sábado, 28 de febrero de 2009

El Santo. La máscara de plata (y el olvido).

Definitivamente voy a tener que establecer eso de "tarde, pero a tiempo" como una categoría más. Ésta vez el alzheimmer hizo víctima al ídolo del pueblo, a la leyenda de la lucha libre mexicana, al "Enmascarado de Plata":

El Santo


Aunque Rodolfo Guzmán Huerta (el hombre detrás de la máscara) murió un 5 de febrero hace 25 años, el Santo no ha muerto todavía. 53 películas que se repiten en televisión y se venden muy bien en video, historietas, series de radio, series de dibujos animados, cursos cinematográficos sobre su filmografía surrealista, libros y documentales que retratan su perfil, un hijo que clona su máscara y aumenta su merchandising, el renovado interés por la lucha libre, y el sincero y profundo cariño que el pueblo mexicano todavía le guarda, mantienen casi inalterable su recuerdo en la memoria colectiva.

En la pantalla de celuloide derrotó a zombies, mujeres vampiros, mafias internacionales, extraterrestres, momias, asesinos de televisores, y casi se enfrenta al mismo Fidel Castro (el rodaje de su primera película terminó en Cuba, un día antes de que los barbudos declararan el triunfo de la Revolución Cubana), pero en el cuadrilátero, su triunfo más importante fue sobre Black Shadow en 1952, y ya que nunca le pudieron arrebatar la máscara de plata, desde su presentación en 1942 hasta su despedida en el Toreo Cuatro Caminos en el 82, él mismo la retiró unos momentos para mostrar su rostro en televisión, en un programa conducido por Jacobo Zabludovsky, días antes de morir. Dando la razón a aquella leyenda que se tejió ante su invencibilidad: de que cuando perdiera su máscara, moriría.

Y es que, tal como -parafraseando a Brecht- decían los de Botellita de Jeréz en la canción en su honor: "Hay hombres que luchan un día y son buenos, hay hombres que luchan muchos años y son muy buenos, pero hay quienes luchan todos los domingos. . . esos son los chidos.”

6 ideas en tránsito:

PAYAXO dijo...

el santo siempre sera una figura importante en la idiosincracia de muchos de nosotros que crecimos viendolo como un idolo o mejor bien dicho; como un heroe q tenis sangre e iba al banyo y manejaba un MG convertible, si senyor! el santo casi casi llego a ser santo en nuestra cultura.

malbicho dijo...

exáctamente mi Payaxo, el Santo fue idolatrado como a una figura mística, y su peso se consolida más con el tiempo, pocas deidades populares sobreviven la marcha de los años sin perder relevancia, el tiempo le ha dado un reconocimiento cultural a su paso por el medio del entretenimiento: sus películas son estudiadas con la misma precisión que las de Buñuel, sus historietas son objeto de culto, su máscara se ha vuelto un ícono, su técnica es emulada y su nombre es una marca cotizada; y como dices, tenemos además la ventaja de que nuestro superhéroe nacional no es un personaje de ficción: sus triunfos sobre el mal fueron reales (por lo menos en el ring), su incorruptibilidad e invencibilidad fueron de una veracidad probada, su generosidad y nobleza testificadas... en el país del "todo es posible" podemos hablar de todo un héroe de realismo mágico

Anónimo dijo...

De morro (entre el 78 y el 84) recuerdo que me gustaba ver las películas del Santo, tanto en la TV como en el cine.

Eran funciones de permamencia voluntaria y entre cada película nos trepábamos a brincar junto a la pantalla del cine.

Me acuerdo que un día iban a pasar por la TV una película que no habia visto y coincidió con una excursión que organizaron en la escuela. PREFERÍ quedarme en casa y ver la película del Santo.

Luego me arrepentí (cuando ya era más grande), pero qué carajos! Ese día disfruté en la tele.

malbicho dijo...

ja, ja... yo también fui a verlo al cine -la de las mujeres lobas-, pese a su enorme tamaño el cine estaba repleto, la gente veía la película parada en los pasillos, sentada en las escaleras y en el suelo, frente a la pantalla (qué tiempos esos en que los estrenos y el programa doble del jueves eran el gran acontecimiento social)

Anónimo dijo...

Que recuerdos de aquellos cines gigantes, con permanencia voluntaria, donde nunca me dajaron ir a correr cerca de la pantalla, aunque si llegue a subirme. Hoy convertidos en centros religiosos de "pare de sufrir".

Del Santo siempre he tenido la curiosidad por aquella película, que según dicen hay desnudos de las mujeres vampiros. Hay si saben donde conseguirla avisen por fas.

malbicho dijo...

el soft porno de las películas del santo eran muy del estilo de fantomas, ese comic sesentero en donde aparecía rodeado de tecnología y piernudas con alias de signo zodiacal

el santo se fue transformando, ya en los setentas aparecía con cuellos de tortuga y chamarras de piel, además que manejaba los gadgets con la misma destreza que los puños y las patadas, hay un texto hilarante en un libro de ricardo garibay sobre un productor que idea como hacer una película con un luchador, y capta toda la esencia de estas películas

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