miércoles, 16 de marzo de 2011

Dossier: OBESIDAD, ESTIGMA SOCIAL. UNA HISTORIA MÓRBIDA



Dicen las malas lenguas que de bebé yo era bonita, estaba pelona y con hoyuelos en las mejillas, y era gordita, de esas bebitas que se ven bien sanas. Crecí y mi "sanidad" fue creciendo conmigo, producto de ser consentida en exceso y no recibir un "no" cada que pedía algo de comer. A los cinco años veía televisión todo el día y le hacía caso a cada anuncio de golosinas que veía, recuerdo a Capulina mandándome a comprar unos pingüinos Marinela mediante una cantaletita: "requeterebuenos son", y yo le pedía a mi mamibicha uno cincuenta (pesos) y me iba corriendo a la tienda, antes de que terminaran los comerciales. Cuando mi maestra de kinder me vio al regresar de vacaciones por poco y no me reconoce, "¿Pero, qué le pasó?", le preguntó a mi mamá. Pasó que había engordado, con apenas cinco años ya era una persona obesa.
La gordura me acompañó hasta la adolescencia, crecí entre burlas, torpeza física y complejos, era la última en ser elegida en la clase de Deportes, cuando se formaban los equipos de volibol; los niños se peleaban por no ser mi pareja en la clase de danza; los apodos sustituían mi nombre; me volví tímida y apocada, refugiándome entre libros, muñecos de peluche, televisión... y más comida. Como muchas, mi familia era de las que celebraban comiendo, ya fuera en épocas de vacas gordas o flacas, la comida era, en sí misma, un motivo de celebración. Cada cumpleaños, cada ascenso, cada diploma era festejado con un pequeño banquete. Las sobremesas eran la mayor actividad del día. Así, la comida se volvió al mismo tiempo mi verdugo y mi refugio, comía para consolarme y comía para festejar, hasta que un doctor concientizó a mi mamá de los riesgos de los malos hábitos alimenticios combinados con el sedentarismo. A los doce años acompañaba a mi mamá a las pistas de tartán y comíamos berros bañados de yogurt natural, el desarrollo me ayudó un poco y mi sobrepeso se redujo a sólo tres o cuatro kilos de más; sin embargo, jamás dejé de sentirme gorda ni dejé de recibir ese trato, ahora lo pienso y realmente me indigna la presión que tienen las adolescentes para ser flacas, basta no estar en los huesos para ser considerada gorda. Y eso que hablo de los tiempos en que la anorexia no estaba en el vocabulario de nadie, Karen Carpenter seguía viva y nada apuntaba a que habría una moda de no comer.
Sin embargo, las gordas de la secundaria y prepa teníamos prohibido usar mezclilla strech o mallones, tan penalizadas como los barros en la frente eran las "llantitas" que sobresalían de los jeans o los muslos que se juntaban al caminar. Injusto, pues la adolescencia es una etapa de descargas hormonales que alteran tanto el interior como el exterior de un postpuberto, exigir perfección cuando aún no se acostumbra uno a manejar su propio cuerpo es un crimen. Pero es la etapa en que más importa la aprobación, y saberse gorda es una limitante muy seria. Aunque hacía más ejercicio del que hacía una jovencita regular, no conseguí nunca tener un cuerpo atlético, ni siquiera cuando combinaba la natación, los aerobics y una dieta de 1200 calorías. Sólo hubo dos momentos en mi vida en que estuve en mi peso (no el ideal, sino dentro del rango normal): cuando dejé de comer y cuando vomitaba todo lo que comía. Lo primero fue cuando tenía diecinueve años y fui embaucada en un trabajo en donde no me pagaban, tenía además conflictos familiares (aderezados con ese radicalismo juvenil que hace ver todo blanco o negro) y lo único que quería era no estar en mi casa, así que salía muy temprano en las mañanas y regresaba lo más tarde que podía, la falta de ingreso me hacía pasar el día con una coca-cola en el estómago y el mal ambiente en casa me hacía llegar directo a la oscuridad bajo las sábanas, semanas con ese régimen me dio la satisfacción de poderme sentar sin que ningún rollito se formara en el torso y abdomen; luego ya vino la paz hogareña y dejé de perder el tiempo en esa seudoempresa, aunque me seguí malpasando ya sólo era en los últimos días de la quincena. Quizá por eso no recuperé el sobrepeso perdido, la primera mitad de mi segunda década pude incluso presumir de una figura proporcionada.
