sábado, 25 de agosto de 2012

Trato Animal


Ser un animal puede ser interpretado en varios sentidos. Nadie desconoce que somos tan animales como otras especies con las que compartimos el planeta (bueno, los creacionistas pretenden ignorarlo), pero al mismo tiempo, seguimos considerando que somos una especie superior a todos ellos, así que decirle a alguien que es un animal, es también una forma de descalificación, al acusar una conducta irracional.

Nuestro antropocentrismo nos define, nos convence de que nuestra existencia tiene prioridad sobre la de otras especies y que las condiciones para que sea dada, son justificables de imponer a las otras. Así, la modificación del medio ambiente se ha hecho tomando principal (y a veces exclusivamente) la necesidad del ser humano. Y en la mayoría de las situaciones en que se da la interacción de un hombre y un animal de otra especie, son las prioridades del hombre las que se toman en cuenta.

Pensaba en esto hace unos días, que leía sobre una noticia vieja de unos adolescentes que torturaron hasta la muerte a un perro callejero, grabando en video el hecho y compartiéndolo en Facebook, lo que hizo que la difusión se convirtiera en viral y levantando la indignación de los usuarios de redes sociales, y posteriormente del público de medios tradicionales, lo que derivó en la mayor movilización en este país en pro de los derechos animales.

En una sociedad que carece de una cultura de derechos humanos, los derechos animales tienen todavía menos espacio.

Volví a pensar en esto, también, cuando vi una reciente fotografía de difusión viral, de un hombre aliviando el dolor de su perro, sosteniéndolo mientras duerme flotando en un lago. El perro, de 19 años de edad, tiene artritis, y los dolores no lo dejan dormir, pero en el agua su malestar se reduce lo suficiente como para permitirle una reparadora siesta, y John Hunger se sumerge todos los días de verano en las tibias aguas del lago Wisconsin para que su perro Schroep pueda descansar un poco.



Nuevamente vuelvo a pensar en el tema hoy mismo, al ver en una canal de televisión por cable, la extensa película-documental biográfica de un torero famoso en los 50s (Luis Procuna), en la que muestran su motivación, preparación y desempeño, y sin ignorar la valentía del matador y la estética contenida en el espectáculo, sigo sin evitar horrorizarme ante el sufrimiento de los animales involucrados en esa actividad. Y pienso en otros deportes y actividades en que el animal es sometido para el divertimento de la especie humana: los deportes de la caza y la pesca, las peleas clandestinas, los espectáculos circenses.

Están también las actividades necesarias para el desarrollo de la humanidad, comenzando por la principal que es la alimentación, y en la que es imposible negar nuestra natural inclinación carnívora, tan necesaria y básica en nuestro proceso evolutivo. Pese a las negativas de vegetarianos y veganos por aceptarlo, se ha comprobado científicamente que el consumo de carne y productos derivados de animales, son necesarios para una nutrición óptima (lo cual no significa que sea indispensable, ni que el estilo de vida vegetariano sea insaluble o por completo deficiente, pero que conduce a las razones de adopción de ese sistema de vida a una mayor índole ética y filosófica que de salud). Además de la defensa, el cuidado y el rescate de personas, el transporte, la medicina, la comunicación, la exploración del espacio, el desarrollo de diferentes industrias a través de la historia, fue logrado gracias al uso que se hizo de otras especies para auxiliarse; de los animales de carga a los insectos polinizadores, hemos dependido de ellos para avanzar en la civilización hasta llegar a como la conocemos en la actualidad, sin embargo, ese avance lo hemos compartido muy poco con ellos, relegándolos a una posición siempre inferior a la nuestra, y en ocasiones altamente desventajosa e injusta.

