La tradición hace que la ceremonia del Grito de Independencia se lleve a cabo la noche del 15 de septiembre. Son ya cien años que se repite esta costumbre, y que se inicia para coincidir con el cumpleaños número ochenta de Porfirio Díaz, dictador que cumplía en ese lejano 1910, treinta años en el poder de forma casi ininterrumpida, pero que daba al exterior una imagen de pacificador al lograr detener los continuos enfrentamientos del s. XIX (aunque en realidad fue debido a la extrema represión de su régimen).
Curiosamente, sí se cuenta de un acontecimiento relacionado con la independencia en un 15 de septiembre, pero fue dos años antes de lo que creemos, en 1808, cuando Napoleón puso a su hermano José (Pepe Botella) al frente del reino español, y el virrey de la Nueva España (Iturrigaray) se mostraba dispuesto a proclamar la Independencia de la Nueva España, aceptando la tesis de Primo Verdad, quien dijo:
“Al faltar el rey entonces los pueblos vuelven a ser soberanos. La ciudad de México es entonces soberana y es heredera de la Gran Tenochtitlan, la soberana de Anáhuac."
¿Y quiénes creen que impidieron se proclamara a la Nueva España como independiente de la Corona Española?, pues el partido de los ricos y conservadores peninsulares (prelados, comerciantes y terratenientes acomodados) que ese 15 de septiembre tomaron el Palacio Nacional y arrestaron al virrey Iturrigaray, en lo que fue el primer golpe de estado de nuestra historia, aduciendo que era un peligro para... ah, no, perdón, que quería imponerse como rey, tras lo cual colocaron a Pedro Garibay como virrey, aunque éste era tan sólo el instrumento oficial -léase "pelele"- de los españoles comandados por Gabriel de Yermo (y era a estos gachupines a los que se refería Hidalgo en su grito incendiario).
Bueno, pero volviendo a 1910, si ustedes se creen muy originales protestando por los festejos, criticando el presupuesto y la intención con que se hacen, pues déjenme decirles que eso ya se hizo hace cien años, que se cuestionó -dentro de los márgenes permitidos, claro- la formación y el objetivo de la Comisión Nacional del Centenario de la Independencia, creada con el fin de celebrar por todo lo alto el aniversario número cien del inicio de la lucha por la Independencia, tomando como ejemplo la celebración por el centenario de la Revolución Francesa. Lo cual, también tenía el objetivo de reafirmar ante el mundo la modernización que el país había obtenido con su gestión. Así, se inauguraron ante las visitas internacionales, la Universidad Nacional, el Manicomio "La Castañeda", la Escuela Normal, el Museo Nacional, el Monumento a Cuauhtémoc, el Hemiciclo a Benito Juárez y la Columna de la Independencia, símbolo representativo de la Ciudad de México en la actualidad, y cuya inauguración tuvo lugar el 16 de septiembre de ese año.
Pero ese año no tuvo lugar sólo el aniversario de la Independencia de México, sino también el paso del cometa Halley, que se tomó como designio tanto de buen augurio para las fiestas del centenario, como de mal presagio para el gobierno de Díaz, dado el clima de tensión previo al estallido revolucionario, tan sólo dos meses después. Tanto se ligó al cometa con las fiestas, que se le llamaba "El cometa centenario". El genial grabador José Guadalupe Posada, así relacionó los dos acontecimientos, con su característico manejo del humor:
Además de las críticas por el gasto y la intención de autoglorificación, así como la división de los festejos, separando al pueblo de los pudientes, Díaz recibió protestas multitudinarias por el trato dado al poeta Rubén Darío, pues tal como casi un siglo después lo haría Fox con el presidente de Cuba (el memorable "comes y te vas"), cedió ante la presión estadounidense que desconocía al gobierno de Nicaragua (se llevaba a cabo un golpe de estado en ese país, con la intervención norteamericana), negándose a recibirlo, notificándoselo a su llegada al país por medio de los poetas Amado Nervo y Justo Sierra.
Podemos ver que la celebración oficial del grito de Independencia, hoy, como hace cien años, responde especialmente a la necesidad de autoreafirmación de un hombre al frente de un país, al cual pretende mostrar como moderno y próspero, para legitimarse y legitimizar su gobierno. Al igual que hace cien años, también es una incongruencia que el grupo en el poder, que en su práctica diaria no responde a los ideales independentistas o revolucionarios, sean los encargados de celebrar estos eventos, pues son los herederos ideológicos de aquellos grupos conservadores a los que se combatió en esas luchas, de la misma forma en que es absurdo que ahora sea la Iglesia la que invite a unirse al festejo cuando su participación histórica en ese tiempo fue contraria, al grado de excomulgar a los héroes insurgentes. Así que yo entiendo y comulgo con el descontento de esta fiesta oficial, dado el despropósito del oneroso gasto y la incongruencia del discurso que lo acompaña.