Después vino una etapa muy tortuosa, de gran desequilibrio emocional, mi telenovela no la voy a contar hoy pero puedo decir que perdí mucha vida por una depresión abismal, en esa horrible etapa perdí incluso algo de capacidad sensorial, el sentido del gusto principalmente: la comida me parecía intragable y la poca que me llevaba a la boca salía casi de inmediato, me sentía ahogar y no encontraba alivio hasta que la vomitaba toda. Fue cuestión de semanas para que el espejo me devolviera una imagen mucho más esbelta, de todos los cambios que mi cuerpo ha tenido ese fue el más favorable (en un sentido estético), y ninguna de las consecuencias perjudiciales a mi salud me hizo lamentar haber perdido peso de ese modo. Así de importante se nos hace sentir que es estar delgada. Esa fue la segunda vez que estuve en mi peso adecuado. Con todo, tengo que decirlo: cuando empecé a ganar peso otra vez fue cuando supe lo que era sentirse atractiva. A medida que iba engordando el sobrepeso se acomodaba estrategicamente, y aunque nunca me sentí bien -la depresión mutó pero no se fue- y nunca dejé de anhelar estar delgada, puedo decir que cuando fui una gordita buenona tuve mi época de más "pegue". Hay una gran cantidad de hombres a los que les llama más la atención un cuerpo con sustancia, con redondeces voluptuosas. Sin embargo, yo no me sentía bien, y eso es algo que lamento ahora que veo a estas modelos size plus lucirse orgullosas: debí haberme permitido el sentirme bien conmigo misma. Orgullosa de mí.
Pero hice lo contrario, me recuerdo (y ésta es una confesión que no había hecho antes) mirándome al espejo desnuda, tratando de convencerme en que podía dejarme ver por alguien más sin producirle repulsión, pero nunca lo logré. No me perdoné ninguna adiposidad, ninguna estría, ninguna zona con piel de naranja. Incluso recuerdo haber tenido un pretendiente terriblemente guapo, varios años más joven que yo y con un cuerpo esculpido por horas en el gimnasio, y aunque a mí ese niñote me encantaba jamás me permití llegar a nada más que un flirteo tonto por vergüenza a mi imperfección corporal. Me dio pena unir mi flacidez a su cuerpo tonificado, me dio terror mostrarme a él sin la ayuda del brassier, de la lycra en los muslos, sin los centímetros de más que me regalaban las zapatillas y sin el auxilio del maquillaje en mi rostro. Simplemente no me lo permití. Y recuerdo haber seguido durante meses una dieta estricta sólo para poder meterme en un vestido ajustado y pasar frente a él... y contentarme sólo con su mirada admirativa. Porque a la hora de quitarme el vestido en la noche, agradecí que él no estuviera ahí. No sé si esto sea difícil sólo para mí, pero el sexo es un tabú por el simple hecho de no saber como mantener la luz apagada, por no estar a gusto más que en una posición, por no poder animarse a seducir, a tomar la iniciativa, a exponerse al rechazo que uno anticipa casi con seguridad. Y eso me pasaba cuando las miradas me seguían, ahora ya de plano no me permito pensarlo. Aunque aún ahora puedo comprobar que hay hombres que no desprecian un cuerpo voluminoso... y que el problema no son ellos. El enemigo está dentro. Es el que nos hace comer y culpabilizarnos después, el que nos impide encarar al espejo, el que nos desmotiva a probarnos esa blusa, a aceptar esa caricia, el que nos orilla vestirnos de negro, a no salir en traje de baño, a castigarnos por no poder continuar la dieta, a cubrirnos con una túnica que más bien parece una cortina, el que nos hace avergonzarnos de quienes somos, lamentarnos de quienes somos, lacerarnos por quienes somos.
Hoy tomo como prioridad estar sana, y sé que este peso que he acumulado no sólo es un lastre emocional sino también es un freno para un estado óptimo, pero cada vez un poco más entiendo que también mi salud depende de que aprenda que soy más que una mujer gorda, que no es la única característica que tengo, ni es la única que importa -como aprendí-; que muchos de estos complejos fueron injustamente sembrados y que mientras transformo mi cuerpo en uno más funcional, también debo transformar mi pensamiento en uno que rechace los juicios severos -propios y ajenos- sobre mi cuerpo.