Algunas de esas industrias son la farmaceútica, la cosmética y la de comida procesada, que requieren de elaborados procesos para que sus productos lleguen al consumidor, garantizando que no tendrán un efecto nocivo en su salud e integridad, probándolos primero en otras especies, utilizando animales vivos para sus experimentos y pruebas de laboratorio. También en la producción de sus insumos dan prioridad al beneficio económico sobre el sufrimiento animal. La industria de la moda es otra que provoca la muerte de varias especies para cubrir su demanda de piel para fabricar ropa, calzado y accesorios. El sufrimiento innecesario que se provoca en estos seres vivos, por lo que muchas veces es un capricho humano, preocupa e indigna. Mucha polémica levanta el uso de animales para pruebas, aunque hay industrias en que se han logrado avances notables en beneficio del ser humano, como la exploración espacial, por ejemplo, en el que se han utilizado animales entrenados para probar que objetos lanzados al espacio pueden llevar a un ser vivo; o los descubrimientos médicos, que han logrado erradicar enfermedades y encontrar cura para otras, así como aliviar el malestar de enfermos y mejorar su calidad de vida, ejemplos mayúsculos son la penicilina y los transplantes de órganos, probados primero en animales antes de ser aplicados en el ser humano. Pero hay argumentos de que estas pruebas ya no son necesarias en la actualidad, ni tampoco confiables, y que lo único que hace que continúe la experimentación con animales vivos es la falta de concienciación sobre sus derechos, y la insensibilidad e indolencia sobre su sufrimiento. 

El ser la especie autoconsiderada más inteligente, no ha servido para garantizar un bienestar mínimo a toda nuestra especie, menos aún a las otras que hemos sojuzgado para nuestro beneficio, el ejemplo más grande y claro es que el cambio climático provocado por nuestro desarrollo se revierte drásticamente contra nosotros mismos, perjudicando de paso a las demás especies de la flora y la fauna, a nivel global, y anticipando, además, la destrucción de la misma civilización desarrollada que nos afanamos (y ufanamos) por alcanzar.

Pensé en esto al enterarme de una acción que activistas italianos hicieron en contra de una empresa que se dedica a criar y proporcionar animales para laboratorio. Pasando todas las barreras a su paso, los activistas allanaron las instalaciones del criadero Green Hill para liberar a cachorros Beagel, los preferidos por los laboratorios por su tamaño pequeño y su mansedumbre, lo que permite su manipulación entre una tortuosa prueba y otra.




La otra cara de la moneda la forman las personas conscientes de que no tenemos derecho alguno a maltratar a los animales no-humanos, pero que se han radicalizado al grado de tener más compasión por otras especies que por la propia. Vuelvo a la noticia de los jóvenes torturadores y asesinos de un perro callejero, confieso que no soy capaz de ver el video que grabaron y publicaron ellos mismos, y me había mantenido voluntariamente ignorante de gran parte de la situación hasta encontrar en un popular blog al que me había asomado un par de veces, toda la historia con la mayor cantidad de hechos detallados; este blog se especializa en abordar a detalle los crímenes de sangre más notables, desde asesinos seriales, asesinos masivos, magnicidas y casos de asesinatos más recordados por su crueldad o por la complejidad de los hechos, y lo hace de una manera muy objetiva y pormenorizada, sin amarillismo pero sin ahorrarle al lector ningún detalle incómodo, dado su rigor periodístico. Algo que especialmente evita su autor son los juicios de valor. Sin embargo, al tratar este caso rompe con varias de las características que lo distinguen: no muestra el video para no herir a lectores sensibles (pero sí lo enlaza y describe detalladamente las acciones que muestra), no hace el menor intento por evitar el juicio de valor hacia los jóvenes torturadores, narra los hechos de forma nada objetiva, e incluso, por primera vez, lo hace en primera persona, describiendo sus impresiones

El cambio no sólo es ostensible en él, sino también en sus lectores, siendo hasta el momento la entrada más comentada; en su casi total mayoría los comentarios son de reprobación hacia el hecho y hacia los criminales, pero no sólo se suman a su indignación sino también al linchamiento mediático, expresando junto con su asco y enojo, el deseo de que esos muchachos mueran de la misma forma en que dieron muerte a ese perro: con el sumo dolor posible. E incluso, manifiestan su intención de participar activamente en la aplicación de ese castigo. Recojo algunos de esos comentarios:

No existe perdón para el que toma una vida. Asesinos paguen con sus vidas, paguen con sangre y sufrimiento. No hay nada en éste mundo que subsane lo que han hecho, coincido en que quien maltrate a un animalito hoy, mañana hará lo propio con otro ser vivo. Tienen miedo ahora verdad?, rueguen porque los encuentren y los linchen porque de esa manera su triste existencia terminará, caso contrario les deseo profundamente que su vida sea muy larga y penosa, que jamás consigan lo que desean y que el repudio social y el terror de ser encontrados por cualquiera que tome venganza por Callejerito los acompañe hasta la misma muerte. Así sea. Paula Martínez y esposo.

