Paseo Dominical Imperial

No he estado muerta... es que he andado de parranda -literalmente-.

Y como la farra para mí aún no termina, aquí sólo les vengo a dejar un minipost, que es como una vuelta al espíritu original de los paseos dominicales, tal como se dieron en su inicio, que sólo mostraban imágenes que querían mostrar un aspecto de la Ciudad de México, y que curiosamente, ese primer paseo dominical fue con una escultura de Leonora Carrington (El Pescador), reciente -y dolorosamente- fallecida hace unos días; una semana antes habíamos mostrado una foto con su escultura La barca del cocodrilo y su banca en Paseo de la Reforma (ahora la banca está detrás de la Catedral Mayor), y que hoy mostramos otra vez a manera de homenaje póstumo hacia la genial artista*:

Y les dejo también imágenes del que fue el primer rascacielos de la Ciudad de México: el Hotel Imperial, edificado por la instancia de Don Porfirio Díaz, quien lo inauguró en 1906. Les dejo su antes y su después:

*La foto de la banca de Leonora Carrington fue sacada de este sitio. Las del Hotel Imperial del sito de Skyscraper City.

De Topos y de Héroes

Hoy aprendí a salvar vidas. Y no lo digo porque he estado los últimos cinco días madrugando para ir a un curso de primeros auxilios, donde me han instruido de algunas medidas básicas para salvaguardar la integridad física de una persona en situación de riesgo (nada garantiza que conserve en la memoria esos conocimientos, o que, con todo y mis mejores intenciones, en su momento tenga la lucidez y la calma de aplicarlos correctamente)... sino porque escuché a una persona que se dedica precisamente a salvar vidas, y me conmovió hondamente su testimonio, aprendiéndole, sobretodo, la capacidad de desprendimiento, la falta de egoísmo, el espíritu de servicio, la disponibilidad para ayudar al otro... y la satisfacción de devolver a una persona a la vida.

El curso, organizado y convocado por la Clínica de Medicina Familiar "Aragón" del ISSSTE, fue estupendo -sinceramente-. No es al primer curso que voy ahí, hace un mes asistí a uno para formar cuidadores de personas envejecidas (tierno eufemismo para referirse a los ancianos) y que transformó en mucho mi manera de abordar la vejez, tanto la ajena como la propia (en camino un dossier sobre el tema). De igual forma quedo altamente satisfecha con el actual, sorprendida ante el nivel de profesionalismo de las personas organizadoras y ponentes, que no sólo integraron un temario adecuado sino también optimizaron los escasos recursos que les destina la institución. Sabemos de sobra las limitaciones y carencias de nuestro sistema de salud, pero compruebo una vez más que ese es un problema que en gran parte se origina en la cúpula, la base de trabajadores de la salud cumple con su labor pese a dichas limitantes y resuelve situaciones echando mano de lo que tiene a su alcance. Es lo que vi en estas ocasiones: grupos de profesionales que se esforzaron en acercar los temas a personas ajenas a esas áreas médicas, manejando un lenguaje accesible, una actitud paciente y una vocación docente, con responsabilidad y entrega.

Pero de todos los ponentes -a los que aplaudí con sinceridad- el que más me impactó fue Rafael Rocha, comandante operativo del grupo de Rescate Internacional "Topos", formado tras el sismo del ´85 en la Ciudad de México, y que en la actualidad han cobrado reconocimiento internacional por su participación en labores de rescate y asistencia en desastres, en varias partes del mundo.