14 comentarios:

  1. Querida Malbixo.

    Leí con interes TODO su Dossier por razones harto conocidas: Aparte de ser gay, soy gordito... bueno! la verdad es que estoy gordo... ok, si estoy bastante gordo... jajaja!

    Pero soy feliz!... en mis propios terminos y parametros.

    Tu dossier está muy completo, pero me gustaría, si me lo permites, hacer un adendum dentro de lo que podríamos denominar: Doble estigma: Gordo y Jotito. Y que iría mas o menos así:

    El ser gay, en nuestra sociedad cada vez más "tolerante" (así, entre comillas) ya no es tan satanizado publicamente como solia serlo hasta hace relativamente poco tiempo. Esta supuesta tolerancia y aceptación que la sociedad tiene hacia jotitos y lesbianas muchos grupos "progres-gay" la han tomado como una victoria personal de un movimiento que promueve, entre otras cosas, la tolerancia y la no discriminación.

    Y es que, que cosa tan bonita es que un grupo con tanta historia de represión por ser "diferente" como los jotitos tengan ya un lugar respetable en la sociedad!

    Sin embargo, es curiosa la manera en como dentro de la propia comunidad homosexual, la dsicriminación sea no solo la regla, sino tambien el patrón de conducta de muchas jotas perdidas en la ilusión de la moda y los estereotipos.

    Y es que tambien dentro de la joteria, la banalidad de los estereotipos de belleza obligan a cosas tan absurdas como la discriminación no por ser joto... sino por ser gordo! (y prieto y pobre y mal vestido y mala facha... etc.)

    Un ejemplo es precisamente ciertas discotecas gays en el DF, donde de plano no te dejan entrar si tu "imagen" no se ajusta a la estetica del lugar. Es decir, puedes ser todo lo joto que quieras, mientras seas bonito, delgado, estes a la moda y por supuesto! no se te salgan las llantas de la gordura de la camisa...

    Y esto sin contar que, incluso muchos "grupitos" de jotillos y lesbianas, abiertamente advierte su negativa a incluir a seres de categoria inferior como gordos o prietos... SOLO GENTE BONITA!

    Cierto es que las preferencias sexuales son personalisimas y si a alguien, esteticamente le gustan de tal o cual manera los hombres o mujeres, es muy respetable y ya; pero cuando explicitamente se trata de segregar a otros nomas porque estan gordos y esteticamente "se ven mal" eso es más que discriminación: Es una vil pendejada.

    En mi experiencia y la de mi marido, en muchisimas ocasiones nos hemos visto en situaciones ridiculas o simplemente bochornosas por la forma tan infantil, procaz y estupida con la que muchas jotas se comportan con los que somos gordos y aunque en estos casos lo que nos ha salvado ha sido el humor y el famoso "perreo" ha habido ocasiones donde simplemente te confunde la actitud tan estupida de odio nomas porque eres gordo y por esa razón, tu presencia "ofende" a los demás jotas que, podrán estar igual o peor de feos que tu... pero que cumplen con el esteteoripo actual de belleza gay y eso es todo lo que importa.

    Dicho lo anterior, me despido.

    Besos mi estimada Malbixo!

    EL ERREBEDEBOY

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  2. Este es un tema muy delicado e importante. La sociedad estigmatiza a la gente por ser de tal o cual forma, no sólo es contra los gorditos: los muy flacos, morenos, blancos, altos, bajos, yo era la "cuatro ojos" de mi escuela. Todo el tiempo estamos presionando para encajar en un "estándar" estético que, si nos fijamos bien, ni es estándar, pues pocas personas pertenecen a él.

    Hace no mucho, una de mis tias fue a una entrevista de trabajo. Le fue muy bien en sus exámenes, tenía la experiencia suficiente y las habilidades necesarias para ocupar el puesto, pero le dijeron que no podian contratarla por ser "gordita". A mi eso me pareció un delito, y a ella le bajó su ya de por sí baja autoestima. A mi tía se le ocurrió contarnos esto a mi y a su hija, señorita de 22 años que se siente orgullosísima de ser más flaca que yo (y eso es decir mucho, pues yo ya de por si soy una perfecta lagartijita de dos pies). La respuesta de mi prima ante este suceso fue "ya ves!! por eso te digo que bajes de peso, gorda no vas a conseguir un buen trabajo". A mi, me dieron ganas de soltarle un soplamocos a la chamaca, como diría mi abuela. ¿Cómo está la sociedad que tu propia hija te dice ese tipo de cosas? Me costó mucho trabajo convencerla de que, en todo caso, si quería ir a un nutriólogo lo hiciera por salud y no por estética. Ella es una mujer muy guapa e inteligente, asi que no necesita lucir como varita de nardo, simplemente le toco la mala suerte de caer en una empresa donde los reclutadores son unos imbéciles.

