Y algo en que definitivamente Don Porfirio puso especial empeño, fue en planear la cena con que se celebraría el cumpleaños número cien del país, como los ochenta años que él mismo cumplía. A diferencia de la mayoría de los mexicanos de ese tiempo y de ahora, que preferimos la comida típica y no concebimos una noche mexicana sin pozole, buñuelos, elotes con mayonesa y queso, tostadas de pata o tinga, chiles poblanos rellenos, mole, tamales, tequila o mezcal, los convidados del Palacio Nacional leyeron -y los más admirados, pronunciaron y tradujeron- el menú en francés, y brindaron con champaña, vino blanco y tinto, también galos.
El menú de doce tiempos fue servido alrededor de la media noche, después de que se diera el primer Grito de Independencia en la primera noche mexicana, y antes de bajar la comida en el baile con que los invitados internacionales y la alta sociedad local festejaron al dictador por su larga vida personal, y su larga vida en el poder.
De los periódicos de ese tiempo se sabe que el Palacio Nacional estuvo adornado con arreglos florales de rosas rojas y gladiolas, e hileras con treinta mil focos blancos -un verdadero lujo en esos tiempos, además de toda una novedad-, además de las pinturas, los cortinajes, los gobelinos y los ornamentos que las familias de abolengo prestaron para acrecentar la suntuosidad del edificio. La mesa del banquete, la invitación al baile conmemorativo y los convidados tenían este aspecto:
Y mientras en el patio central una orquesta de 150 miembros ejecutaba valses austriacos, en las elegantes vajillas con el monograma de Porfirio Díaz en el centro, y el águila porfiriana en un borde, se sirvieron los platillos elaborados con finos ingredientes extranjeros, creados por el chef presidencial Sylvain Dumont; la misma Primera Dama, Doña Carmelita Romero Rubio (pfff, muy refinada y toda la cosa, pero tiene apellido de estación de metro o de mercado), que ese día vistió de seda de oro, y se adornó con perlas y brillantes, dispuso los lugares en las mesas.
No hay en la red un documento preciso sobre el menú del centenario, pero aquí encontramos la descripción de cuatro de esos platillos:
- Melon glacé au Clicquot rosé, Perlas de melón bañadas en champaña rosada. El uso de las versiones rosadas no es nada común en aquella época
Potage Christophe Colomb, Potaje Cristóbal Colón. No existen pistas sobre sus ingredientes. Se interpretó como una sopa de cebolla con productos mexicanos como piloncillo y chile ancho; el toque italiano de Cristóbal Colón: queso grana pagano.- Saumon du Rhin grillé à la St. Malo, Salmón del Rhin a la parrilla con salsa St. Malo. En aquellos tiempos, este pescado importado de Europa, era considerado un lujo. La interpretación de esta receta se elaboró con salsa de crustáceos.
- Poularde à l’écarlate, Pollito de leche a la escarlata. Los platillos solían bautizarse con nombres rimbombantes sin describir sus ingredientes. El color escarlata se reprodujo, en este caso, con una salsa de frambuesa.
Para darnos una idea de cómo el estilo francés en la gastronomía, influenciaba en ese tiempo, encontramos el menú de la cena que se organizó en 1905, en el restaurante Chapultepec, en honor del Ministro de Hacienda (José Ives Limantour), así como la invitación a la misma.
Y junto a una divertida anécdota, encontramos el menú que se sirvió en uno de los últimos acontecimientos sociales que llevó a cabo Don Porfirio en Palacion Nacional, en la gala del 23 de septiembre de ese año del centenario:
Consommé Riche
Petits Patés á la Russe
Escaloppes de Dorades á la Parisienne
Noisettes de Chevreuil Purée de Champignons
Foie Gras de Strasbourg en Croutes
Filets de Drinde en Chaud Froid
Paupiettes de Veau a l’Ambassadrice
Salade Charbonniére
Brioches Mousseline Sauces Groseilles et Abricots
Glace Dame Blanche
Desserts
Café-Thé
Jerez Fino Gaditano
Chablis Moutonne
Mouton Rothschild 1889
G.G. Mumm & Co. Cordon Rouge
Plus: Imágenes sobre el festejo del Centenario de la Independencia de México en El (micro)Fanzine.
