"El amor es ciego". Shakespeare.
El contacto visual suele ser el primer estímulo que activa la atracción, y cuando no es el primero, de igual forma es determinante para que continúe el enamoramiento. Las pupilas se dilatan hasta un veintinco por cierto. Los hombres responden más rápidamente a los estímulos visuales. Bastan 4 segundos para formar una opinión al ver a una persona que nos parezca atractiva.
El Oido
"Tu voz, que es gemir de violines en la madrugada". Ramón Cabrera
Caruso. Andrea Bocelli
El sonido de la voz -todavía más que las palabras, el tono, el color, el timbre- es uno de los factores más importantes al amar. Al combinarse con la sensación del aliento, la voz en susurro, al borde de la oreja, basta para despertar la pasión romántica. En los pabellones auditivos es donde se perciben primero el calor y el frío excesivo. El lenguaje también es parte medular de la seducción, el efecto que las palabras halagadoras, poéticas o emotivas tienen en el cerebro, es dirigido por los neurotransmisores a todo el cuerpo.
El Olfato.
"Los perfumes, los himnos órficos, las algarias en primera y en segunda acepción ... Aquí olés a sardónica. Aquí a crisoprasio. Aquí empezás a oler a vos misma". Julio Cortázar.
El aroma es uno de los estímulos más fuertes en el ser humano, el olor agradable atrae y complace satisfactoriamente. Las feromonas son las sustancias químicas que actúan como señales para un posible receptor, ese aroma se percibe inconscientemente, estimulando reacciones sexuales. Algunos etólogos, afirman que el aspecto fálico del apéndice nasal masculino, no es accidental, sino que obedece a la selección que realizaban las mujeres primitivas, al preferir hombres con rostro de aspecto púbico.
El Tacto.
la caricia mientras dura
y cuando se aleja deja
sin amparo a la lujuria".
Mario Benedetti.La geografía corporal está plagada de puntos que despiertan sensaciones voluptuosas, dividiéndose en zonas erógenas primarias, secundarias y terciarias, con 730 mil terminaciones nerviosas que responden al roce. La cara interna de la piel humana está tachonada de unos conglomerados celulares que se denominan corpúsculos de Krauser-Finger; y cuyo funcionamiento se semeja al de tres máquinas: una dínamo, que convierte la energía mecánica -una caricia, un beso- en eléctrica; una batería, para almacenarla, y un termostato, que al llegar a un nivel energético dispara la respuesta sexual.
El Gusto.
"...en la boca llevarás sabor a mí". Alvaro Carrillo.
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