Con un desvelo y una resaca a cuestas, el domingo anterior me reuní a media tarde con una persona muy especial, que quería festejarme por mi cumpleaños.
Llegué tarde a la cita en el restaurante Lyni´s frente a la fuente de la Diana Cazadora, las calles semivacías eran recorridas con exasperante lentitud por el transporte público que tomé, afortunadamente el último tramo lo recorrí a bordo de un ágil "Atena", autobús exclusivo para mujeres. El menú estándar no se nos antojó y caminamos hasta el cruce de Insurgentes y Paseo de la Reforma, para paladear un consomé y unas flautas de barbacoa en el mercado de Sullivan, detrás del Monumento a la Madre.
El postre fue el colorido de los cuadros de los expositores en el Jardín del Arte, pintores amateurs que ofrecen sus obras buscando permitirse continuar con su labor creativa. Me enamoré de unos quioscos apenas distinguibles en un cuadro de estilo impresionista, de unos gatos multicolores de ojos inmensos, de unas notas musicales brincando de un cuadro de tonalidades tierra. Soy una pintora frustrada, tener facilidad para el trazo no compensó la falta de creatividad, sólo soy buena copiando universos ajenos, no creando los propios. La envidia por algunas de esas obras rebosantes de originalidad, me carcomió tanto como el malestar gastrointestinal por todo los alimentos y bebidas irritantes que se mezclaron en mi interior. Durante todos los primeros años de mi vida me imaginé pintando, fue difícil aceptar que no era suficiente tener un sueño.
Caminar hasta elegir una de las bancas "artísticas" y llenar cada minuto de palabras fueron las únicas acciones realizadas hasta que el desfile de autos adornados con ondeantes banderas, nos enteró de que la selección mexicana de futból le había ganado a su contrincante estadounidense con una diferencia de cinco goles. Los claxonazos y los gritos festivos que se dirigían al Ángel de la Independencia nos espantaron tanto como la incipiente lluvia, y nos refugiamos de todo en un Vip´s semivacío en la Zona Rosa. Litros de café y bocaditos de pastel nos hicieron perder la cuenta de las horas, hasta que el antojo de un cigarro nos hizo salir a recorrer las calles húmedas.
Los pasos nos llevaron nuevamente al antiguo Paseo de la Emperatriz, ahí el agradable anochecer nos envolvió admirando fotografías del centro histórico de Morelia, hasta que una necesidad biológica nos hizo entrar al Sanborn´s aledaño al Sheraton, ya dentro aprovechamos para ordenar una copa de vino tinto con que seguir bañando la conversación. Al salir volvimos a elegir una banca de piedra -por ser las únicas que habían absorbido el agua- para fumar un cigarro, justo enfrente de donde los aficionados futboleros se animaban a reiniciar las vueltas alrededor del Ángel, después de que la lluvia casi vaciara la glorieta. Cruzando la calle unas cuantas decenas de personas seguían tratando de hacer bullicio.
El grupo de gente iba en aumento a cada vuelta, los gritos y los claxons de los autos también. Justo cuando parecía crecer el ambiente, un grupo de policías forcejeó con un joven de un pequeño grupo que se había retrasado del resto, casualmente en un lugar no visible desde donde se arremolinaban jóvenes y familias enteras en una esquina de la glorieta. Los pocos que lo acompañaban rodearon al grupo de policías, quienes recibieron apoyo de más elementos policíacos enseguida, doblando en número a los que intentaban ayudar al detenido que ahora se resistía tirado en el suelo. Finalmente lo sujetaron entre varios por cada extremidad y lo subieron a una patrulla, una de las varias que se habían acercado.
El connato de trifulca fue muy rápido, el grueso de la gente que venía dando la vuelta todavía tardó en llegar hasta donde se quedó el grupo que atestiguó la detención, los que estábamos de ese lado de la glorieta éramos pocos, y la barrera que se formó con policías, patrullas y camionetas policiales no permitió darse cuenta cabalmente de lo que había pasado. Todavía más rápidamente la alineación de la policía alrededor de la Columna de la Independencia obligó a los que festejaban a que cruzaran la calle, y en cuestión de minutos arribaron al lugar decenas de patrullas, camiones con granaderos y más camionetas que se estacionaron en todas las orillas de la glorieta, especialmente frente a la esquina en donde se concentraba la gente que intentaba festejar, y que gradualmente se fue retirando intimidada por la magnitud del operativo; lo mismo que hacían los que fueron llegando a lo largo de la siguiente hora y media que permanecimos platicando, mientras comíamos un hot dog, compartíamos una lata de coca-cola y dábamos fin a los cigarros, hablando de cosas trascendentes sólo para nosotros.
La prensa llegó más de una hora después, cuando estábamos a punto de abordar el transporte que nos acercaría a nuestros respectivos destinos; cuando llegué a mi casa busqué alguna información en la red pero sólo encontré que habían detenido a doce personas por consumo de bebidas alcohólicas y uso de latas de espuma como proyectiles -nada de eso atestiguado por mí en el tiempo que permanecí ahí-, siete días después me entero de que una familia de extranjeros holandeses habían sido agredidos al ser confundidos con gringos. Pero tampoco eso lo vi, lo que me tocó presenciar fue como la policía disolvió un festejo pacífico mediante una movilización exagerada.
Pero por supuesto, esa (sólo) es "mi veldá".
Malbicho (Bicho Raro, ups, prometo no volverte a decir así), pos me gusto tu veldá, primero pensé que era una guía de los restaurantes del DF, y hasta se me antojaron unas suculentas enchiladas suizas ¿A quien se le ocurriría ponerles este nombre cuando en suiza no hay tortillas?