...

A la verga!!!!! disculpas ni madres, pinches enfermos, ojala los maten y torturen peor que lo que hicieron. Pendejos.

...

Asi como muchos, no pude ver el video (ni me atreveré nunca), pero solo de ver las imagenes que pusiste se me parte el corazon. Es cierto eso que dice que a los mexicanos ya se nos endureció el corazón con tanto muerto. al menos yo cada vez que leo tu blog, ya ni siento nada; es algo que pasa todos los días en el país. Pero cada vez que veo algo así en contra de los animales, se me rompe el corazón en más de mil pedazos. Cómo pueden torturar a un animal indefenso asi?! Y la señora eso diciendo que "sólo es un animal"? Maldita inculta, yo sí apoyo a toda la gente que busca vengarse de esos malditos estupidos >:( la verdad espero que los encuentren y les den su merecido, aunque ningun tipo de tortura podrá reparar lo que le hicieron a este pobre perrito. Juro que si veo a uno de esos tipos, lo mato. Por mi madre, que los mato.

...

Por que no dicen quienes son y nombre y apellido que me encargo de que les pase lo mismo a estos HIJOS DE MIL P!!!

...

No puedo creer que he leído tantos casos de asesinatos sádicos en este espacio; que mis tripas y mi cerebro se han acostumbrado a ver imágenes de muertos, mutilados, degollados, etc., pero no soy capaz ni de leer esta entrada. Me da mucho coraje.

Y recojo también un extracto de la entrada, en que el autor describe como se sintió tras ver el  video:

Lo que sentía y pensaba al concluir la reproducción de aquella grabación era rabia y una furia homicida. Mi único pensamiento era: 'Deberían matarlos'. Me hubiera gustado matarlos yo mismo y lo hubiera hecho con gusto (...) El poder de la turba y sus motivaciones me era extraño. En un nivel racional, entendía los mecanismos que llevaban a ello: la indignación, el deseo de revancha, la sensación de injusticia, el anhelo de castigo, la felicidad de lo brutal. Los mismos elementos que posee el ejercicio de la crueldad. Pero al terminar de ver el video, experimenté la parte emocional. Hubiera apoyado a cualquier multitud enardecida que, portando antorchas, llevara a esos jóvenes a una plaza pública para ejecutarlos. Me habría dado gusto. Lo hubiera disfrutado."

Me llama mucho la atención que haya gente que se indigne menos con la violencia y la crueldad hacia otra persona, que con el maltrato hacia un animal, al grado de querer castigar con el mismo grado de violencia y crueldad. Y este ejemplo es de personas -autor y lectores- acostumbrados a la narración y exposición gráfica de crímenes aberrantes, pero en todos los espacios que se comentó esta historia se dieron las mismas reacciones, al grado extremo que una comunicadora más o menos notoria (Martha Debayle) dijo al aire en su programa de radio: "Ojalá alguien tenga el valor de lincharlos", y en el colmo de la incongruencia, uno de los perros de los torturadores fue asesinado en represalia, sin levantar ninguna queja entre los indignados por el asesinato del perro callejero. En la cotidianeidad pueden encontrarse más ejemplos de este tipo: personas que tratan mejor a sus mascotas que a sus hijos o pareja, activistas que no mueven un dedo ni aportan un peso por las víctimas de trata de blancas, de hambruna o de exterminio racial, pero que se dedican en cuerpo y alma a encontrarle hogar a un cachorrito abandonado y a hacer campaña permanente en contra de la matanza de focas bebé. Un especismo a la inversa, en donde el ser humano es considerado la peor de todas e inmerecedora de compasión y empatía.