voy a ver si puedo echarme una remojadita de callos aprovechando el puentecito, así que si no me ven por aquí no se sorprendan ni se entristezcan de más, que volveré más pronto que temprano (más tostadita, pero igual de chuladebonita que siempre)
ResponderBorrar´ay les dejo mi reputación para que la hagan pedazos, que yo soy de esos pájaros que se meten a la alberca y no se lavan... oh sí, mi plumaje es de esos!!
que rica cena la de Don Porfirio
ResponderBorrarsaludos malbichito
Bichin
ResponderBorrarRecuerda la máxima porfiriana:
“Tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”; la de Felipe sería “Tan cerca de Dios y tan lejos de Estados Unidos”.
A Don Porfirio le seducía el estilo francés de aquella época, elegante y refinado. A Calderón le seduce el peor Hollywood, el más clichoso, ese lleno de relumbres sin contenido, como espectaculares filmes apantalla bobos.
Abrazos
...
ResponderBorrar¡Vale!, que tragen lo que sea.
Yo me tragé lo que pude y lo que me gusta.
A mí ni me ofende ni me agrada (más bien me es indiferente, cada quién con sus poses y sus absurdos) que en una fiesta mexicana se coma pozole, mole coloradito de oaxaca o Noisettes de Chevreuil Purée de Champignons. Que se tome tequila o Mouton Rothschild 1889.
Lo que me caga es que frente a tanta pobreza extrema, anden mostrando la superficialidad de actitud, templanza y pensamiento. No sólo se observan estas pendejadas en las fiestas patrioteras, sino en cada acción gubernamental.
De gala y buena tragada por un lado y por otro, apostado medio ejército para evitar madrazos.
Somos el país de la pantalla y la negación, del remilgo o queja, pero principalmente del poco involucramiento(lo digo por los que cuando hay que levantar la voz y arriesgarse, nomás no lo hacen).
A ver quién viene a salvarnos...y no estoy hablando del chapulín colorado, ¿eh? Jejeje.
Saludetes mi querida ave con vuelos estampados.
Mafalda
mi no conocer ni maíz de lo que dice el menú, ji ji me quedo con unas chalupas con harta grasa y un pozole bien caliente.
ResponderBorrarAjua!
...qué bueno que este "setzenio" no le tocó a Chente Fotz, no me imagino que habría hecho Martita Según con tal de superar a Doña Carmelita... y lo peor es que habría sido con cargo al erario...
ResponderBorrar@Anónimo:
ResponderBorrarpues yo no tengo mucha idea de lo que no me tradujeron, pero tan sólo el pollito sí me lo echaba -je-
saludos incógnitos
=)
@marichuy
je, je... pues sí me pasaste a fregar -otra vez-, porque sí fui una de esos a los que les gustaron algunas cosas del desfile, independientemente de que fueron convocados por él y aunque tampoco fue tan espectacular como anticiparon, me gustaron algunos conceptos y ese recurso de usar la fachada de un edificio me gusta desde que empezaron los mediafachades de Berlín, ojalá se sigan tomando las calles para la expresión artística y ojalá no tengan que estar supeditadas estas expresiones a un interés tan ramplón como el de ahora
y otra cosa horrible fue la transmisión de la televisora del bicentenario, su edición no permitió apreciar lo que parecía interesante por priorizar sus closops a la cara del jelipillo, encima los comentarios que había que oir, yo huía de uno a otro canal, y hasta tu adorado jairo calixto en milenio me parecía odioso -je-
tu frase de estar tan cerca de dios y tan lejos de estados unidos es tan certera como divertida
=)
@Mafalda
es cierto lo que dices, nuestro mayor pecado es el de no involucrarnos, hay todo un sistema empeñado en que no lo hagamos, solemos hasta criticar al que lo hace por idealista, poco práctico e iluso y sucumbimos ante necesidades bien vanales
mi estampado de hoy se cubrió por el solecito, me quemé de más y estoy tan ardida como si no me hubieran invitado a esa cenita centenaria -je-
saludos
@Amorphis
ay, qué rica es la masita ahogada en mantequita y chile, verdad?