    El sobrepeso es un tema importante que tratar pero, insisto, no por mera estética, si no por salud. Muchas veces, sin parecer gordos, tenemos sobrepeso, debido al sedentarismo y malos hábitos alimenticios que llevamos hoy en día. Pero también es importante enseñar, sobre todo a los niños, que el aspecto físico jamás debe ser motivo de burlas, y se empieza con el ejemplo, aceptándonos a nosotros mismos para poder aceptar a los demás y evitarnos perder muchas oportunidades en la vida.

    Al final de cuentas, el cuerpo es sólo un estuche, el contenido es en realidad lo que siempre cuenta.

    Abrazo.

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  3. @RBD Boy
    hey!, feliz de leerte por aquí!

    (para quien no lo conoce aún el errebedé es una luminaria del blog.com.mx, blog de antiquísimo prestigio y uno de los pioneros en el país)

    es terrible que las mujeres y la comunidad gay compartamos esa presión por parecer maniquies, pero por lo menos ustedes lo han manejado mejor con esa categorización de los "osos", que se siente y se aprecian sexys en sus cuerpos generosos, aunque para eso también se precisa una personalidad abierta y deshinibida como la tuya, imagino cuántos chicos habrá lamentando no parecer modelo de calvin klein además de cuidar no dejar asomar ninguna pista de su preferencia sexual, para evitar el estigma

    tengo un amigo que me hizo una confesión dolorosa: a los quince años busco terapia para "curar" su homosexualidad, convencido de que era una aberración que debía extirparse, y me contó también cuando descubrió su atracción por los hombres como se encerraba en el cuarto de baño, desnudo, y frente al espejo lloraba mientras se escribía PUTO en todo el cuerpo, sin dejar de mirarse con odio

    es muy difícil aceptarse cuando se ha comprado la versión que la sociedad se empeña en vendernos, y se es parte de lo no aceptable... tengo varios amigos gays y conviviendo con ellos he notado lo que cuentas, a veces sí parecen más susceptibles de descalificar y discriminar en base al aspecto físico, el nivel profesional o el estatus económico... triste

    gracias por venir a comentar, me encanta que tus historias también se puedan leer aquí, pues siempre son entretenidas, interesantes y valiosas

    te acepto los besos y los acompaño con un gran abrazo

    =)

    @Cuetzpallin
    tienes razón: es un delito, lamentablemente no serviría de mucho demandar pues no somos todavía un país con una cultura de la legalidad, pero por lo menos sí debía haber una sensibilización hacia la discriminación que se sufre por motivos de aspecto físico, pues como bien dicen tú y errebedé, la hay hacia los gordos, hacia los prietos, hacia los feos, hacia los chaparros, hacia los de tipo indígena..., y como bien dices, ni siquiera es el estándar en la población, sólo es el modelo aspiracional

    también dices muy bien lo del sobrepeso y la salud, esa es otra cuestión que nos falta desarrollar, pues se promueve la delgadez, no el estado físico saludable, yo por eso quise hablar de esto pues en mi adolescencia yo estaba sana, hacía ejercicio y comía bien, balanceadamente y sin excesos, pero mi constitución no era estilizada y eso me hacía seguir sintiéndome gorda, pero no lo hacía yo sola, ese era el mensaje que me daban los demás, eso fue lo injusto, fue hasta que aparecieron las primeras víctimas de anorexia que se empezó a cuestionar la delgadez exigida, antes de eso las mujeres tipo farrah fawcet (que me perdonarán sus fans, pero aún en sus mejores tiempos era tan flaca como un espantapájaros) eran los modelos a seguir

    gracias por tu comentario, un abrazo fuerte!

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  4. Mira hasta parece que lo invoque y ya hasta había comentado (saludos RBD), ahora si le quito el casi y le agrego el "todo el dossier", con visita incluida al blog de plaqueta y la otra de los gatos (y aca entre nos, con mucho es más ameno, agradable e inteligente tu blog, no se porque les echas tantas flores).
    Pues ya comente mi idea en otro tema, deja la traigo y la pego en este que estoy seguro va a ser el de la comentadera.