Y volví a pensar en el trato animal, en como se reducen los verdugos de los animales, pero también algunos de los vengadores de esos animales, en bestias similares. Idealizar a los animales como criaturas cien por ciento bondadosas tampoco es certero, estudios cientificos pueden describir conductas que podían calificarse de humanamente aberrantes en otras especies: canibalismo, violencia fortuita, violencia sexual (incluso sobre otras especies más débiles), promiscuidad, abuso del más débil (por lo que parece ser un mero juego de placer para imponer su fortaleza), y un sorprendente etcétera de conductas, que no deben compararse con las humanas para estudiarlas, pero que al ojo común y lego resulta interesante establecer un paralelismo.

Y me regreso a pensar sobre el trato que damos a los animales, y me obligo a reconsiderar la forma en cómo los concibimos, cuando leo la noticia de que la comunidad científica lanza una declaración firmada por científicos de la talla de Steven Hawking, en que reconocen que los animales tienen conciencia igual a nosotros (los humanos). Los elefantes cooperan entre ellos, los chimpancés enseñan a usar herramientas a los más jóvenes, los pulpos son capaces de elaborar un plan... todo esto comprobado con evidencias que prueban que los animales tienen los sustratos neurológicos para generar conciencia. Y esto, esperan los simpatizantes de los animales, impacte positivamente sobre el (mal)trato que reciben de nosotros. Ahora que ya se ha comprobado que tienen conciencia del dolor, de la solidaridad, de la empatía, de la complicidad y de otras emociones que nos hacen humanos a nosotros: ¿dejaremos de ser tan animales con los animales... o dicho de otra forma: ¿lograremos ser animales como los animales?

Lo dicen ya los científicos... pero cualquiera que ha tenido y amado a una mascota, ya fuera un gato, un perro, un caballo, un loro o un hámster, lo sabía desde antes.



viernes, 17 de agosto de 2012

Cocina, Alquimia y Surrealismo: Leonora Carrington y Remedios Varo



"Supe entonces que estaba hablando de mí y de mi cocina, 
y de mis hijos lunares 
y de las estrellas que yo trituro". 
Remedios Varo

Alguna vez hablamos de la cocina barroca de Sor Juana Inés de la Cruz, no en este espacio, pero sí en un blog amigo. Hoy volvemos a juntar a la cocina y la pintura, y nuevamente de la mano de mujeres extraordinarias, de feministas irredentas, de creadoras protagonistas que no se conformaron con el papel de musa. Leonora Carrington y Remedios Varo, al igual que el Fénix de América, encuentran también en la cocina un refugio para la experimentación, la observación y el descubrimiento. La cocina como centro de quehacer artístico; el fogón de la cocina y el caldero como herramientas de subversión artística.

Leonora Carrington en la cocina

La alquimia de la cocina, la magia doméstica que encierra el laboratorio culinario, sedujo a las dos grandes pintoras que se internaron en el alivio de remedios caseros y hechizos gastronómicos, en una surrealista combinación de magia y arte. 

Leonora Carrington ligó esa alquimia a su obra de forma más tangible, al adoptar y estudiar la técnica del temple al huevo, mezclando los procesos al cocinar y la química esotérica de la alquimia al balancear la consistencia de la pintura con la yema de huevo, la grasa y el agua. Y André Bretón recuerda las recetas inglesas antiguas (del siglo XVI) que preparaba y le obligaba a probar, como la liebre rellena de ostras.

La curiosidad y el apego por estas costumbres alquimistas le fue legada por la madre de su madre, su abuela Moorhead, quien le narraba leyendas de la mitología celta, de una raza irlandesa que eligió vivir bajo tierra tras el despojo de las suyas, dedicándose a la magia y la alquimia, aprendiendo a transmutar el oro. A esta abuela la inmortaliza en un cuadro, precisamente ilustrando la alquimia de su cocina:

La cocina aromática de la abuela Moorhead

A pesar de que se quejaba con su amiga  Remedios Varo (quien la describía como "mi alma gemela en el arte") de que "Necesitamos una esposa... que se hiciera cargo de la cocina y los niños", Leonora reivindicó la cocina como un centro para el quehacer artístico, a la vez que un espacio cósmico, conciliando su vocación creadora con su rol de esposa y madre. Ella misma describía su estudio como "mezcla de cocina, guardería, cuarto de dormir, perrera y almacén de chatarra", y equiparaba el proceso culinario de transformar los alimentos y llevarlos a la mesa, con el proceso alquimista de destilación y transformación, que a la vez relacionaba con el proceso artístico que transforma al arte en alimento espiritual. Para ella (y para su gemela artística) el arte era magia y alimento, hechizo y sanación espiritual.