es tan rica como hipertensocolesterólico... yummie-yummie
@Sergio
ja, ja... pues yo casi extraño a la sahagún cuando veo a la actual primera dama... ay, es tan grisácea como estos cielos que nos trajo karl, el huracán del bicentenario
Bichito
ResponderBorrarLo decía por la concepción de las festividades del Bicentenario, por parte de los PANistas. Muy hollywoodizado o como atinadísimamente decía Luis Hernández Navarro en un artículo hace meses: la waltdisneyzación de la historia mexicana. El desfile del 15 no lo vi (bueno, no vi nada), pero en la prensa extranjera vi algunas fotos muy buenas. Mi problema es que ya estoy until the mother de la palabra Bicentenario… de que todo tenga que llevar el añadido de ‘bicentenario’... a ese paso hasta la crisis será bicentenaria, los NINISs bicentenarios, la jodidez nacional bicentenaria… etc. Me chocó, por decir lo menos, que mientras el malnacido de Carlos Salinas entraba a Palacio Nacional la noche del 15, la gente ahí afuera en la Plaza de la Constitución estuviera papando moscas y vitoreando (si el desgraciado de Díaz Ordaz viviera, seguro también habría entrado a departir con sus compas impresentables). Esas cosas me privaron del desfrute. A mí también me gusta lo kitsch, por ejemplo los fuegos pirotécnicos y (no sabía que los del 15 los había diseñado Christophe Berthonneau, que es un buenazo en la materia). Y el que el Sacrosanto Bicentenario me haya costado hasta una querida amistad, me jode más y por eso estoy a punto del regurgite… Y por cierto, ¿qué tal con la mala leche de los PANistas poniendo a José Guajardo como modelo del adefesio ese del Coloso?
Abrazos
PS Que las calles se tomen para el Arte, o que el Arte tome las calles, a mí también me gusta y ciertamente no se lo debemos ni al PAN ni al Bicentenario, hace tiempo que existe y siempre sido una manifestación surgida en grupos o artistas alejados de Mainstream, nunca nacida gracias al oficialismo.
@marichuy
ResponderBorrarqué mal lo de la pérdida de una amistad por estas cuestiones, cómo nos hace daño el radicalismo tendido hacia cualquier lado, ojalá haya oportunidad de aclarar las cosas
y es que, como te diré?... yo misma me he sentido un poquito atacada y hasta marginada de algunas amistades que se pronunciaron a favor de no celebrar nada, y cuando yo exponía mis razones para querer rescatar la conmemoración -por lo menos-, también sentía ese dejo de desaprobación... cuando en tiempo de elecciones, yo estaba en un ámbito laboral empresarial, pero en cuestiones de actividades recreativas y artísticas, en uno ligado al perredismo, y bueno, obvio, entre los empresarios era muy mal visto que no me sumara a la descalificación desalmada de lópez obrador y sus simpatizantes, y cuando estaba en los talleres a los que asistía, mi mirada crítica hacia el candidato mesiánico era casi vista como una traición, así, en un lado y otro era estigmatizada y atacada casi con furia en cuanto no me sumaba a la opinión dominante
me acordé de esos tiempos en este periodo de festejos bicentenarios -je-, cómo nos hace falta una materia de tolerancia y conciliación desde la primaria, no?
y ya por otra parte, la iluminación del ángel fue espectacular, muy en el estilo de esa iluminación de la torre eiffel en los albores del siglo, lástima que por tele no se pudo ver mucho
posdatita: no era necesaria la explicación, pero te agradezco que me la dieras, es una de las tantas razones por las que tu amistad es bicentenaria para mí
-je-
Bichi
ResponderBorrarEs oficial y público: te quiero 'condenadota'; de verdad que eres de lo mejor que he hallado en la blogósfera.
Y sí, la iluminación de la Victoria Alada debió ser espectacular como la de la Eiffel en los albores del 2000 (esa sí la vi... huy y si te dijera en qué lugar me encontraba estaba cuando aquello... sería un poco porno), porque el mismo Christophe Berthonneau la diseñó.
@marichuy
ResponderBorrarsip, su estilo en la iluminación del ángel se notó enseguida, yo también me emocioné cuando supe que él sería el que se iba a encargar de la pirotecnia, del australiano que ha hecho las inauguraciones olímpicas sí esperaba más, y los que agarran las fachadas de pantalla son mexicanos y bien jóvenes
yo también te quello =)