México ´70, la Otra Derrota Italiana

El partido que acaba de finalizar hoy (23 de junio), con la eliminación del campeón Italia por la selección debutante de Eslovaquia, con un final trepidante y cardíaco en que los atractivos azurri hicieron de todo para no perder (lástima que se acordaron hasta los últimos quince minutos que estaban ahí para jugar), recuerda otra de las grandes derrotas mundialistas de la llamada Squadra Azurra, en el que fue considerado El Partido del Siglo durante la final del mundial de México, en 1970, justo el pasado día 21 se cumplieron cuarenta años de esa otra derrota italiana.

Eran tiempos en que México mostraba una cara de estabilidad y progreso hacia el exterior; en las fiestas se bailaba: Oye Salomé, perdóoonala y Cero treinta y nueve... Cero treintra y nueve... Cero treinta y nueve se la llevó; los que masticaban el inglés canturreaban las de Venus, Let it be y American woman (y los más cursis suspiraban con Raindrops to falling on my head o Palito Ortega); y en las televisiones Mi marciano favorito y Flipper competían con Yesenia, la telenovela del momento. Sin embargo, nada superó las transmisiones -por primera vez a color- de los partidos del mundial, especialmente de la final con el encuentro de los bicampeones Brasil e Italia, que no sólo competían por el primer lugar de esa novena edición de la Copa Mundial o por ser el primero en ser tricampeón mundialista, sino por adjudicarse definitivamente la Copa Jules Rimet.

Durante las eliminatorias se agudizó el problema diplomático entre Honduras y El Salvador, lo que derivó en un guerra entre los dos países al año siguiente. Pero en el terreno deportivo fue un mundial pletórico de estrellas: Beckenbauer -quien jugó con el brazo dislocado y vendado-, Muller (háganme el favor de ponerle ustedes los diéresis a la "u", yo en mi teclado no los encuentro), Charlton y Cubillas. Entre el equipo italiano se encontraba Gianni Rivera, considerado uno de los tres mejores de su país, y el de Brasil es considerado el mejor equipo de toda la historia: Gerson, Tostao, Rivelino, Jairzhino... y El rey Pelé. Con 29 años y en muy buena forma, El rey se retiraría de los mundiales con ese partido; una anécdota dice mucho de la excelencia que tenía, en voz del defensa italiano que lo marcaba, así narra la forma en que volaba: "Saltamos juntos... pero cuando volví a la tierra, vi que Pelé se mantenía suspendido en la altura". El resultado -ya lo saben- fue de 4-1, imponiéndose la samba como el ritmo futbolístico por excelencia. Uno de los encabezados de la prensa inglesa decía: "Debería estar prohibido un fútbol tan bello". Curiosamente, cuando le preguntaron al presidente de Brasil el marcador de la final, él vaticinó el cuatro a uno, por lo que al último (magno) gol se le denominó "el gol del presidente".

Fue un juego limpio, como el de todos los partidos de ese mundial (aunque las tarjetas amarillas y rojas eran la novedad, las de expulsión se quedaron sin estrenar) en el que se usó por primera vez el balón que pertenece ya al imaginario colectivo: la Telstar, de 32 hexágonos blancos y pentágonos negros. También se reafirmó el uso de una mascota: Juanito, un niño con rasgos y sombrero tradicional mexicanos. Fue también la primera vez que se tomó al Angel de la Independencia como punto de reunión para los festejos futbolísticos.

Por cierto, por esos tiempos yo andaba pidiendo pista para aterrizar a este mundo.