Santa Teresa en la cocina

Por su parte, Remedios Varo favorecía también las "filosofías de cocina" -como dijera La Décima musa- e incluso tenía sus propios remedios, sus famosas “Recetas y consejos para ahuyentar los sueños inoportunos, el insomnio y los desiertos de arenas movedizas bajo la cama”, de los que les extraigo una de las más difundidas:

Para provocar sueños eróticos 

Papilla estelar
Ingredientes: 

 • Un kilo de raíces fuertes. • Tres gallinas blancas. • Una cabeza de ajos. • Cuatro kilos de miel. • Un espejo. • Dos hígados de ternera. • Un ladrillo. • Dos pinzas para la ropa. • Un corsé con ballenas. • Dos bigotes postizos. • Sombreros al gusto. 

Modo de preparación: 

Se despluman las gallinas, conservando cuidadosamente las plumas. Se ponen a hervir en dos litros de agua destilada o de lluvia sin sal y con la cabeza de ajos pelados y molidos. Se deja hervir a fuego lento. 

Mientras hierven las aves, colóquese la cama oriental de noroeste a sudeste y déjese reposar con la ventana abierta. Ciérrese la ventana media hora después y colóquese el ladrillo rojo bajo la pata izquierda de la cabecera de la cama, que debe estar al noroeste. Déjese reposar. 

Mientras reposa la cama, rállese directamente sobre el caldo la raíz fuerte, teniendo cuidado de que las manos estén constantemente impregnadas por el vapor. Revuélvase y déjese hervir. 

Se toman los cuatro kilos de miel y se extienden con una espátula sobre las sábanas de la cama. Tómense las plumas de las gallinas y espárzanse sobre las sábanas embadurnadas de miel. Tiéndase la cama con cuidado. No es indispensable que las plumas sean blancas, pueden también usarse de color, pero hay que evitar las llamadas gallinas de Guinea, pues éstas producen a veces un estado ninfomaniaco de larga duración o graves casos de priapismo. 

Póngase el corsé bastante apretado. Siéntese ante el espejo, afloje su tensión nerviosa, sonría, pruébese los bigotes y los sombreros según sus gustos (tricornio, napoleónico, capelo cardenalicio, cofia con encajes, boina vasca, etcétera). Ponga en un platito las dos pinzas para ropa y déjelo junto a la cama. Entíbiense al baño María los hígados de ternera teniendo mucho cuidado de que no lleguen a hervir. Colóquense los hígados tibios en lugar de la almohada (en casos de masoquismo) o en ambos lados de la cama, al alcance de las manos (en casos de sadismo). 


Vampiros vegetarianos

A partir de ese momento, todo debe terminar de hacerse a gran velocidad, para impedir que los hígados se enfríen. Corra y vierta el caldo (que debe estar muy reducido) en una taza. Regrese con ella apresuradamente ante el espejo, sonría, beba un sorbo de caldo, pruébese un bigote, beba otro sorbo, pruébese un sombrero, beba, pruébese todo, tome sorbitos entre prueba y prueba y hágalo todo tan velozmente como sea capaz. Ya ingerido el caldo, corra a la cama, acuéstese entre las sábanas preparadas, tome rápidamente las pinzas para la ropa e introduzca en cada una de ellas el dedo pulgar del pie. Estas pinzas deben conservarse toda la noche y colocarse en un ángulo de 45° en relación con el dedo, oprimiendo fuertemente la uña. 