Sin embargo, si objeto contundentemente el argumento de que no hay nada que festejar, pues con esta negativa estamos desconociendo la lucha misma, los logros que se obtuvieron con ella y la participación de todos esos personajes a lo largo de estos doscientos años, que han contribuido a la formación de una nación que se ha transformado a través de sus acciones. Ninguno de esos personajes escapa a las contradicciones de la naturaleza humana, ninguna de esas acciones es inmune al análisis retrospectivo, ni son tampoco tareas completas, pero aún así, ellos lograron avances o cambios que hoy nos permiten expresar nuestra inconformidad, de la forma en que podemos hacerlo.
No es su culpa que las figuras al frente del poder actual no estén a la altura de ellos, que las causas se hayan desvirtuado y corrompido, que se tergirversen sus ideales a favor de intereses de grupos políticos que no corresponden a ellos. Tampoco es su culpa que la indolencia y el desencanto nos hayan rebasado, y hallamos preferido contentarnos con alcanzar satisfactores inmediatos, sin responsabilizarnos por la marginación en que continúan tantos, tal como si ninguno de estos años hubiera transcurrido y siguieran esclavos en una hacienda o presos de una tienda de raya.
Yo no me uno a la fiesta oficial, pero sí celebro y conmemoro reconociendo lo que he dado por hecho durante mucho tiempo, pero que ahora sé que fueron conquistas de movimientos sociales importantes, reconociendo tanto a los hechos como a las personas que lo hicieron posible, y responsabilizándome de que estos privilegios dejen de serlo y se conviertan en derechos para los que todavía no gozan de ellos.
Estamos, además, testificando una fecha significativa; finalmente, la historia se rige en base a ellas, también. Reflexionar sobre los hechos que construyeron nuestro presente, analizarlos y difundirlos, es también parte de nuestras responsabilidades. "Aquellos que no conocen el pasado están condenados a repetirlo", dijo el filósofo George Santayana (frase que inspiró la que se encuentra grabada en la entrada del campo de concentración de Auschwitz: "Un pueblo que no conoce su historia está condenada a repetirla")... y si doscientos años no han sido suficientes para evitarlo, es parte de nuestra tarea que no precisemos otros doscientos más.
Si gustan, acompáñenme a decir "salud".
Plus:
PRIMER CENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO (1910)
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se que me caerá pesado pero SALUD!
ResponderBorrary buenas fiestas (a todos) :)
¡Salud! Malbicho :)
ResponderBorrarTA TA TA TA TA TA TA TA TA TA TA TA TA TA TA!!!
ResponderBorrarEso es un pedacito del de Moncayo!
Salud!
2046
Comparto tu brindis porque el sentimiento de celebración está perfectamente orientado a donde tiene que ser y por quienes tienen que ser.
ResponderBorrarSalud pues!
Excelente Post Mal Bicho, es bueno desmitificar estas fechas que terminan siendo un acto panfletario carente de sentido... en Chile estamos a unos días de 4 días de festejos que seguramente serán desenfrenados... yo, sólo celebro el folclor vivo de mi país que para estas fechas parece emerger desde las "catacumbas"... ¿cuan libres hemos sido, cuan vasallos seguimos siendo, cuanto hemos aprendido y evolucionado...? La historia habla por si sola, y el día a día de los ciudadanos también.
ResponderBorrarTe dejo un abrazo fraterno hermana Mexicana!
A celebrar
ResponderBorrarPero en el fondo de mi, como que hay algo que me dice que es necesario hacer algo más que festejar, porque me queda esa sensación de incompletitud, de insatisfacción. Entiendo el punto y lo comparto de todo lo que has escrito respecto a nuestros heroes: su tiempo, sus circunstancias, su humanidad y su aporte a nustra nación y agradezco la libertad y estilo de vida que disfruto hoy gracias a esos acontecimientos. Sin embargo es egoista y conformista mi actitud, que bien por los personajes que pudieron hacer algo en el pasado ¿Pero donde están los personajes que hagan algo hoy?, cuando vemos que las historias de esos tiempos son parecidas a los de estos; en los que sigue uno esclavo de las tiendas (ahora supers)y sus voraces creditos, o de los bancos y sus agiotistas prestamos, cuando el campo de México sigue en muchos lugares en las mismas condiciones que hace cien años,... bueno ya mejor le paro no quiero seguir de amargoso y me vaya a caer mal la cena en la noche.
Ya pues, ta bueno salud. Si no es que no quiera festejar, lo que pasa es que luego no puedo parar.
Saquen el tequila.
A ver si pedo se me pasa este desencanto de saber en que manos esta y como padece mi nación.
