jueves, 26 de febrero de 2009

Dossier: CARNAVAL. ORÍGENES

"Musa, la máscara apresta,
ensaya un aire jovial
y goza y ríe en la fiesta
del Carnaval."
Rubén Darío.


El carnaval, esa fiesta de carácter lúdico, veleidoso y sibarita, tomada como la última oportunidad para los excesos y la permisividad antes de la severidad litúrgica de la cuaresma, y que por lo mismo, se relaciona inmediatamente con el catolicismo, tiene un posible origen pagano tanto en la fiesta como en el nombre mismo.

La etimología de la palabra carnaval tiene su origen en el italiano carnevale, proveniente, a su vez, del italiano antiguo carnelevare, y éste del latín medieval carnelevamen, formado del sustantivo caro, carnis: "carne" y el verbo levare: "levantar", "quitar". Este término del latín medieval literalmente significa: "carnes que han de ser quitadas". Tal cual dicta la tradición católica durante la cuaresma.

También se dice que puede provenir de la diosa celta Carna (de las habas y la carne), del dios hindú Karna, y de la tradición pagana en que se ofrecía carne al dios Baal (carna-baal).

Los antecedentes históricos también son ambiguos. Algunos historiadores los remontan hasta la antigua Sumeria y Egipto, hace 5 000 años, en fiestas relacionadas con la agricultura, que se realizaban en honor al buey Apis. En las celebraciones dionisíacas griegas (en las que estaba presente el dios Momo) y romanas (bacanales), las lupercales, en honor al dios Pan, y las que se hacían en honor a Saturno: las saturnalias realizadas durante siete días de febrero, en que se suspendían las actividades en el senado y en escuelas públicas, así como las bélicas, a diferencia de los juegos de azar, y se permitía también a los esclavos burlarse de los defectos de sus amos sin ser castigados, comer con ellos y vestirse con sus ropas.

En la Edad Media, con toda la inflexibilidad impuesta en los ayunos y la abstinencia, renació el carnaval con el fin de enfrentarse a la frugalidad de la cuaresma bien fortalecidos. Precediendo a la Cuaresma y dependiendo del calendario cristiano, por lo menos tres días antes del Miércoles de Ceniza, se les designa también como "calestolendas". De ahí se difundió a América, tras la conquista, continuándo hasta la actualidad, alejándose un tanto de su sentido religioso, y adquiriendo un carácter de descontrol hedonista.
El índice del Dossier del Carnaval:

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