Ser adolescente en los 80's fue como correr a través de un campo de Gotcha: balazos de colores te aguardaban tras cada esquina. La cultura pop cambiaba de los tonos metálicos a los tonos pastel, cambiaba también de los peinados con volúmen a los peinados con gel y se escuchaba no sólo por radio, también por televisión y por
walkman, con la engañosa percepción de que era una experiencia individualizada.
Surfeando entre Parchís y Menudo, los preadolescentes solían caer en terrenos fangosos, la mercadotecnia los descubría como
target y tendía redes para atraparlos y consumirlos frescos: niñas de secundaria gritonas llenaban el Estadio Azteca para desmayarse delante de muchachillos peinados con secadora y vestidos con mallones, que repetían mal unas muy sencillas coreografías mientras hacían
playback; Raúl Velasco imponía su gusto musical desde la televisión, siendo Timbiriche, Luis Miguel y Lucerito las opciones aprobadas para el deguste adolescente; la androginia de Emmanuel y Miguel Bosé era emulada por algunos otros, para complacer la demanda de los más precoces; "Sonríe y la fuerza estará contigo", ordenaban desde la pantalla, junto con la muestra de que, para Televisa, ser joven es sinónimo de ser idiota (XETú y Cachún-cachún-ra-rá eran sus principales ofertas).
Pero estaba MTV.
Aunque sólo por televisión pagada (en ese entonces, todavía en pañales) se podía acceder al canal; sin embargo, su influencia se sintió incluso en canales locales. Programas destinados para replicar lo más popular de su programación, así como otros que recogían los intentos caseros de sumarse a la nueva forma de escuchar música, se transmitían entre noticieros, caricaturas o telenovelas. Y a veces, el estreno de un video se convertía en noticia de primera plana (más bien, de horario estelar): Thriller elevaría a Michael Jackson a la categoría de superestrella mundial... y nadie que estuviera vivo en esa primera mitad de la década, pudo evitar ver el corto cinematográfico que acompañó a su canción, y que marcó una nueva pauta, en la de por sí nueva industria del videoclip.
La moda también se transformaba a medida que los videos se iban lanzando, no sólo el
wet look del cada vez menos negrito y menos narizón Jackson, también el estilo soft punk de Blondie, Rod Stewart y Pat Benatar, los cortes de salón de Durán Durán, los mechones rosas de Cindy Lauper, los grafilados y los encajes de Madonna, las gabardinas de Tears for fears, las melenas de Bon Jovi, los jeans de Bruce Springsteen, los párpados y las medias negras de las (simplemente irresistibles) acompañantes de Robert Palmer se fueron sucediendo en las pantallas y en los espejos de los jóvenes ochenteros.
Los noventa parecieron reforzar su predominante sitio en la industria del entretenimiento musical (aunque ya daba muestras de agotamiento y excesos). Constantes, Madonna y Michael Jackson siguieron liderando las propuestas visuales, conviviendo con nuevos artistas pop y artistas de géneros alternativos, como el grunge, el hip-hop y variantes de rock pesado lejos del glam ochentero que se sustentaba en gran parte del exceso en el maquillaje y el
mousse. Los conciertos
Unplugged y las animaciones irreverentes fueron otras de las aportaciones que los mantuvieron como una opción fresca. Los VJ's, (hubo un tiempo en Cindy Crawford fungió como una); Nirvana, Pearl Jam y Soda Stereo en conciertos acústicos; Beavis and Butthead, Daria, Southpark y Celebrity Deathmach en el terreno de la animación, son los referentes del canal en esa década. Pero poco se notó la semilla que sembraron con Real World, y que posteriormente sería la hiedra venenosa que se esparciría hasta adueñarse del canal: los reality shows.
Un Ozzy Osbourne que parecía ya inofensivo (y domado por sus horripilantes esposa e hija) y un masoquista Jhonny Knoxville (Jackass) fueron los encargados de catapultar el género que tomaría por asalto al canal hasta arrancarle la música (incluso del logo). Y el
reality mató a la
video star.
En tiempos de YouTube, el legendario canal de música declina seguirlo siendo y cede su lugar al canal de Internet, y será por él que los invite a recordar los videos más significativos de estas tres décadas, en una lista muy arbitraria pero que está sujeta a su debate y complementación a partir de sus comentarios:
Video kill the radio star. El primero en la historia del canal... y que se convertiría en su epitafio con la debida paráfrasis.
Billie Jean. No era la primera muestra del maridaje Jackson-video, pero sí el primero que el canal transmitió de un artista negro... luego Jackson sería el que consolidó al videoclip como expresión artística y herramienta de mercadeo, y el que más contribuyó a la consolidación del canal... luego ya dejaría de ser negro.
Thriller. Otra vez el
wako jacko... pero esta vez con la obra cumbre; hasta la fecha ver el corto completo sigue siendo entretenido. El mismo Jackson no pudo repetir el colosal éxito pese a intentarlo de nuevo con Bad, Smooth criminal y Black and white, y no cesar de innovar en cada nuevo video.
[Inserte aquí su video favorito], de Madonna. Like a virgin es el que la mayoría recuerda, Material girl el que más éxito comercial tuvo, Like a prayer el más controversial, Express yourself el más artístico, Vogue el que puso moda, Ray of light el que la devolvió a la cresta de la ola a finales de los noventa y Hang up el que nos mostró que en este siglo sigue siendo la reina del pop... pero si se juntan en una frase MTV y Madonna, la imagen que invariablemente viene a la mente es la del
beso que se dio con Britney durante una entrega de premios, y seguramente debe ser su video más buscado en Youtube.