Esta sencilla receta da siempre buenos resultados y las personas normales pueden ir placenteramente del beso a la estrangulación, de la violación al incesto, etcétera, etcétera. Las recetas para casos más complicados, como son los de necrofilia, autofagia, tauromaquia, alpinismo y otros, se encuentran en un volumen especial de nuestra colección: Consejos discretamente sanos.

Hago esta entrada después de experimentar en el laboratorio "de los chimoles" con la sensación de también estar haciendo magia y arte, además de alimentar el espíritu. Me encanta la cocina y suelo agregar ingredientes que den un toque de sabor y color particular -pequeños lujos que enriquecen una comida casera-: lunas de pera y manzana recién cosechadas para acompañar al espaguetti con mantequilla, hojas de laurel que aromatizan una tinga y nuez moscada a una crema de coliflor, licor de cacao para saborizar un café gourmet colombiano, corona de queso para un higo recién cortado en el jardín que busca acompañar a un vino tinto Merlot (tanto el café como el vino son regalos de sobrinos que consienten mis debilidades). Ya les conté sobre mi identificación con Remedios Varo, también en esta intención liberadora de experimentar con la alquimia culinaria me siento reflejada, especialmente al encontrar una vía de escape para la sensibilidad artística: un plato bien montado es también un deleite estético creado en un lienzo culinario, una fugaz obra de arte que anticipa la explosión de sabores que obtendrá el paladar, en un goce que también se podría considerar artístico. Buen provecho.

domingo, 12 de agosto de 2012

Paseo Dominical a Nuestro Pasado Olímpico: México 68


Terminan hoy los Juegos Olímpicos en Londres, donde deportistas de todo el mundo intentaron superar sus propios límites; muchos lo lograron y además superaron los límites de los demás, esos serán los recordados por la historia al colocar su nombre entre los ganadores de medallas y poseedores de marcas olímpicas; otros más vencieron sólo sus propias marcas y su logro será recordado por los que son cercanos a ellos y quedará en los registros locales; otros muchos tendrán la satisfacción de haber representado al país y figurar entre los mejores del mundo, y sabrán que eso es un gran triunfo aunque muchos los consideren perdedores. Porque clasificar a unos juegos olímpicos ya es ser parte de una élite de deportistas de excelencia, y eso sólo lo pueden presumir muy pocos. 

En el caso de nuestro país, particularmente, tiene un doble mérito, porque carecemos de una cultura del deporte y los escasos triunfos que se tienen a nivel internacional son, generalmente, resultado de esfuerzos personales, por parte de personas tan inspiradas y automotivadas que no sólo cubren la mayor o la total parte de los gastos que su actividad deportiva acarrea, sino además lidian con toda la falta de cultura e infraestructura para practicar la disciplina que eligieron. Es fácil criticar la falta de medallas o las participaciones que aparentemente no obtuvieron triunfos memorables, pero la realidad es que inclinarse por la práctica profesional de un deporte, en este país requiere de algo más que disciplina, requiere de vocación para el martirio pues no se encontrará el apoyo necesario. Recuerdo lo que decía la madre de uno de los ganadores de caminata en los juegos de Sidney 2000, cuando una televisora la comunicó por teléfono con su hijo (Noé Hernández, que acababa de obtener la medalla de plata) y la señora le pedía perdón por no haberle dado lo suficiente, recordando cuando sólo le daba cinco pesos para su pasaje y después de abordar un camión en Chimalhuacán, él tenía que caminar todo el camino restante, atravesando buena parte de la ciudad hasta llegar a su lugar de entrenamiento, para lo cual salía de su casa a las cinco de la mañana para poder llegar a tiempo.

