José Gorostiza. Poeta, profesor y diplomático mexicano, nacido en Tabasco. Su obra, si bien breve, lo ubica como uno de los autores universales de mayor profundidad intelectual. Quizá su obra más conocida es «Muerte sin fin», poema de índole metafísica, en el que una vez más el ineludible ouroboros se hace presente. Dudo mucho que Gorostiza escribió tan largo poema inconsciente de la figura del ouroboros. A la manera de Borges, sus referencias son veladas y circulares como se verá más adelante. Los versos que le conceden el título de "Poeta de la Inteligencia" son asimismo circulares y de una profundidad lírica gratísima, exquisita.
No es de sorprender la circularidad de la inteligencia gorosticense, que se fecunda y recrea en sí misma. Después de todo, el ouroboros es una serpiente, el mismo animal con que se representa desde antiguo a la sagacidad y el intelecto.
No es de sorprender la circularidad de la inteligencia gorosticense, que se fecunda y recrea en sí misma. Después de todo, el ouroboros es una serpiente, el mismo animal con que se representa desde antiguo a la sagacidad y el intelecto.
"[...] hijo de su misma muerte,
gestado en la aridez de sus escombros—
siente que su fatiga se fatiga,
se erige a descansar de su descanso
y sueña que su sueño se repite,
irresponsable, eterno,
muerte sin fin de una obstinada muerte,
sueño de garza anochecido a plomo
que cambia sí de pie, mas no de sueño,
que cambia sí la imagen,
mas no la doncellez de su osadía
¡oh inteligencia, soledad en llamas!
que lo consume todo hasta el silencio,
sí, como una semilla enamorada
que pudiera soñarse germinando,
probar en el rencor de la molécula
el salto de las ramas que aprisiona
y el gusto de su fruta prohibida,
ay, sin hollar, semilla casta,
sus propios impasibles tegumentos.
¡Oh inteligencia, soledad en llamas
¡Oh inteligencia, soledad en llamas
que todo lo concibe sin crearlo!
Finge el calor del lodo,
su emoción de substancia adolorida,
el iracundo amor que lo embellece
y lo encumbra más allá de las alas
a donde sólo el ritmo
de los luceros llora,
mas no le infunde el soplo que lo pone en pie
y permanece recreándose a sí misma,
única en Él, inmaculada, sola en Él,
reticencia indecible,
amoroso temor de la materia,
angélico egoísmo que se escapa
como un grito de júbilo sobre la muerte
— oh inteligencia, páramo de espejos!
helada emanación de rosas pétreas
en la cumbre de un tiempo paralítico;
pulso sellado;
como una red de arterias temblorosas,
hermético sistema de eslabones
que apenas se apresura o se retarda
según la intensidad de su deleite;
abstinencia angustiosa
que presume el dolor y no lo crea,
que escucha ya en la estepa de sus tímpanos
retumbar el gemido del lenguaje
y no lo emite [...]"
por: Ulisses P. Bolón, ICrP
3 ideas en tránsito:
Lo dicho nunca termino de aprender, y si El principito de Exupery, lo he leido y entendido de 4 o 5 formas disitntas las veces que lo he leido. No podía ser disitnto ahora con este poema de Gorostiza. De ininguna otra forma más que esta yo me hubiera enterado de los ouroboros escondidos en "Muerte sin fin", gracias Ulises, me has motivado ha buscar mi ejemplar del fondo de cultura con los poemas de gorostiza para volverlo a leer y volverlo a descubrir.
Jaspin,
Es un enorme halago de tu parte. Disfruta de tu lectura y mil gracias por tu comentario.
ciclico.CONJETURA DEL DESTIEMPO EN DORADO REFLEJO SE ALIMENTA DE SU PROPIA ORILLA. EL DESTELLO Y EL ENIGMA DEL DRAGON ENSOMBRECIDO SIN ESPACIO SIN DIMENSIONES HA RECORRIDO LA ETERNA PRISION DE LOS DESCONOCIDO, LABERINTO LIQUIDO PRESIENTO AL POEMA SUMERGIDO, EL RELOJ DE ARENA ES EL CUERPO DEL OUROVOURUS DIAFANO SIN TRIDENTE MALHERIDO.
JUAN CARLOS MIRANDA
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