viernes, 20 de febrero de 2009

Échale un ojo: 31, 32, 33, 34, 35

A la fotografía que sube cada tercer día Alan Taylor, del Boston Globe, en The Big Picture. Una historia actual, original, asombrosa o apabullante en cada imagen.

A las muestras de las dos ópticas con que, hoy, en Venezuela, se percibe la manera en que Hugo Chávez hace política, tras el resultado del reciente referéndum. La una. La otra.

Al esfuerzo blogueril que la última compañera de Alejandro Aura hace para encontrarlo en espacios reales y virtuales, además de seguir compartiendo sus poemas.

A la carta abierta en que Denisse Dresser le dice a Carlos Slim lo que casi todos los mexicanos queremos decirle. Y por si no lo vieron ya, el discurso que la analista política dijo en el Foro "México ante la Crisis, ¿Qué hacer para crecer?". !Tipaza¡.

A la forma en que afecta la crisis a las grandes empresas, representada por sus logos. (Éste ya pa´que sonrías).

10 ideas en tránsito:

Anónimo dijo...

Sólo lei la carta abiert y el discurso de Denisse. Si cansa y da impotencia el que te describan con detalle lo que pasa y sabes que pasa, pero que no puedes evitar. Las ganas de desconectarse de esta inercia, evadirse, crear una utópica inercia, aunque sea en el mundo de las ideas, son muy atrayentes.
Afortunadamente el logo de apple todo mordisqueado, me hizo sonreir.

Anónimo dijo...

Jaspin,

Coincido contigo en eso de lo cansado, pero en lo de la impotencia, no tanto.

Todos los acontecimientos macroeconómicos y sociopolíticos de esta era están creando una atmósfera a presión de la cual desafortunadamente no nos podemos evadir, y con ello se alimenta una masa que puede alcanzar su punto crítico en cualquier momento con consecuencias predecibles. Basta mirar que todas las condiciones están dadas como una enorme rueda de molino que está por completar su vuelta.

malbicho dijo...

ah, que fatalistas resultaron, ya´sta se parecen a slim (no en lo millonetas, sino en los pelos en las orejas -je-)

por pensar tan negativo -aparte de no memorizar el libro de "padre rico, padre pobre"- es que no son tan etsitosos como nuestra gloria nacional; eso de que cobra caro, que no da chance a la competencia, que anda por ´ay de alarmista ahuyentando a los inversionistas etstranjeros y queriéndole causar un infarto a cartens, es pura tirria de empleaduchos jodidos que no tienen visión de empresaurios

por eso México no prospera, nomás ven que alguien tiene etsito y luego luego a la yugular

-je-

Anónimo dijo...

Ah no Malbichosa, si a esas vamos y atendemos las palabrotas de San Carlos de que el éxito se mide por los felices que somos y toda esa cursilería barata, yo soy más exitoso que él, verdá'e'Dió'...

Aunque por otra parte, en realidad crees que el horno no está como para bollos?.

malbicho dijo...

no, claro no; comparto contigo y con jaspin, con denisse, y con todos los mexicanos sin rostro y sin voz (como ella nos llamó), la indignación y el hartazgo de una situación que ya se antojaba insostenible, y que ahora es agravada aún más por la crisis actual

siempre me ha parecido una burla que este hombre se erija como defensor de los intereses del mismo mexicano al que exprime, y una falta de miras de los que insisten en ponerlo como ejemplo de empresario

y por si esto no bastara: el café que venden en su sanborn´s es malísimo!!!! -je-

Anónimo dijo...

Malbicho, ahora entiendo tu animadversión a los sanbrons jejeje.

Ulisses creo opinamos lo mismo, la diferencia es una cuestión de semántica y acomodo o falta de más palabras.
La impotencia radica justamente en que no hay una solución a simple vista en los caminos transitables del devenir histórico de nuestro pais. Y al no poderse seguir estos caminos, sólo quedan las veredas escabrosas. el México bronco que esta a punto de despertar. Pero quienes podemos ver más alla de una vuelta más de molino, y que vislumbramos al burro y al molinero que son motor de estas vueltas, no deseaamos un ciclo más, una triturada más de la carne de cañon de gente desesperada, un río revuelto que sólo posicionara a los nuevos explotadores, momentos de confusiones que en su momento recorrieron nuestras fronteras, incertidumbres y callejones sin salida. Ciclos que termninan no porque se solucionen las cosas, sino por la mismo que les dió origen: el cansacio.
Cuando se ve más alla del momento, cuando se
perciben esos ciclos, cuando caes en cuenta que hay situaciones, como la pobreza, la explotación, el hambre, la miseria, etc etc. que no cambian, y que tan solo se adaptan a la epoca. Las tiendas de raya ahora son los elektra, los bandoleros ahora són los narcos, y los ricos son los mismos de siempre. Uno se pregunta, ¿de que sirve un nuevo ciclo? Y la palabra impotencia se hace más grande y cobra más fuerza, atenaza mi cuerpo, me roba el aire, y da pie a otras palabras a elección: desesperación, valemadrismo, resignación ó preparación.

Un saludo cordial muchachos

malbicho dijo...

además de las elektras, tiendas de autoservicio como comercial mexicana, que tienen la complicidad del gobierno para seguir operando pese a sus prácticas faltas de ética, y que los trabajadores se vean obligados a gastar buena parte de su ingreso en ellas, funcionan como verdaderas tiendas de raya

yo sí comprendo cabalmente la impotencia que hablas, y es verdad, ninguna solución, además de no parecer sencilla, parece eficaz, especialmente cuando notas que la mayor parte de las personas no están dispuestas a hacer el más mínimo cambio o sacrificio en aras de un bien común; leyendo en foros y espacios como el blog de blogs sobre este mismo tema, encuentras como hay personas que justifican el comportamiento de los slims que hay en este país y en países como el nuestro, en donde la inequidad económica es tan marcada; y que incluso llegan a afirmar que en su caso harían lo mismo (y hasta a asegurar que todos lo haríamos)

... y siempre hay más de una razón para odiar los sanborn´s -je-

Anónimo dijo...

Compañeros Poetas,

Difiero una vez más en el sentir. Después de todo los operadores de la crisis a nivel mundial son sólo cincuenta, y los operadores de la expoliación nacional son 600 (curioso número).

En palabras del Arquitecto, es sólo cuestión de reprogramación.

malbicho dijo...

chale, tus comentarios siempre son bien crípticos, nunca sé si sí les entendí -je-

como diría ese gran filósofo jefe gorgory:

"más despacio, cerebrito!"

Anónimo dijo...

Me agrada tu optimismo, y no pretendo quitartelo, si tal vez contagiarme de él. Y es claqro donde esta el volumen y la fuerza. Pero no dejo de recordar la anecdota esa de los domadores de elefantes que los amarran desde pequeñitos, y ya de grandes, con un simple hilo que les pongan el elefante con toda su fuerza se sabe y siente sujeto y no hace por liberarse. El condicionamiento a través del tiempo es más que poderoso. Y por un elefante que se despoje de sus barreras mentales, o por sus condiciones extremas, se rebele y de muerte a su entrenador, no va a darse la emancipación de todos los elefantes. A lo mucho el elefante en cuestión es controlado por un nuevo explotador o en su defecto es asesinado, porque el que tiene las herramientas, conocimiento y medios para hacerlo. La solución no esta en la fuerza, el volúmen o el número. Sino en el trascender de la esencia de un pueblo elefante a una esencia de pueblo de hombres pensantes.

Saludos

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