@jinshi0
ResponderBorrarsalud jinshi0, eres uno de los lectores más jóvenes pero también de los que tienen una actitud más crítica, lo cual celebro
otra buena razón para empinar el codo -je-
@nora
salud!!!, gracias por unirte al festejo, ese es otro buen motivo para celebrar, las buenas relaciones que tenemos con otros países, apenas lei un poco sobre el apoyo económico que tu país ha estado dando al nuestro para ayudar a nuestro desarrollo (material para un post, sin duda)
brindo también por tenerte aquí
=)
@Champy
ja, ja, ja
qué bueno que me avisas que es moncayo, yo pensé que me estabas ametrallando!
-je, je-
gracias por compartir mi texto en tu blog, tu celebración del bicentenario es una de las más originales y mejor ideadas
salud por eso!
@Amorphis
que´sto quel´otro... salud!!
y claro que debe ser así, no dejemos que las intenciones fecalosas nos arrebaten una fiesta que nos pertenece por derecho (y por responsabilidad)
=)
@Eva Magallanes
me uno a celebrar tu folclor, porque es uno de los que más disfruto, al grado que siento mío en gran parte
te correspondo plenamente ese abrazo con gran gusto y brindo también por tu hermoso país
@Jaspo
te entiendo, es esa parte la que también quiero rescatar, junto con los derechos vienen también las obligaciones y las responsabilidades, es tarea nuestra que esos ideales sigan encauzados a la mejora de nuestra realidad, y en especial, de los que aún sufren los mismos males
más allá del festejo en un este día, celebrar nuestra identidad sí es motivo de fiesta continua en todo el año, conociéndote como tengo el privilegio de hacerlo, sé que lo haces así, de la misma manera en que sé que también contribuyes al desarrollo del país en las áreas que te corresponde hacerlo, por eso también celebro que sigas inconforme e insatisfecho, pues esa insatisfacción promoverá en ti una mayor movilidad y, por ende, mayores aportes
me uno a tu sentir y a tu brindis
y me faltó explicar que me parece muy bueno que una mayoría se exprese abiertamente sobre su desacuerdo a este festejo, el decir: "no hay nada que festejar" manifiesta también un cuestionamiento, pero como le decía a Amorphis: esta fecha y su significado no le pertenecen a esos gobernantes y políticos ineficaces, nos pertenecen a nosotros, no dejemos que nos arrebaten también el gusto por nuestra identidad y la conmemoración necesaria de estos eventos, no celebremos con ellos pero hagamos una conmemoración alterna, sí hay motivos y sí hay buenos pretextos para celebrarnos a nosotros mismos, si no es con un brindis que sea con una reflexión, pero no dejemos pasar esta fecha negando su importancia
@nora
ResponderBorrargracias nora... mil, mil gracias
ya fui al enlace que dejas a tu blog y al post que haces sobre lo que alguna vez te dije, te agradezco en todo lo que cabe la deferencia y me conmueve lo que expresas
tlazocamati
Bichito
ResponderBorrarNo es que no haya nada qué celebra. Lo que no hay es hoy día ánimo celebratorio estando el país como está… en todos los sentidos. Eso no implica que uno no reconozca el esfuerzo de nuestros héroes patrios. Pero vamos, el país es hoy más dependiente que nunca, y en más de un aspecto fundamental; el país está gobernado por una punta de criollistas, clasistas, incultos, contrarrevolucionarios y entreguistas, a quienes ambas festividades les quedaron muy grandes. Ante este panorama, qué lejos se ven las dos gestas que en 2010 conmemoramos. Duele, y jode, que el Grito del 15 de septiembre haya sido manipulado por la derecha católica que mal gobierna este país, quien ha convertido esa celebración eminentemente popular… en un festejo VIP... que la Presidencia de la República nos invita a "disfrutar"... por Tv o Internet.
No obstante, como dijo una twittera esta mañana:
¡Que Sobreviva México, cabrones¡
y yo completé como en plegaria: Amén
@marichuy
ResponderBorrarlo sé, y sé que habrá hogares enlutados que sientan como una bofetada el ánimo festivo de otros, lamentablemente, caer en el desánimo tampoco los va a ayudar a superar su pérdida, así como tampoco ayudará a los que sufren carencias básicas que se reniegue de estas fiestas, habrá que seguir construyendo y levantando un país que se desmorona, día a día, como ya hacen muchos, con un esfuerzo extra y una labor que no sólo busque satisfactores individuales; a los grupos en el poder, con todo y los tejemanejes de la política, habremos de encontrar la manera de hacérles entender que es "mandar obedeciendo" la única forma que admitiremos nos gobiernen
lo de la "desinvitación masiva" también es una humorada más de nuestro presidentitito, le ha de temblar hasta la mollera de imaginar lo que pasaría si se salen de control las cosas durante estas ceremonias, gracias a su estúpida presunción
que viva y que sobreviva... cómo chingaos no!!!