Ouroboros.
Del copto ouro, "rey", y del hebreo, ob, "serpiente".
El Ouroboros es el símbolo del eterno retorno y de la continua regeneración de la vida y la totalidad del universo, es el emblema de la creación; de la naturaleza cíclica en conceptos como el movimiento, la continuidad y el tiempo. La actitud de morderse la cola representa el principio de la autofecundación.
Los orígenes son tomados de los egipcios, del anillo de la unión entre las cuatro divinidades cósmicas Sithis (Siris), Isis, Osiris y Horus. Las divinidades y símbolos correlativos son Hermes (Mercurio), Eón, tiempo cósmico; serpiente alada o dragón alquímico, mercurial o plata viva, rueda de fuego, círculo.
El Uno, el Todo. εν το παν (hen to pan) .
El registro más antiguo de su aparición es en un libro de Alejandría, en el siglo II, que decía hen to pan, o "Uno es Todo". Aquí ya se le representa mitad blanco, mitad negro, demostrando la dualidad y la oposición de diversas nociones como el cielo y la tierra, el bien y el mal, el día y la noche, el yin y el yang, y de todos los valores que portan tales opuestos
El ouroboros sugiere que al fin le corresponde un nuevo comienzo en constante repetición, que el final de un camino o de un proceso significa un nuevo principio; de la imagen del círculo de una serpiente o un dragón que se cierra en sí mismo, devorándose contínuamente, resulta una metáfora de una repetición cíclica que significa la circulación de los tiempos, el fin de los mundos y nuevas creaciones, del morir y del renacer, en síntesis: la eternidad, el infinito, ya simbolizados de antemano por el simple círculo.
El Fanzine presenta en el Dossier sobre el Ouroboros:
Fin y Comienzo
La Ciclicidad
El Símbolo
El Rey Serpiente y la Plástica
Referencia
Las Imágenes
Inspiración Visual
Complemento:
Ouroboros, El Círculo Infinito
La Corona de Ouroboros
Ouroboros y la Poesía de Gorostiza
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