    "Ya lo lei casi todo, y si cae de peso, creo lo debi haber hecho más pausadamente, pero como no voy a meterme al internet en 1 mes. Quise aprovechar.
    Fijate que en lo general hablas de muchas de las cosas que ya habíamos platicado alguna vez al respecto: las perspectivas en función de los tiempos, de las culturas, las modas, los esterotipos inculcados por los medios, y algo más. Tal vez faltó algo sobre la efimeridad de la belleza y la moraleja de que al fin y al cabo todo se lo van a comer los gusanos.
    Al igual que en esa ocasión, te manifiesto mi posición, todas esas ideas se deben resbalar o desaprender como dices. Y la única idea que se nos debe quedar es la aceptación y funcionalidad de nuestro cuerpo, a mi me valen madre mis lonjas, pero cuando pujo para amarrarme las agujetas, o cuando subo las escaleras del metro y tengo que tomar un descanso en el intemredio, entonces si me deja de valer, y le bajo dos rayitas a las tortillas y le digo no a la coca.
    Pero que se le va ha hacer con las mujeres (y no soy misógino, bueno tantito), traen el chip integrado de la vanidad. Por eso les toca sufrir.

    Un abrazote de oso (pero no de esos que le gustan al RBD, aclaro, no me vaya a confundir si pasa por aqui jejejeje).

    Saludotes"

    Ahora si me despido con más saludotes y más abrazos

    PD. ahora que estemos en forma nos vamos a correr con mamabicho el maratón, ya de perdis los 10 km.

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  5. @Jaspo
    diez kilómetros yo los hago cómodamente... en taxi, porque honestamente hasta para la carrera de los cinco kilómetros la ando pensando

    la mamabicho últimamente anda contenta, pero ya acusa recibo de los años que van pasando (en ella más lentamente, hasta eso), pero apenas nos estábamos acordando de cuando corrió la maratón y no pudo caminar en toda una semana -je-, actualmente se la pasa muy animosa jugando a la abuela, tiene un nieto que le robó el corazón y no ve más que por sus ojos, ahí es donde invierte ahora su energía

    los otros blogs son de otro estilo, y las chavas esas son muy jóvenes, yo a su edad no escribía tan bien como ellas (especialmente la princesa gato, plaqueta ha tenido suerte gracias a su carisma, pero la gata es muy talentosa e inteligente,claro que ahora se la pasa en eterno servicio social gatuno, quizá por eso no te atrapó)

    un abrazote mi jaspo

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  6. Amiguita me he contenido mucho en comentarte esta entrada, y me voy a seguir conteniendo. No es censura. Es una muestra de carinio.

    Toy loco verdad?

    No mamacita, es que yo de todo culpo a los padres, y si empiezo a teclear no me paro, y no es sano enfrentar a alguien con quien no se quiere enfrentar...y mejor ya me voy.

    2046 besotes.

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  7. @Champy
    muy críptico tu comentario, ojalá lo clarificaras un poco, seguramente provocará una reflexión necesaria

    quizá doy la idea de que culpo a mis padres, pero no, me responsabilizo de mi actual mala condición física, en realidad mi mamá sí corrigió sus errores en cuanto se enteró de ellos, incluso dando el ejemplo (por eso dice jaspo lo del maratón, por aquí ya conté que después de año y medio de tener a mi última hermana ella se preparó para correrlo), soy yo la que sigo siendo débil y no logro tener una disciplina, pero ahora mismo -y otra vez, gracias a la mamibicha- sigo un régimen saludable, este testimonio es porque veo a las modelos size plus y lamento no haber sido como ellas cuando yo me exigía perfección, es curioso, pero me acepto mejor ahora que cuando sólo tenía cuatro o cinco kilos de más, aún lejos del mundito de la moda las mujeres recibimos mucha presión para estar flacas (y por lo que nos cuenta errebedé no nada más nosotras)

    besos

    =)

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  8. Auch... la mujercita en su bañera de cisne es una chulada. Y además…. parece tan feliz. Cómo se nota que sólo es adorno. :P

    Enorme texto, mi Bichi. Honesto y conmovedor, pero sin asomo de lacrimogenería, autocomplacencia ni chantajismo.

    Esta sociedad que nos vende ideas y estereotipos, de tal forma que más allá de la salud y la elemental estética, pasamos a creer idioteces como "si yo fuera una sílfides, mi vida -toda ella- se compondría- y ahí van las dietas matadoras y las rutinas de ejercicios extenuantes, para que al final -si es que uno queda flaquita- venga a corroborar que la felicidad y al vida compuesta no llegan con los kilos de menso.