Improvisada y espontáneamente, aprovechando el breve receso por la tardanza de una de las ponentes, Rafael Rocha se levantó frente a la audiencia y dio un testimonio sobre sus experiencias en Haití y Japón, durante los últimos desastres que han vivido. De hablar rápido y ademanes determinados, con una simpatía innegable que capta la atención, y una fuerte carga espiritual en sus palabras, el integrante de los "Topos" conmovió al transmitirnos la esencia de la labor de un "primer respondente" que auxilia a una persona que tiene en riesgo su vida o su integridad física por una situación de emergencia. También platicó del origen del grupo de rescate y contó algunas anécdotas sobre las dificultades y las satisfacciones durante sus labores, haciendo hincapié en las últimas, así como en las "coincidencias" que favorecen su labor humanitaria, como los uniformes con doble forro recibidos por donación de la hija de Elba Esther Gordillo , que recibieron justo en el momento en que partían hacia Japón, y que en ese primer momento consideraron inservibles por calurosos, pero que en las extremadamente bajas temperaturas a las que se vieron expuestos los libraron de congelarse. Aunque también cuenta, entre risas, que cuando volvió de ayudar a salvar varias vidas en Haití, a diferencia de los premios a colegas de otros países, a él lo recibieron en su trabajo con una penalización por la ausencia de dos días.

Agradecido con la vida, agradecido con su fe, Rafael Rocha se complace en la oportunidad de contribuir a que sigan unidas las familias, se enorgullece de ser mexicano y trata, incansablemente, de seguir rescatando vidas de los escombros de un mundo derrumbado por la falta de humanismo.

Historia de una Foto: Fabienne Cherisma

Fabienne Cherisma era notable en su aprendizaje del francés y las matemáticas, éstas últimas eran muy útiles para la actividad comercial en que se desenvolvía junto a su familia, en un puesto del mercado de Puerto Príncipe en el que se revendía mercancía, alguna de ella conseguida por la misma Fabienne, que a sus quince años era estupenda para localizar rebajas y fijar nuevos precios, ganando unas monedas más para la -precaria- cena familiar.

En 2010, el terremoto en su natal Haití rompió la rutina de la familia Cherisma, pero, pese a todo, agradecieron no haber tenido ninguna pérdida mortal en la familia... hasta que se dieron los saqueos de tiendas. Quizá aprovechando la oportunidad de conseguir mercancía gratuita, quizá por la mala fortuna de confundirse entre los saqueadores mientras cargaba mercancía que sí pagó, pero Fabienne trepaba por el techo de un edificio derruido con dos sillas y tres cuadros a cuestas, cuando las balas tiradas al azar por la policía la alcanzaron, terminando con su sueño de ser enfermera.

El mundo supo de su muerte por la fotografía de Paul Hansen (que en marzo de este año ganó el premio International News Image del Swedish Picture of the Year).

Pero al mismo tiempo, el mundo se enteró del "make off" de esa fotografía, y de otras tomas similares:

Fotografía de Nathan Weber

Fotografía de Jan Grarup

Fotografía de Carlos García Rawlins

Fotografía de Jan Grarup

Fotografía de Alon Skuy

Fotografía de Edwar Linsmier

Y la vieja discusión sobre la ética del periodista fotográfico revivió, tal como se dio con el caso de Kevin Carter y su fotografía de la niña acechada por un buitre.

La imagen del cadáver de Fabienne también le acaba de dar un premio a Lucas Oleniuk, el National Newspaper Award en Canadá, además de ayudar a sensibilizar a la población mundial sobre la situación de Haití después del terremoto y recaudar más donaciones. El debate ético continúa, siendo lo más fácil acusar de "carroñeros" a los fotógrafos (o "paparazzis del dolor"), sin considerar que su labor permite que personas que están sentadas frente a una pantalla de computadora o televisión, o con un diario en las manos, se enteren de una realidad paralela a la suya.

La foto premiada de Oleniuk

Por lo pronto, antes de enjuiciar a Paul Hansen y los demás fotógrafos, habrá que decir que el propio padre de Fabienne, Osama Cherisma, dio su aprobación para publicar las fotos de su hija y documentar su duelo familiar:

Fotografía de Jan Grarup

Fotografía de Paul Hansen

Fotografía de Jan Grarup

Fotografía de Paul Hansen

Aquí la entrevista con el fotógrafo, parte de la serie -de diecinueve artículos- más completa sobre el caso (en inglés).