Los juegos olímpicos nunca han podido sustraerse a las intenciones políticas de sus participantes y sus organizadores, a pesar de que fueron reorganizados para fomentar la fraternidad entre naciones y la amistad deportiva, han reflejado los tiempos políticos que los acompañan. Así, Jesse Owens parece desafiar la supremacía aria que anunciaba el régimen de Hitler en Berlín 36; México 68 no muestra la protesta estudiantil (ni la represión que tuvo objeto) pero no puede evitar la manifestación del Black power; el terrorismo secuestró la fiesta olímpica de Múnich 72 y la guerra fría se adueñó de las primeras de los 80´s, así como el dinero le ganó al sentimiento cuando se celebraron los cien años de las olimpíadas de la era moderna en Atlanta y no en Grecia, su cuna ancestral. Londres 2012 demuestra en su inauguración el orgullo por su hegemonía sobre el desarrollo y la cultura occidental pero durante los justas deportivas se manifiesta justo que las hegemonías pueden romperse, así el sorprendente Usaín Bolt rivaliza con Michael Phelps el lugar del mejor atleta (ambos con logros deportivos extraordinarios), señal de que el poderío estadounidense puede ser quebrado por una pequeña potencia deportiva a la alza, de un país pequeñito que produce grandes atletas sin tener todo un aparato de fabricación de ganadores olímpicos en serie (o una maquiladora, como la que parece tener China).

Y volviendo al año de 1968, los Juegos Olímpicos en México marcaron un antes y un después en la organizacíón de los juegos, pues las ceremonias de inauguración y clausura fueron humanamente emotivas, y el pueblo mexicano se involucró mucho en la fiesta olímpica, por ejemplo, en la inauguración invadió el campo deportivo para saludar a los deportistas y su apoyo fue fundamental para que el competidor mexicano de caminata remontara del tercer lugar con que entró al estadio universitario, al segundo lugar, ganando la plata.

Entre otras anécdotas, no sólo el Movimiento Estudiantil fue un posible obstáculo para la celebración de los juegos, también hubo países que trataron de boicotear la participación de la URSS amenazando con no participar si ese país lo hacía, en protesta por su invasión a Checoslovaquia, y también hubo una campaña internacional que exigía que se le quitaran a México los juegos, no nada más porque era un país subdesarrollado, sino también porque se consideraba que la altura de la Ciudad de México era inadecuada para el óptimo desempeño deportivo, asegurando que para que los atletas visitantes se pudieran adaptar al pobre oxígeno deberían pasar seis meses y que no se podía esperar que se rompieran récords olímpicos sin provocar daños graves o fatales a los deportistas. Tuvo que hacerse una miniolimpiada previa para que los países participantes comprobaran que no era cierto. Finalmente se rompieron 22 marcas olímpicas.

Aquí una imágenes que rescatan a la fiesta del olvido, para la rememoranza de los más viejos, y el descubrimiento de los más jóvenes (click en cada una para ampliar):

 La ciudad vestida de fiesta, para la fiesta olímpica:

El antiguo edificio del Banco Internacional, después Bital

El edificio de los Bonos del ahorro nacional, frente a la glorieta de Cuauhtémoc
(hoy se construye un complejo inmobiliario de lujo, ahí)

La fuente de Diana

La avenida 20 de noviembre, entrada hacia el Zócalo
El logo y el pueblo, identificándose con la fiesta:




El logo de Lance Wyman, autor de la iconografía... y él mismo ícono del diseño 

La ciudad vestida de fiesta, con los distintivos globos olímpicos, parte de la decoración citadina ideada por el equipo de Wyman:





El diseño urbano, módulos e identificaciones:






La famosa e innovadora iconografía de las disciplinas deportivas:



Otro elemento del diseño urbano que buscaba identificar las sedes olímpicas: el piso pintado con un novedoso diseño óptico:

Vista aérea del Estadio Azteca, inaugurado dos años antes

El Estadio Universitario en CU

El piso azul del Estadio Azteca, y la estatua "Sol rojo y sombrero" que se volvió su identificación,
la estatua era parte de la Ruta de la Amistad, exhibición escultórica al aire libre en diferentes vías


Las hermosas y memorables edecanes de la olimpiada, que incluso han inspirado obras teatrales
(a raíz de la muerte de una ellas, Regina, en la matanza del 2 de octubre)

Otros elementos de la decoración urbana, que no se le atribuye a Wyman, fueron "Los Judas", gigantescas esculturas que representaban las diferentes disciplinas deportivas y que se encontraban en las principales avenidas:





La gente y las figuras notables:

El ambiente en la inauguración

El Black power, los dos deportistas manifestaban su protesta por la discriminación racial
y su apoyo a las protestas reivindicativas de los afroamericanos.
Ambos deportistas sufrieron marginación y repudio a su regreso a Estados Unidos

