Avisos de Ocasión

Vendo (permuto, regalo, maldigo) computadora poseída por el espíritu de un ser elemental (de verdad muy, pero muy elemental). Llevo dos minutos escribiendo esta pinche frase de sólo dos renglones (y me llevó cuatro días hacer la última entrada, que por cierto, ni siquiera ha sido leída por más de cuarenta personas, he perdido dos tercios de los lectores que tenía). El negocio que empecé tuvo que ser reestructurado ante una eventualidad no posible de preveer y que alteró todo, un robo vino a aumentar las limitaciones y ahora todos mis recursos están enfocados a acondicionar un local para poder trabajar ahí. Tengo el apoyo de mi familia adorablemente disfuncional, que en estos momentos veo es mi mayor y más valiosa posesión, y de una persona que a pesar de todos mis defectos e imperfecciones insiste en seguir a mi lado (y yo, a pesar de las suyas, lo doy permiso de seguir ahí -je-), esto me alivia mucho, pero cuestiones como ésta que se arreglaría rápidamente con un teclado nuevo y una visita al hospital de las compus, me pone al borde de un ataque de ira al no poder colocar en la lista de prioridades.

Perdón por no poder actualizar antes.

Doy gracias al señor por las bendiciones recibidas, pues en un país en que se está en peligro de muerte por asistir a una fiesta en una casa privada, por salir de trabajar del tercer turno en una maquiladora, por vivir en una colonia cercana a un río o un canal de desagüe, o por resistirse tanto a un asalto como a una detención arbitraria, yo pude ir al teatro y hasta brindar con un delicioso vino, y regresar sana y salva -pero con frío- a mi casita después de atravesar toda la lluviosa ciudad (vivo en el norte y casi toda la actividad cultural se desarrolla en el sur), en un día de puente laboral, por el que resultó que no había transporte después de las diez de la noche. Por cierto, al señor que agradezco es al encargado de Conaculta que me regaló un pase doble para ir al estreno de El último verano de Sara Bernhardt; otro señor al que le doy las gracias es a Miguel Couturier, espléndido actor que se roba la obra (y que lo pueden ver en un pequeñísimo y no muy trascendente papel en la serie XY, de lo poco bueno que ha puesto Sariñana en el Canal Once).

Y también agradezco a mi puchunguito, que fue el que hizo que llegara bien a casa.

AAA.¡¡¡Empleos. Vacantes!!! Por expansión de empresa, mi primo el millonetas me pide le ayude a anunciar que necesita diez mujeres jóvenes, de buen ver y de mal pensar que lo ayuden con su negocio de atención a ejecutivos... no, perdón, ese no es el anuncio, es el siguiente:

Vacantes. Blogueros aburridos de escribir en su mismo blog. Swingers de clóset que sólo se atreven a intercambiar avatares. Escritores bifrontales -o bipolares-. Lectores infieles -pero leales-. Se abre convocatoria para el 7o. Festival Blogswinger, y para que la perversión sea total, el tema a elegir se hará entre los siete pecados capitales. No es necesaria experiencia, nivel académico ni excelente presentación. Se ofrece actividad atractiva, horario cómodo y ambiente agradable.

Con !ván -ahora modelo stripper- todos los detalles.