Yves Saint Laurent y su Diálogo con el Arte

Yves Saint Laurent es mi favorito, bueno, en realidad, sus cigarrillos mentolados son mis favoritos -je-, y ahora que leo que sus diseños estarán en exhibición en el museo Petite Palais, en París, en una retrospectiva organizada por su ex-pareja sentimental, socio y amigo Pierre Bergé, recuerdo su exposición Diálogos con el arte, en 2008, cuando exhibió los vestidos inspirados en cuadros de artistas plásticos reconocidos; y también la subasta de Christie´s de su impresionante colección de arte (de la que encontré un testimonio de primera mano en un blog perdido en la red) tras su muerte.

Yves Saint Laurent vistió a la mujer con pantalones, con smoking y con saharianas -sus principales aportaciones a la moda-, desnudó integralmente a un hombre para la publicidad de uno de sus perfumes -lo cual no se ha vuelto a hacer- y se retiró del diseño cuando se sintió decepcionado por la falta de ambición artística de los nuevos exponentes. Con dieciocho años, sorprendió al mundo cuando mostró sus creaciones y eran tan similares a los que el consagrado Christian Dior mostraba en su pasarela ese año -prueba de lo visionario que era-, que consiguió que Dior lo contratara y posteriormente lo nombrara su sucesor a los 21 años, lo que lo convirtió en el diseñador más joven de alta costura. Su paso obligado por el ejército y el despido traidor de la Casa Dior -ya muerto el diseñador y habiéndola salvado de la ruina- lo mandaron a un hospital psiquiátrico, dónde las inhumanas terapias (electroshock y medicación indiscriminada) terminaron causándole problemas mentales y adicciones graves. Pero Bergé no lo dejó caer nunca, y a casi dos años de su muerte sigue sin dejarlo caer en el olvido.

También en El Fanzine queremos recordar esos diseños inspirados por obras de arte (por si no te puedes dar la vueltecita a París):

Su famosa inspiración en Piet Mondrian (1965).

Y en la obra de Tom Wesselmann (otoño-invierno 1966).

En el arte africano.

En Braque (otoño-invierno 1988) y Van Gogh (primavera-verano 1988).

En Picasso (1970) y Matisse (1982).

En el Pop-art (1966) y la clásica de Braque (1988).