, mi mamá y sus compadres esperaban resignados, levantando la cabeza de vez en cuando para comprobar que aún no se le agotaba la voz. Finalmente, alrededor del medio día, unos turistas sudamericanos convencieron a los empleados del restaurante Tenampa, de abrir sus puertas exclusivamente para agasajar al improvisado cantante; aunque no lo convencieron a él de entrar a un estudio de grabación.
Mi papá también se reía mucho (casi tanto como gritaba). Pero cuando se reía, nos hacía reir a todos. De la misma forma en que nos hacía cantar a todos, bailar a todos, comer a todos y callar a todos cuando nos leía el periódico y nos obligaba a discutir cuestiones políticas. (O cuando nos hacía temblar a todos si se volvía un monstruo de ira). Mi padre no fue un buen padre, de la misma manera en que nosotros tampoco fuimos buenos hijos. Pero los absolutos no existen. Cada diez de abril, en casa, festejábamos su cumpleaños a lo grande; fueron pocos los años en que no hubo fiesta. Algunos de esos pocos años han sido los últimos seis, cuando dejó de cumplirlos.
Soy atea, pero cuando entendí porqué el ser humano necesita un dios al que rezar, fue cuando pensé que sería muy bueno que hubiera un intermediario que cuidara de mi papá y le dijera que sí lo quiero, que por favor me perdone, que -si lo necesita- también lo perdono. Y que desearía que todavía estuviera aquí.
-- malbi, tu papa debe estar muy orgulloso de ti porque lo viste como una persona, con sus virtudes y defectos humanos; precisamente, no existen los absolutos pero tu eres absolutamente encantadora porque eres honesta, el perdon, que dificil es darlo, mas dificl recibirlo y sin embargo va a llegar ese dia que TODOS nos encontremos, perdonados o no, en un frio abrazo, gracias por tu tecto
ResponderBorrargracias jota pe, de verdad muchas gracias
ResponderBorrarun abrazo!
Hermoso... hermoso... hermoso... hermoso... hermosísimo.
ResponderBorraray Andrés!... ahora sí me apenaste. Qué amable de tu parte, gracias.
ResponderBorrarmuy bonito malbichita
ResponderBorrarmi payaxo!!!!
ResponderBorrarcada vez me privas más de tus visitas y tus palabras... pero me da gusto si es por trabajo pues quiere decir que tus capacidades son reconocidas y que estos tiempos no te serán tan malos
un abraxo!
Hola, Malbicho:
ResponderBorrarAfortunadamente estoy escribiendo esto, que si hubiera tenido que decirlo, no habría tenido voz con qué hacerlo.
Sobre lo que escribiste al final, pues debo ser el peor para decirte esto, pero quiero suponer que si tú quieres, puedes decirle directamente eso que piensas. Supongo que ya lo has hecho.
Te mando un abrazo.
mi malbicha ando del tingo al tango, pero en buen coto, lomalo te decia que en mi treo no me deja opinar aqui en tu blog,saludos y aun hay mas.
ResponderBorrarHola Paul, muchas gracias por tu comentario, por tu empatía y por tu abrazo; que gusto saludarte por acá (no que en tu blog ni me contestas -je-)
ResponderBorrarmi payaxo, siempre me acuerdo de lo de tu treo para no resentirme por tus ausencias -je-... es que me tenías muy mimada y me malacostumbré -je, je-
Malbicho:
ResponderBorrarSí te contesto... pero como un mes después :S ... y otras veces, tienes razón, no te contesto, pero luego no me contesto ni a mí mismo, así que no te sientas :)
Por nada y te mando otro abrazo :P
ah no, otro abrazo más ya no, eh?... me desgasto -je-
ResponderBorrarpues yo sí te mando otra abrazo fuerte Paul, gracias por pasearte por acá ;)
No hay de qué. Por ahora no te mando otro abrazo, porque luego se te hace vicio :P
ResponderBorrarSaluditos
ja, ja, ja... te cotizas, eh?
ResponderBorrarSe nota que en tu interior canta el amor.
ResponderBorrarCasi me haces llorar n.n
contrariamente, tú dibujaste una sonrisa en mí
ResponderBorrargracias por eso
10 de Abril ... Mi hija y "ella" cumplen años, esé día se meuven todas mis fibras.
ResponderBorrar@Anónimo
ResponderBorrarfeliz cumpleaños a tu hija... y a "ella"
y muchas gracias a ti
Malbi, me encantó tu recuerdo, me encanta que la vida nos regale personas que compartan lo hermoso que es la vida, hoy te mando un abrazo (Si otro más ni hablar) para celebrar cantando ¡Oh, Carol! porqué si es una fecha para celebrar su vida y la tuya, dónde quiera que él esté seguro cantará contigo y con José Alfredo.
ResponderBorrarEres de lo mejor y si, como dice Jota Pe, tu papá estaría orgulloso de ti, yo estoy feliz de contar con tu Blog, tus letras y una parte de tu amistad...ya me voy porqué ando nostálgica.
@Menospausas
ResponderBorrargracias, qué bonitas palabras, me da gusto leerte
gracias por el abrazo y la empatía
Tengo clara y presente esa escena tuya lavando trastes sobre un banquito...no se si me lo platicas te o ya había pasado por aquí. Éste es un tema obligatorio en nuestra próxima soiree.
ResponderBorrar2046
Tengo clara y presente esa escena tuya lavando trastes sobre un banquito...no se si me lo platicas te o ya había pasado por aquí. Éste es un tema obligatorio en nuestra próxima soiree.
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