Take on me, Aha fue un grupo que pasó a la historia por este video, que en su momento puso al ojo del público una innovadora técnica de animación. No hubo muchas adolescentes ochenteras que no soñaran con ser tragadas por un comic y conocer a un James Dean motorizado y dibujado a lápiz, al delirante ritmo del instrumento característico de esa década: el sintetizador.
Money for nothing. Otro video innovador y culpable de la actual invasión digital en la animación. El primer video hecho completamente por computadora era -curiosamente- un canto de protesta hacia el sistema: obreros cansados y un perro de mandíbula cuadrada se quejaban de la inequidad social y económica, que permitía a músicos como Dire straits ganar dinero fácil, precisamente tocando la guitarra en MTV.
Sledgehammer, Peter Gabriel enterraba su pasado en Génesis para mostrarse capaz de llenar él sólo los escenarios y las pantallas con su estilo único. La técnica que hoy es la preferida de cineastas amateurs hipnotizaba a todos cuando empezaba esa segunda mitad de los ochenta (no por nada es el video más transmitido en la historia del canal). Y en un universo paralelo -donde el tiempo transcurre al revés-, hay quien anuncia este video de la siguiente forma: "De los creadores de Wallace and Gromit..."
Baby one more time. La colegiala perversa seduciendo con su inocencia, pocas veces ha sido mejor retratada que en esta ocasión, más allá de lo que pasó con Britney Spears después, esta canción -junto con este video- es uno de los momentos mejor logrados del pop. El reclamo amoroso adolescente y la sensualidad de una niña-mujer, con un ritmo intemporal que supera la barrera de la moda. No se me equivoquen, no soy fan, sólo veo un producto bien pensado, bien envuelto y bien acomodado ("frenteado", dirían los del ramo) en el anaquel de "best sellers auditivos".
Nothing compares 2U. Al inicio de la última década del siglo anterior, mientras otros buscaban tecnologías impresionantes, ensayaban coreografías acrobáticas e invertían miles de dólares en infraestructura, la mayoría de los minutos de este video se centraban en la hermosa cabeza rapada de Sinead O'connor, en su mayor momento musical. La profundidad de la letra (escrita por Prince), de los ojos y la voz de la irlandesa, eran suficientes para transmitir el dolor... pero si acaso quedaba algún insensible, un par de lágrimas rodando terminaba por ablandar al corazón más duro.
Jeremy. Todavía no eran tiempos de balaceras en escuelas, ni estaba identificado el
bullying como epidemia social como ahora, pero Eddie Vedder supo identificar en una nota de periódico el abismal sufrimiento de los chicos agredidos en la escuela e ignorados por sus padres, y cantar la historia de Jeremy Wade Dalle, muerto a los dieciseis años por acción propia. La canción fue un éxito, pero sólo después de lograr el impacto visal a través de MTV. El video censurado en el momento del suicidio provocó que durante años Pearl Jam decidiera no grabar más.
Come as you are. La estética de los noventa se vio fuertemente influenciada por la escena grunge.
Heart-shaped box de Nirvana,
Closer de Nine inch nails o Tonigh tonight de Smashing pumpkins (que ya no encuentro ningún enlace a Youtube por derechos de copyright, pero seguro lo recuerdan con su homenaje a Georges Melié) son ejemplos claros de cuando llegaron a decir: "The party is over". Pero, creo que más representativo todavía, fue el
unplugged de Nirvana, del que creo que esta canción es la más identificada en su versión acústica.
Coffe & TV. La simpática lechita haciendo labor social es parte ya de la cultura popular. La canción de Blur se ha fundido tanto con la imagen de la caja de leche errante que es difícil separarlas. Yo no puedo. Hay otro video con otra imagen imborrable e indisociable con su respectiva canción: la abejita de
No rain, la canción más identificada de Blind Melon.
The hardest button to button. Entre la vasta oferta de la la primera década de este siglo, el video de The White Stripes se ha arraigado en el inconsciente colectivo, hasta una parodia en Los Simpsons tuvo. Otro fue el de
Lady Marmalade, siendo Cristina Aguilera la más reconocida de las cuatro cantantes. Aunque entre éxitos de hip-hop y música electrónica, pocos clásicos se han dado en este nuevo siglo, quizá por la amplitud de opciones que se dieron con la Internet. No en vano la figura mediática más popular (Justin Bieber) es un verdadero hijo de Youtube.
MTV dejó de ser la propuesta refrescante de hace tres décadas, que aun con ciertos excesos y limitaciones era el canal de expresión artística que se combinaba a la música popular, y que fue adoptado por un par de generaciones para identificarse con su tiempo y su etapa de formación individual. La irreverencia cedió el paso a la conformidad, la originalidad a la fórmula probada; ahora su programación se basa, primordialmente, en programas de realidad dirigidos al público adolescente, más no con una propuesta interesante, sólo citas, bromas, preparativos de fiestas o la exposición de figuras públicas (un sólo reality muestra una realidad no insulsa: la adversidad que confrontan las madres adolescentes). MTV sigue teniendo al público juvenil como
target... pero ya no es un canal joven, aunque se esfuerza en hacerse pasar por un adolescente
cool, parece más el cuarentón que se compra una moto y se va a la disco, enfundado en ropas dos tallas menor a la suya.
Adendum:
Bailan sin cesar agrega a la lista los videos de The Verve (
Bitter sweet simphony) y Radiohead (
Karma police); yo, por mera autocracia, añado el de 10 000 maniacs (
Because the night); voces hogareñas me dicen que para ellos también el MTV de los 90's es el que cuenta, y de ese tiempo se traen a los Counting crows (
Mr. Jones) y a Daft punk (
Around the world), entre un largo etcétera que incluye, entre otros, a REM, Eminem, Alanis Morriset, Los fabulosos cadillacs, el Unplugged de La ley y el beso sin chispa de Jackson/Presley.