Paseo Dominical Peatonal

Desde octubre de 2008 la calle de Regina, en el Centro Histórico, es peatonal. Fue remozada y rehabilitada para ser un corredor cultural, con espacios como Casa Vecina y Studio 51 Showroom, además del Museo de Derechos Humanos y una tentadora oferta de cafeterías, barecitos, cervecerías y restaurantes o antojerías (que forman parte de un programa de capacitación, tanto de administración, servicio y manejo de desechos). La calle está "salpicada" de bancas, algunas parte de la exposición de arte-objetos Diálogo de Bancas que se mantiene parcialmente en Paseo de la Reforma y de la que hablamos aquí hace ya un par de años (¡...mmmta madre!, ¿tan viejo es el blog?), y de jardineras hechas a partir de enormes rocas labradas. El corredor cultural conecta la transitada avenida 20 de noviembre con la plaza del templo Regina Coelli (obra del admirado Manuel Tolsá, de quien también ya hablamos aquí), considerado Monumento Histórico Nacional, y en cuyo pacífico interior se puede admirar un impresionante atrio de madera de estilo churrigueresco, y el Hospital Concepción Beistegui, edificado por la generosidad de la filántropa del siglo XIX (quien legó sus bienes para rescatar el convento) e inaugurado por Don Porfirio en 1886, y que hoy es casa-hogar para adultos mayores.

Yo he recorrido ese tranquilo andador varias veces, parando para tomar un buen café en la esquina que forma con la avenida Isabel la Católica, en una cafetería cuya especialidad es el café y la repostería árabe. También para tomar una cerveza artesanal y un mezcal aderezado con finas hierbas en las mesas exteriores de una mezcalería unos pasos adelante, que también ofrece deliciosa (por lo que su olor anuncia) comida de fusión, o bien, unos refrescantes cuartos de naranja con chilito piquín para acompañar los tragos; justo enfrente hay un "parque" de concreto, el Jardín de Juegos Infantiles es un espacio rescatado de la urbanización que se adaptó como espacio lúdico, muy seguro y muy moderno, que en las noches se cierra con un enorme zagüán y que se protege del exterior con un muro que ha sido hogar de varios murales, siendo el actual un homenaje póstumo al genial historietista Gabriel Vargas, titulado "Sueño de una tarde de domingo en el callejón del Cuajo", parodia del conocido cuadro de Diego Rivera con los entrañables personajes de La familia Burrón, destacando la inigualable Borola Tacuche en el lugar de La Catrina, del brazo de Carlos Monsivaís y Carlos Montemayor, también fallecidos el año pasado, y junto con el padre de Los Burrón, tres de las más sensibles pérdidas en la escena cultural mexicana, y de los más identificados popularmente.

La foto salió de aquí

Me detuve también en un restaurante-bar japonés con una oferta muy vasta de cocteles, elegí uno llamado Capoeira 70, con base de vodka, curazao, jugo de naranja y leche condensada, de verdad delicioso y fresco (y de ahora en adelante mi consentido, je), mi acompañante pidió un Sex on the beach con una variación en base de licor de duraznos, también bastante rica (pero no tanto como el mío).

Por ahí también vi geniales ofertas de tortas de bacalao por doce pesos y órdenes de tacos igual de baratas. Aunque lo único que he comido en esa callecita es un croissant muy gourmet en una cafetería a la que entré seducida por sus cómodos silloncitos.

Y tendré que volver para disfrutar de la recomendada -y muy de moda- pulquería La Risa, y del afamado restaurante Don Chon, con la mejor (¿la única?) opción para probar platillos prehispánicos. Ya les contaré.