El representante de Túnez, durante la inauguración

Norma Enriqueta Basilio, la primera mujer en encender un pebetero olímpico

Vera Caslavska, gimnasta rusa que se robó el corazón de México al usar el Jarabe Tapatío para su ejercicio de manos libres, también aprovecharía su estancia en el país para casarse en la Catedral

El Tibio Muñoz, ganador del oro en natación

La realidad: protesta estudiantil semanas antes de los Juegos Olímpicos, anunciados en la fachada de la tienda departamental Liverpool, en Insurgentes y Félix Cuevas.
La nota de una revista muestra el tratamiento que la prensa daba al Movimiento Estudiantil del 68

Fuentes de la mayoría de las imágenes: La Ciudad de México en el tiempo y Juegos de la XIX Olimpiada México 68. Dale click a cada imagen para ampliarla.

miércoles, 8 de agosto de 2012

¡300 000!


¡¡¡TRESCIENTOS MIL!!!

(Perdón, quería escribirlos con mayúsculas para gritarlos sobre la pantalla)

¡Trescientos mil clicks sobre los títulos de El Fanzín!

Trescientas mil páginas vistas. Trescientas mil lecturas. Trescientas mil conversaciones escuchadas.

¡Gracias!



No creí llegar a estas cifras cuando abrí el blog, en una tarde de somnolencia y resaca de primer día de año. Sin nada que hacer, sin nadie con quien hablar (todos dormían fumigados por la celebración de una noche antes), sin encontrar nada de interés en la tele, se me ocurrió iniciar por fin el tan proyectado y dibujado blog que traía en mi mente desde casi un año antes, con el único interés de iniciar una conversación.

En ese tiempo pensé que si podía atraer a un interlocutor que se interesara en mis opiniones o en los temas que a mí me llamaban la atención, podría considerarme afortunada, porque entre la oferta tan vasta que en ese tiempo había de los blogs, uno más que no se especializaba en nada y que no tenía una pluma con renombre ni era parte de un sector o de un círculo de algo, pues... ¿qué interés podría despertar?

Lo único que traía era un nick que se había paseado mucho por blogs interesantes, a veces abusando de la polémica, a veces logrando aportar un punto de vista no tan desechable. Luego vino la definición de un estilo, la adicción a postear, el espíritu protagonista (je, perdón por eso, tal vez no se note pero les juro que trato de contenerlo), ... y los problemas para postear. Porque desde los primeros meses empezaron los obstáculos, desde la interrupciones de servicio de Internet en casa (incluso hay entradas enviadas desde un cibercafé), las fallas de mi equipo de cómputo, los problemas técnicos de blogger, la falta de tiempo o... los problemas de salud ahora. Sufro de dolores de cabeza si permanezco frente a la computadora varios minutos, y es que el monitor de mi computadora se dañó y emergentemente la sustituímos por uno antigüito, olvidándonos de la recomendación primordial que nos daban hace años, antes de que se volvieran usuales las pantallas LCD: usar filtro de pantalla. Mi adicción a navegar por la red hizo el resto.

Ahora el abuso me cobra factura y no hay otro remedio que alejarme de la computadora hasta descansar lo suficiente, y aprender a tener mesura cuando vuelva. El blog sigue y tal vez no haya demasiado cambio con su ritmo de actualización, pues sólo es cuestión de aprender a optimizar el tiempo que paso en la red y tomar las precauciones adecuadas, pero si acaso ven que se tardan un poco más de lo habitual en aparecer las nuevas entradas, denme chance, que de momento, literalmente, la cabeza no me da para más -je-.

Donde definitivamente sí bajo de ritmo de interacción es en las redes sociales, de las que me había dejado atrapar mucho. Pero el blog es mi prioridad, así que si todo lo hago bien no tiene por qué verse afectado. Les agradezco en el alma la atención que me prestan, le robo su frase a mi amiga Nora para poder decirles: gracias por leerme.

Mil, mil gracias.

.. No, mejor trescientas mil.

La imagen me la rob... pedí prestada de acá.
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