Un frío seductor corre hacia la espalda desde la punta del dedo, antes de sentir la fina hoja de acero penetrar las capas de piel, hasta que la sangre inunda la pequeña herida. La mano derecha se mantiene firme al sostener el mango del que sale la hoja, abrazando la madera cálida, toscamente limada, que deja ligeras astillas incrustadas en su piel. Su madre suele utilizarlo para abrir las ostras sobre las que exprime la mitad de un limón. Mientras comprueba su filo, piensa en el indefenso molusco retorciéndose de dolor; nunca ha podido comerlos por pensar que siguen vivos mientras se los traga. Imagina las gotas del limón sobre la cortada que acaba de hacerse en el dedo índice y se vuelve a estremecer. Desliza sus dedos por la superficie lisa y pulida del acero; con las yemas empuja la punta de la hoja, que se dobla en una helada sonrisa. La flexibilidad se pierde al soltarla, transformándose en un sólida guillotina que cae sobre los dedos del hombre vendado que tiene enfrente.
-Mándaselos –ordena en voz alta, lo necesario para imponerse a los gritos de dolor.
Malbicho
ResponderBorrarWow qué sensual descripción. Y eso que yo soy mala para comer esas cositas; en mi tierra se acostumbra comer la almeja viva de Zihuatanejo; ay tú, yo nomás de ver a los pobres animalitos retorciéndose... me quiero esconder, je
me pasa igual, he dejado de comerlos aunque me encantan, sí hasta me siento culpable de comer carne!, me acuerdo siempre de la regla de phoebe (de friends): "nada con rostro"
ResponderBorrar-je-
Creo se le escapó el final a Marichuy o al igual que yo prefiere no imaginarselo como el resto del escrito.
ResponderBorrarEl evocar imágenes a traves de las letras es estimulante, pero cuando la imágen es tan terrorífica real y cotidiana el hecho de pensar que algo asi esta pasando constantemente me desasosiega.
Ay Malbi, sufro...no soporto verlos ni de lejitos...ya no digas frente a mi, ya no digas tocarlos, mucho menos comerlos.
ResponderBorrarOtra cosa que me parece humor negro, es ver a las pobres langostas en su 'casita' eserando que las seleccionen, pero no como a un perrito de maskota, sino para tu plato. Aunque debo confesarte, Malbicho, que ahi si le entro...la langosta me quita la pena de comermela, desde el primer bocado.
besos culposos
A
-- cortalo, sisisiisi, cortalo! desmenuzalo en partes y tiralo al drenaje que ni siquiera los perros merecen comerselo (ejmmmm, perdon, ese fue el psicopata que luego me traiciona en el teclado). Excelente narracion Malbi, con un tono sostenido y buen tino, que buena pluma me cae
ResponderBorrar@jaspo
ResponderBorrarsí, esa realidad es terrible, agradezco que a mí sólo me toque imaginarla y espero continúe así, aunque ayer, en medio de risas y agasajos -fue el cumpleaños de una hermana- me asaltó de repente la idea de que esos momentos podían verse interrumpidos abruptamente por una tragedia (una llamada, un exabrupto, un accidente...), deseché de inmediato el pensamiento después de pensar que mi familia no está excenta de vivir una situación trágica, y que seguramente las que han tenido que pasar por algo así estaban tan mal preparadas como la mía... no es justo lo que estos criminales nos hacen, hace poco llamaron por teléfono supuestamente de parte de un hermano que está en el gabacho para extorsionar, afortunadamente tenemos comunicación inmediata con él y se pudo descartar que necesitara ayuda, pero entonces las llamadas cambiaron de tono, querían hacernos creer que estaba secuestrado, me parece increíble lo que son capaces de hacer para conseguir algo de dinero
@A
no comenté lo de langosta porque me pareció hipócrita de mi parte -je-, igual que a tí la culpa no es suficiente para negarme, eso sí, ni volteo a ver la vitrinita
@jota pe
ResponderBorrarja, ja, ja... esa personalidad oscura que te traiciona como me divierte, ja, ja, ja
gracias =)
Ah, qué güey el sacuestrator, así no se prueba el filo de un cuchillo.
ResponderBorrarjejeje
Bastante sórdido el relato...
me gusta... ME GUSTA
SEGUID ASÍ
no... va a ser el único así, el siguiente es sobre florecitas que bailan bajo los rayos del sol
ResponderBorrar-je-
Nada mal..
ResponderBorrarAaunque, esa agonía es corta en comparación a la de los pollos y vacas que esperan ser esa asquerosidad llamada "comida rápida"
saludos siga así