Hoy se cumplen trece años del entierro de Diana Spencer, reconocida internacionalmente como Lady Di gracias a los profusos titulares de la prensa rosa de todo el mundo, que la erigió como la estrella con más brillo en el firmamento mediático. Su entierro fue un espectáculo cubierto por todos los medios, tan sólo por televisión fue visto por más de 2 500 millones de espectadores, más que los que vieron el de Michael Jackson (Rey del pop) y el de Juan Pablo II (el Papa más popular), otros dos reyes del pueblo. Y aún causa sorpresa las manifestaciones de duelo y cariño popular que la noticia de su muerte provocó, sobretodo entre el pueblo británico, que se olvidó de la reprobación a sus últimos escándalos para exigir un trato de realeza en sus funerales.
Lady Di era la mujer más famosa y fotografiada del mundo, con el récord Guiness del mayor número de portadas de revistas, protagonista de la boda del siglo, la que también es la boda televisada con mayor nivel de audiencia en la historia, y con la que consiguió hacer creer a las niñas y a las jovencitas que no perdieron detalles de su vestido, de su peinado y de la ceremonia, que los cuentos de hadas sí se hacían realidad, pues ella no había necesitado de ser hija de reyes para conquistar a un príncipe. Era una muchacha tímida, rubia, de inmensos ojos esperanzados y sonrisa dulce, como las verdaderas heroínas de los cuentos que terminan su noche de bodas en la torre de un castillo, de la mano de un príncipe en traje militar.
Sin embargo, la decepción por la vida de princesa que le tocó vivir, fue también pública gracias al incesante acoso de los medios, que no le dejó espacio para ocultar ni siquiera su ropa interior, menos aún sus intermitentes crisis personales y su renuncia a la realeza. Ese persistente custodio de la prensa mundial, sirvió, por lo menos, para que su lucha por varias causas sociales pudiera ser colocado en el ojo público de todo el mundo, así, las minas antipersonales, la hambruna infantil en África, las víctimas del SIDA y otras causas humanitarias fueron combatidas desde su privilegiada posición. Curiosamente, su belleza, carisma y sentido de la moda, elementos que la encumbraron en el teleobjetivo mundial, en la alta esfera socialité y hasta en la escena política, parecían repetir la historia de su antepasada, la Duquesa de Devonshire (recreada en la película La Duquesa), incluidos el matrimonio arreglado y las infidelidades maritales. Pero Lady Di, gracias a que le tocó ser una princesa del siglo XX, pudo escapar del protocolo británico, aunque no así de la persecución mediática, que no la abandonó ni siquiera en los últimos momentos de su vida, cuando la persiguieron en el tunel en el que perdería la vida, en un percance automovilístico (que muchos aseguran todavía que no fue accidente).
Los funerales de La princesa del pueblo tuvieron que ser una excepción del protocolo real ("Un funeral único para una persona única", fue la explicación oficial), pues la opinión pública demandaba se le diera un trato de Alteza Real, y sin embargo, tras su divorcio, ya no estaba contemplada como tal, aunque seguía siendo un miembro de la familia real británica al ser madre del segundo en línea al trono. Este conflicto y sus repercusiones fueron tratadas en la película The queen; finalmente, la reina, ante la presión popular y política, rinde homenaje a Diana de Gales en sus funerales, antes de su entierro en la isla artificial propiedad de su familia, para evitar que su tumba se convierta en un centro de peregrinación.
La reflexión que queda ante su recuerdo, es la manera en que el escrutinio mediático, obedeciendo al aparente deseo del público, afectó tanto la vida de una persona que trató, fundamentalmente, de formar una familia, siendo su casi único error, ignorar las implicaciones que entrar a la familia real significaban. Trece años después de su muerte, aún no se han dejado de lado las especulaciones ni el juicio sobre su personalidad y sus circunstancias; ni se ha corregido nada de la manera tan invasiva en que los medios se adentran en la vida privada de las figuras públicas. La forma en que esos paparazzi rodearon el vehículo accidentado, tomando fotografías antes que auxiliar a las víctimas, para después ofrecerlas al mejor postor, sigue siendo indignante, aún cuando se les haya exculpado de ser la causa del accidente.
también hoy se cumplen tres años de la partida del gran pavarotti
ResponderBorrarAy mi Bichi, pues yo de esta historia tengo poco qué decir. Creo que el "error" de Diana fue casarse con semejante personaje. Ella con todo y su clase y tal, era una chica sencilla y esa familia tan almidonada, tan marcada por sucesos ingratos, la dañó mucho siendo ella tan joven e inexperta.
ResponderBorrarHubieras puesto un video de mi gordis Pava, por ejemplo Carusso a dúo con Lucio Dalla.
Abrazos
Esta chava, hoy, ya yo adulto, la respeto más que en su momento.
ResponderBorrarMe parecen muy respetables sus tamaños para enfrentarse a quien se enfrentó, y al parecer sin miedo, y lo más cabrón, nunca olvidandose Madre, y lo más chingón, siempre sabiendose mujer.
A diferencia de Marichuy yo creo que no, que no la dañaron nadita sino todo lo contrario, toda esa caca monárquica la fortaleció y le empujó a todo lo conseguido.
Con 2046 mujeres como ella el mundo apestaría menos.