El Día que Murió Osama

Todavía se hablaba de la muerte del escritor argentino Ernesto Sabato; del pugilista inglés nombrado Sir, Henry Cooper (que en el ´66 derrotara al mítico Cassius Clay); de la boda real del príncipe William, se conmemoraba en medio mundo el Día Internacional del Trabajo y se siguió durante todo el día la beatificación de Juan Pablo II, suceso que acaparaba la atención mediática.

20 minutos antes de que un medio periodístico se animara a hacerlo, en Twitter se dio la primera información sobre la muerte del terrorista que fue considerado durante casi una década el Enemigo Público # 1 de Estados Unidos de América, y el más buscado a nivel internacional en una intensa cacería humana. Una hora después, su casi homónimo, Obama, el presidente norteamericano, confirmaba la noticia con un discurso triunfalista:

"Esta noche volvemos a recordar que Estados Unidos puede hacer lo que se proponga. Esa es la historia de nuestra historia".

No fue en una cueva sino en una mansión de un barrio residencial en Paquistán, donde Bin Laden recibió un tiro en la cabeza, para después ser arrojado al mar; aunque un funcionario de Estados Unidos dijo que el cadáver fue tratado de acuerdo a la tradición islámica, algunas voces especializadas desde dentro del culto del Islam contradicen al alto funcionario de la administración de Obama (que dicen que el cuerpo debe ser lavado tres veces, con agua con jabón, con agua limpia y con agua con alcanfor antes de envolverlo en tres piezas de tela y enterrado en tierra, sin ataúd, con el cuerpo paralelo a La Meca pero el rostro orientado a la Kaaba, el santuario sagrado), con lo que las especulaciones han surgido, siendo una de las más lógicas que con la no exposición del cuerpo ni la existencia de un sitio físico en donde reposen los restos, Estados Unidos quiere evitar el culto y la peregrinación de sus seguidores para honrar su figura.

También en Twitter, sin saberlo, un tuitero paquistaní dio una reseña del operativo militar en que se dio muerte al terrorista, al describir las actividades en su barrio residencial. Y en Facebook un grupo que anuncia su muerte, ha batido récords de aprobación de los usuarios mediante el botón "I like", que significa una incorporación al grupo. Esto muestra la forma en que las redes sociales están transformando la manera de la comunicación y manejo de información, incluso a través del ciudadano común. A su vez, WikiLeaks ha dado conocer como Bin Laden evadió a sus perseguidores tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, y adelanta que E. U. A. podría haber conocido su paradero desde 2008.

Las reacciones no se han hecho esperar en todo el mundo, prevaleciendo las que se congratulan de la muerte o la ven como una acción positiva para la situación mundial y el combate contra el terrorismo... incluyendo la del presidente peruano Alan García que la considera "el primer milagro del beato Juan Pablo II" (¿alguien dijo fanatismo religioso?); pero los analistas consideran que no hay que apresurarse al festejo y anticipan represalias de sus simpatizantes, sin dejar de lado la muy alta probabilidad de que haya dejado un plan de acciones programadas contemplando su ausencia, así como la organización de las células de Al Qaeda para que continúen sus planes de internacionalizar la yihad, buscando atacar los intereses de Estados Unidos y sus aliados en todo el mundo.

De inicio, desde la principal figura de la Casa Blanca se intenta evitar la relación entre el Islam y su lucha contra el terrorismo, al mismo tiempo que todo el mundo parece no poder evitar ligar este triunfo del ejército estadounidense con la Primavera Árabe, que hizo que este año despertara con aires revolucionarios en nombre de la libertad y la democracia en países del norte de África y Asia. Como curiosidad histórica, sale el dato de que también la muerte de Hitler fue anunciada en un 1° de mayo.

Y desde el mundo no virtual me llegó la exigencia de no dejar pasar un suceso como éste, que por fin viene a sacar al blog del marasmo y la inamovilidad, imposible no parafrasear a Silvio Rodríguez: "el mundo se derrumba, y yo... llorando, la gente que me odia y que me quiere no me va a perdonar que me distraiga...".