    Una cosa es estar sana y otra no vivir por el complejo de gordura.

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  9. Me encanta el comentario de Marichuy!

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  10. Malbichito :D excelente entrada, apenas voy leyendo poco a poco todo el dossier

    Cuesta trabajo aceptarse a si misma cuando vives rodeada de gente que te recuerda que estas gorda (lo anterior refiriendome a mi hermana que es la más llenita de la casa y que mis hermanos molestaban hasta las lágrimas)

    Pienso que cuando uno crece, aprende a aceptar que somos más que lo que el espejo refleja. Yo en lo personal admiro a la gente que sin complejos anda por la vida,feliz.

    Saludos de una osa feliz con sus kilos de más que le trajo el nacimiento de su osezno

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  11. RBD Boy,

    Fijate que aqui en Francia salio una publicidad para canderel en donde Kieraz, el padre de "Les Parisienes", caricaturas de "bimbos" dibuja un chico que dice "j'en avais marre de me faire appeller gros pede" que quiere decir "estaba cansado de que me llamaran gordo puto"... Y fue un exito!!! Curioso que una de las comunidades que mas hya sufrido a causa de la discriminacion sea una de las mas segregacionistas. A uno de mis mejores amigos lo corto su boyfriend, que era un chico gordito y no sabes como sufriò el pobre! Lo quería mucho.. Y ni te cuento la madriza que le puso al único pendejo que se atreviò a decirle que era de lo mas bajo dejarse plantar por un gordo. Si pesaramos lo que pecamos, el mundo estaria poblado por obesos!

    Me ha gustado mucho tu comentario, me haces reflexionar sobre tantas cosas. De como elegimos a nuestra pareja por el fisico y no por sus otras cualidades.

    Malbicho... Sigo con mi lectura...

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  12. @marichuy
    perdón amiga por no venir a responder antes, no me prestan la compu más que por ratitos (y ya se escuchan los pasos amenazantes de quien ya llega a arrebatármela otra vez)

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  13. perdón, estos últimos dos días no me he podido conectar más que por eventuales minutos, al ser la única computadora fija en esta casa es muy demandada por las hordas de estudiantes que llegan por aquí (entre los que son de esta familia y los que los acompañan siempre obligándonos a darles asilo), este fin de semana fue muy estresante en lugar de ser de descanso, pues el único día que me pude conectar fue para hacer un trabajo escolar por cuyo pago hoy me puedo ir a tomar un cafecito con un amigo de gustos muy gourmets

    ironicamente casi nadie vino a comentar en el fin de semana y todos se dejaron caer en este último día y medio que yo no pude entrar, así pues cómo?

    =D

    ora sí:

    @marichuy
    tienes los dedos y el teclado embarrados de razón, primero nos meten una macdonalds en la boca y luego nos dicen que flaquitas nos vemos más bonitas, sí se está exagerando en la flacura que se exige, hace poquito vi a la despereit jausguaif eva longoria, perdiéndose en un vestido de diseñador, hasta daba pena de tan esmirriada -je, esa palabrita la heredé de mi abuelita lola-

    al igual que a Maussy, me encanta tu comentario, especialmente la última frase que parece una verdad muy obvia pero que en realidad a muchas nos lleva toda una vida entender

    un abrazo mi mar y mi chuy

    @bertrosa
    seguramente tu motivo es el más feliz de los que puede haber para estar gordita, eres de las mujeres más congruentes que leo en la red, me admira tu personalidad, te lo digo en serio, ya son años los que nos leemos y siempre me has parecido una tipaza, para quien no te conozca quiero decirles que eres una mujer que combina su carrera profesional con su rol de madre y esposa, y uno te lee siempre optimista, crítica, responsable y alegre

    yo te admiro a ti

    @periquin
    el errebedé es colaborador en un blog comunitario (blog.com.mx) y tiene además el propio especializado en puro rock, como es un cuarentón con alma adolescente, su blog es una mezcla de vh1 y muchmusic, en donde lo mismo te enteras de chismes a la "ventaneando" que de excelsas recomendaciones y críticas musicales

    (paso el tip por si quieren seguirlo leyendo, aquí se da a desear, pero por esos lares sus comentarios siempre son tan largos como los regaños maternos)

    ;)

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