ResponderBorrarDespués me quede pensando en tu festejo especial por una persona especial, digo el chisme es parte de nuestra cultura cuevanense, ni hablar me quedaré con las ganas de saber bien el chisme.
Y claro comparto contigo la envidia de poder pintar, odio a mi amiga que pinta, su padre es pintor y sus hermanos también, tienen una facilidad innata, si le tengo envidia, a mi me encantaría pintar, pero creo que acabaría pintando en la pared y no en un lienzo, si tuviera la habilidad mi casa estaría pintada con paisajes, flores y ángeles, pero me conformo con lo que mis manos pueden hacer, soy pintora de brocha gorda, con toques especiales, cuando las musas pasan por mi.
Sobre la familia holandesa, que pena, en verdad que los hayan confundido con gringos, y aunque hubieran sido gringos, atacarlos por el simple hecho de un partido de Fútbol ¿Qué no gano la selección Mexicana? Si hubieran perdido comprendería el enojo de la fanaticada, pero no entiendo si gano el equipo tricolor ¿Por qué agredir? Estamos tan enojados con todos, con todo que hasta un “triunfo” nos hace sacar lo peor que tenemos.
Ahora que gano el PRI la mayoría de las elecciones el 5 de julio Beatriz dijo que eso se lo debía a la afición, que la afición había vuelto a confiar en ellos, cuando leí esta frase la relacione con la afición o los aficionados al fútbol, esos que se vuelven locos porqué el equipo pierde o gana, esa que salió la semana pasad a festejar un mínimo triunfo contra los vecinos del norte que al final de cuentas les vale un pepino el fútbol. Pero que siguen vendiendo sus cuernos de chivo cómo si fuera pan caliente, esa es mi veldá.
Que tengas un domingo de mucha comida para que nos recomiendes los mejores lugares para desayunar, tomar el café y el postre…yo por lo pronto me voy por mis gorditas de todos los domingos.
Saludos Bicho Raro, perdón, perdón prometí no decirte así, hasta lueguito Malbicho
Menospausas
en realidad las originales enchiladas suizas no son las que nos venden en el sanborn´s (anduvimos en puros restaurantes "de cadena" porque es lo único que está abierto en domingo), aunque hay por ahí una versión de que un empresario suizo (apellidado sanborn) dijo que el queso gratinado de las enchiladas que le sirvieron le recordaba a la nieve de los alpes suizos, pero en realidad las enchiladas suizas se crearon en un restaurancito de cuyo nombre no me acuerdo ahorita, pero que tenía cierto prestigio, y son sobre una cama de caldillo de jitomate (tomate rojo), se les llamó "suizas" porque junto con la combinación del queso reproduce los colores de la bandera suiza
ResponderBorrarla historia del empresario sanborn no parece muy confiable, pues los sanborns fundadores de la cadena son estadounidenses, como sea ya su versión de las enchiladas suizas es la que está más arraigada en nuestra cultura
por aquí se trató un poco sobre el tema ya:
http://elfanzinedemalbicho.blogspot.com/2009/05/paseo-dominical-un-brindis-en-la-casa.html
Qué buena cronista eres, mi Malbi
ResponderBorrarQué cosas tan terribles suceden al calor -o so pretexto- de ese tipo de aglomeraciones. Los policías que nomás están buscando pretextos para desahogar sus ansias represoras.... y los ciudadanos para hacer lo mismo, pero con sus frustraciones. Qué mal lo de los pobres turistas.
Jajá, ya vi los dos videos de "la veldá" de los otros... lo dicho, este país es surrealista.
Saludos dominicales
Wow y más wow
ResponderBorraroye, me cae que cuando viva en el df me tienes que llevar a uno de esos paseos dominicales, ok?
@marichuy
ResponderBorrarhoy anduve otra vez por ahí y la novedad del día es que ya no hay microbuses, los desaparecieron para dar paso a autobuses ecológicos, aún no está definido cuánto van a cobrar ni donde harán parada (ni los choferes sabían), por hoy y mañana el servicio es gratuito y las paradas se hacen en los parabuses del servicio anterior, la cantidad de las unidades es escasa e insuficiente (y eso que por ser domingo no había mucha gente), y viajé toda apachurrada y malhumorada por la conglomeración, el calor y la lentitud del viaje, pues aparte estaba cerrada parte de reforma por el concierto con que ebrard quiere devolverle la vida a la ciudad después de la influenza y las vías centrales de otro buen tramo porque era día de ciclotón... hoy no disfruté mi paseo dominguero
@signo
a poco te vas a venir para acá? (tan bonita que es tu tierra, yo creo hacemos cambalache -je-)
Lo haré por simple necesidad de crecer académica y profesionalmente y porque nadie es trompeta en su tierra. El cambalache no te lo recomiendo, algo me dice que te aburrirías pronto de estas tierras olvidadas de dios
ResponderBorrarnel, lo que verdaderamente ansío es alejarme de la ciudad, uno se enraiza, tendría que romper con muchas cosas, pero de verdad estoy cansada de todo el caos de por acá
ResponderBorrarchale... pensé que nos ibas a traer la reseña del conciertazo de Wisin y Yandel y Juan Luis Guerra en el ángel de la independencia... jeje...
ResponderBorrarchin, te fallé, y mira que si me lo propusieron (nos quedamos?, me preguntaron), no sabía que venían ellos, sólo supe de nigga, si no sí me hubiera quedado
ResponderBorrarpasamé la boteellaaaaaa...
-je-