2046 Besotes!
@marichuy
ResponderBorrarson muchos los que ceden ante la tentación de inmortalizarse y distinguirse del resto de los mortales aceptando formar parte de una familia de sangre azul, pero no a todos les va tan mal como a esta mujer, que quizá, cuando se dió cuenta de que no necesitaba ser de la realeza para ser noble, lo único que quiso fue escapar sin que la sed de la opinión pública se lo permitiera
aun cuando sólo haya sido un accidente lo que causó su muerte, quién puede no entenderla al tratar de huir de quienes no la dejaban ni un instante tranquila?, leí una reseña en que alguien decía que salía del restaurante más caro de parís, en uno de los autos más onerosos que existían en ese entonces, rumbo a una de las propiedades más caras y de la mano de una de las personas más adineradas de este inequitativo mundo... yyyy???? -cómo diría mi buena amiga lucerito-, eso ya implica que no merecía buscar la felicidad o que su muerte no es lamentable?, yo me recuerdo a los diez años sentada frente a la tele viendo su boda, imaginando su suerte de ser princesa de a de veras (aunque en realidad esos no fueron nunca mis sueños), y me recuerdo haber visto sus fotos en revistas, siguiendo la evolución de la moda a través de su espigada figura... y sin embargo, si pudiera hacerlo, elegiría no saber nada de ella si con eso la supiera viva y tratando de alcanzar la felicidad, tal como tenemos derecho cualquiera de nosotros, no me puedo imaginar ni un día en sus zapatos, siendo tan no dueña de su vida pues en realidad le pertenecía a sus espectadores
del gordito pavarotti puse un videíto en tuiter, acá ya no, pero sí dudé en hacer un post, sólo que me ganó mi necesidad de hablar de diana, pues llevo trece años con esta queja atorada, cómo podemos ser tan buitres con alguien a quien decimos admirar?
@Champy
casi me pasa igual que tú, aunque yo siempre la vi con mucha simpatía y casi admiración, sin que eso significara que me bebía todas sus notas, aún así la exposición mediática de todos sus actos me alcanzaba y me dejaba atrapar por algún chisme de ella, pero su muerte me dejó con esta insatisfacción por haber sido parte del público sentado en las gradas de ese circo romano, apuntando el pulgar hacia abajo, juzgándola o alimentando mi morbo de lo que la prensa rosa decía, diana de gales mereció que se le dejara ser sólo diana spencer, entre ella y paris hilton hay mucha distancia, no sólo en clase, sino hasta en calidad humana, pues como dices, fue madre y mujer antes que princesa del pueblo o de la prensa, y al final creo que fue esta última la que sí consiguió dañarla
un abrazo y un beso
Fijate que siempre me pareció interesante la vida de esta mujer, creo que fue lo bastante inteligente como para sacar cosas muy buenas como ser humano de la mierda de vida que eligio al casarse con el pendejete narizón ese, en fin... sin embargo cuando ella murió también acababa de morir la madre Teresa de Calcuta y pienso que es realmente vergonzoso que a la muerte de esta mujer no se le haya dado la importancia que tenía, el mundo entero se concentró en la muerte de Diana, cuando (y sin ser fanatica religiosa ni nada por el estilo) la madre Teresa fue y sigue siendo un ejemplo cabrón de lo que es una mujer con ganas de vivir, con la fortaleza y constancia que se necesitan para luchar hasta sus últimas consecuencias por ser mejor ser humano, con todo lo que ello implicó en su vida. Sin embargo pasó casi desapercibida, será porque ella no era una princesa?
ResponderBorrarMuy interesante.
@Carlanoche
ResponderBorrartienes razón, mediáticamente pesa mucho más la figura y la muerte de lady di, pero a pesar de eso creo que en el sentido popular la figura de la madre teresa es mucho más importante, pues aunque hay mucha gente que sigue lamentando la ausencia y recordando con admiración a la ex-princesa, también hay muchos que dicen que es sólo una figura de un mundito frívolo y banal, que no tuvo ningún mérito, sin embargo, a la madre teresa nadie le discute los suyos, a pesar de que es cierto que en prensa repercutió mucho más la muerte de diana, también la otra se llevó los titulares, sólo que no permaneció tanto tiempo "en portada", también creo que tuvo que ver que una fuera una muerte accidental, violenta e inesperada, y la otra, una acción que no deja de ser lamentable pero que se comprende más natural
yo admito que no me di tiempo de escribir sobre la madre teresa, pero al igual que tú, siempre ligo a los dos sucesos y a las dos figuras emblemáticas, no sólo por la cercanía de las fechas de sus muertes, sino por la cercanía de sus obras filantrópicas pues incluso es recordada la colaboración de la princesa para la obra de la religiosa
gracias por tu comentario, lamento haberlo visto tan tarde, a veces se me pasan algunos al dejar acumular los posts
un saludo!
...no solo son 13 años de su muerte, sino que además este año hubiera cumplido solo 50 años, seguro sería una mujer espectacular en plena vida!!! ... fue muy pronto...y vivió muy rápido. Gracias por el post del recuerdo Malbi, en verdad me gusta esa parte dónde mencionas que ojalá no supieras de su vida, si de eso dependiera que siguiera viva... Lo que hoy parece una nota más, una historia de revista...mañana será historia en los libros de ese país y ella estará ahí.
ResponderBorrarMenos, tu comentario me parece tan acertado que espero sea tomado en cuenta por todos aquellos que juzgan estas temas como irrelevantes o frìvolos, alguna vez en tu espacio, con motivo del mismo tema, leì a Marìa Teresa Priego defender el interès por esta princesa diciendo que nos interesamos por las figuras de la realeza de otros siglos pero que denostamos las de ahora
ResponderBorrarsaludos y gracias, Menos, por venir a avivar la conversaciòn