sábado, 29 de agosto de 2009

Pavlova, El Cisne y la Igualdad Comunista

Todos somos iguales, pero algunos somos más iguales que otros.
Frase popular.


Ana Pavlova estaba en su camerino, arreglando los últimos detalles de su vestuario antes de salir a escena. Era la joven Rusia comunista, después del triunfo de la Revolución bolchevique. Su asistente se acercó a decirle que una acomodadora del teatro necesitaba hablar con ella; la prima ballerina, intrigada, accedió a que la hicieran pasar.

La acomodadora, respetuosa pero firme, le dijo:

-Mire camarada, francamente, siento que es una injusticia lo que están haciendo. Ya nos dijeron los bolcheviques que en este nuevo régimen comunista todos somos iguales, tenemos los mismos derechos y debemos obtener los mismos ingresos. Bueno, pues, muy bien; pero, ¿por qué entonces usted gana más de cinco veces lo que yo gano?

Pavlova, después de pensarlo un momento, le contestó:

-Camarada, tiene usted toda la razón. Le voy a decir a la compañía que, de ahora en adelante, usted y yo ganemos lo mismo. Sólo que, a partir de esta noche, usted baila y yo acomodo.

Entre las mucha anécdotas que se pueden contar de la inigualable Ana Pavlova, está la de que la constitución de sus pies le dificultaba equilibrar su peso en las puntas, por lo que se ayudaba con una modificación en el zapato mediante un trozo de madera sólida, eso le fue criticado en ese momento, pero a la postre, esa modificación se adoptó en las zapatillas modernas, haciendo menos dolorosa la posición de punta. Existe también un postre con su nombre, supuestamente ideado para su deguste; pero las anécdotas más famosas son en relación al ballet "El cisne" (mote con que se le identificó a partir de su memorable interpretación); el ballet cambió su nombre popular a "La muerte del cisne", debido precisamente a la inenarrable forma que ella recreaba la muerte de su personaje; se dice que cuando estaba ya mortalmente enferma, estando programada una función de esa obra, pidió: "Prepara mi traje de cisne". Finalmente, después de su muerte, la obra se presentó ante un teatro lleno, y el haz de luz de un reflector iluminó cada lugar vacío en que debía estar ella con su perfecta danza.

9 ideas en tránsito:

JP dijo...

-- muy interesante Malbi, pinches comunistas, ademas de comerse a los ninios querian hacer trabajar a todos, pos estos!

Aurore Dupin dijo...

Jota Pe se lució con el comentario. Apenas puedo teclear de la risa.

Carcajadas rojas.

Menospausas dijo...

Malbicho, a que la Pavlova, me encantan tus investigaciones en verdad, le das un sabor rico al personaje. Yo pensé de inmediato en el perfume Pavlova, dulce muy dulce, pero creo que mi mamá lo compró más por el Cisne que por el aroma, durante un tiempo fue nuestro perfume, aún recuerdo la caja negra con flores rositas, caray no se porqué compramos ese perfume tan dulce que al final nos producía jaqueca, hasta que un día no lo vimos más, pero hoy me has hecho el día recordando el perfume que un día uso mi mamá, gracias, y gracias por hacerme pensar en ese homenaje póstumo a esa extraordinaria bailarina, me puedo imaginar el teatro lleno, con el escenario vació y la luz brillante sobre un cisne que había volado.

Un abrazo Malbicho


PD Y de acuerdo con Aurore, Jota pe me hizo reír

Anónimo dijo...

Y yo creo que si Pavlova hubiera quedado de acomodadora hubiera sido la acomodadora mas exquisita vista jamás, con una gracia extraordinaria para llevar a los camaradas a sus lugares.

Interesante relato.

Anónimo dijo...

Hola! mira tu, ahora ya se por que se llama asi la academia de ballet que esta cerca de la casa de mi mama...
upss! que ignorancia la mía...
un abrazo
=D

milyunamascaras dijo...

Yo soy la Pavlova vitaminada...
Saludos camarada

Talamentes dijo...

Bellísimo el homenaje póstumo que le tributaron; y de qué otra forma podría ser? qué o quién podría haberla sustituido en el escenario?

lumpenpo dijo...

(jota pe) Y además se los comían crudos, decían los Cristeros. A Ángeles Mastretta la metían sus maestras debajo de su pupitre al grito de ¡ahí vienen los comunistas! pregúntenle y verán que si nó.
Para el anecdotario: En 1919 Pavlova bailó el Jarabe Tapatío vestida de china poblana ante más de 25 000 espectadores en la Plaza de Toros de la Condesa cuando vino a México; en una función Casals tocó escondido entre bambalinas la parte de la Muerte del Cisne cuenta al cellista que al terminar, ella corrió entre el público para abrazarlo y besarlo, subió con él al escenario para compartir aplausos. Los críticos fascinados e incrédulos de que viniera tan alto personaje "a esta vasta aldea de edificios monumentales y costumbres pueblerinas..." (González de Mendoza en febrero 7 de 1919), en fin, todo un suceso, ella partió conmovida ante un pueblo, salido de una revolución, que literalmente se le entregó al "Cisne".

Saludos y feliz por este post.

malbicho dijo...

@jota pe
ja, ja, ja, ja... (pa l´otra comentas hasta el último, te robas la entrada con tus comentarios -je-)

@Aurore
ese jota pe cuando desayuna colibrí capeado se pone re-ingenioso, verdad?, a mí también me hizo reir

@bailansincesar
tienes razón, seguro hasta de taquillera se luciría, no sólo parecía tener una gracia sino un brillo especial

@Ana
muy oportunista la escuela -je-, junto con isadora duncan debe tener el mayor número de escuelas homónimas

@milyunamáscaras
pavlova reloaded??? -je- (debe ser todo una experiencia verte en el escenario, un día hago el viajecito pa´verte)

@Talamentes
seguramente así lo entendieron, dicen que el público de la habana -donde se realizó el homenaje- miraba el escenario con lágrimas en los ojos; con lo que nos comenta lumpenpo se puede ver que verla en un escenario debe haber sido algo inolvidable

@lumpenpo
gracias por redondear el post con esta magnífica anécdota, perdón de que no apareciera antes para que pudiera ser leída por más visitantes

(y orita voy a preguntarle a la mastreta, pérame -je-)

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