El de hoy en realidad fueron dos paseos, el primero de ellos fue un domingo de febrero en que me dirijo al Centro Histórico para escuchar a Horacio Franco dirigiendo al Coro de Madrigalistas de Bellas Artes, interpretando a Bach y Vivaldi entre otros músicos barrocos, en la Sinagoga Justo Sierra.
Ese día comenzó con un desayuno frente a la Plaza Mayor, en un restaurancito nuevo en el segundo piso del edificio que está frente al Zócalo, al lado del Hotel Majestic y que en su planta baja alberga el Centro joyero, el restaurante se llama A mi manera y su servicio es excelente; ahí comí unos huevos benedictinos con salmón realmente ricos, y aunque yo relacionaba el nombre de estos huevos con la Orden de San Benito, que tuvo su esplendor durante la Edad Media y cuyos monasterios son una buena muestra del periodo barroco, en realidad el delicioso platillo no tiene que ver con los monjes benedictinos sino fue una creación de la élite neoyorquina, y aunque hay varias versiones de su origen todas coinciden en que sus creadores fueron estadounidenses del tiempo alrededor de 1900.
Pero cuando yo me llevaba a la boca una porción de salmón, huevo y muffin bañados en salsa holandesa, creía que estaba disfrutando un platillo barroco, así que lo incluyo en mi paseo -es mi blog y hago lo que se me da la gana, je-.
Saliendo de la recientemente restaurada sinagoga, seguí mi paseo por el bello parquecito de la Plaza Loreto, que toma el nombre por el Templo Loreto que se encuentra ahí, y que es de una belleza conmovedora, pese al deterioro evidente; aunque el estilo de esa iglesia no es barroco sino neoclásico, al igual que el de la fuente al centro del parque, diseñada por Miguel Tolsá, y que es una de las más bellas de la ciudad.
A un costado del Templo de Loreto hay otra iglesia mucho más austera que es el Templo de Santa Teresa la Nueva, ambas iglesias muestran un hundimiento notorio.
Y si se preguntan qué para cuando un templo estilo barroco que pudiera justificar el título, les cuento que seguí mi camino por la calle Santísima hasta llegar al cruce con la calle de Moneda, y ahí me encontré con la churrigueresca fachada de la Iglesia de la Santísima Trinidad, una de las más bellas obras del barroco en la capital, perdida entre pasos peatonales en desnivel -dado su hundimiento- y andamios que anuncian su remozamiento (dejo un enlace con su historia y su descripción muy completas).
Estas tres iglesias se encontraban semivacías, aunque en dos de ellas se celebraba una misa cuando entré a admirar sus interiores, el más bello, sin duda, es el Templo Loreto. Pero la que me encogió el corazón fue el de Santa Teresa la Nueva, de haber llevado cámara habría capturado la decadente belleza de su cuarteada bóveda desde dentro, y titulado la foto como La nave del olvido.
Posteriormente me metí al Museo de la Culturas y vi muestras de las civilizaciones primarias de Norteamérica, Oceanía, Australia y algunos países asiáticos e islas polinesias. Lo más destacable fueron los elementos comunes que todas estas culturas tienen, por ejemplo, los postes totémicos y máscaras, de Canadá a Oceanía se encuentran simbolismos afines y variaciones interesantes. Pero esto no tiene nada que ver con el barroco (a excepción de algunos trajes de teatro japonés), así que sigo con la segunda parte de este paseíto dominical:
El otro paseo no lo hice en domingo sino en jueves, apenas este anterior. También me detuve en el mismo restaurancito pero ahora para comer un platillo nacional: queso panela relleno con cochinita pibil. Y volví, como hace un par de meses, al Antiguo Palacio del Arzobispado, también para degustar arte nacional. Una irritante sesión fotográfica me impidió ver las otras exposiciones inauguradas un día antes, pero la única que vi valió la pena: Barroco, de Benjamín Domínguez. Estudioso del arte colonial, Domínguez es uno de los pintores neoclasicistas más modernos, su obra en esta muestra es una mezcla de erotismo y misticismo, dentro de la fastuosidad que permite el estilo barroco.
Como muestra dejo un par de las variaciones al cuadro del Matrimonio Adolfini, de Jan Van Eyck:
El título de este cuadro es Expulsión del Paraíso
Y en mi paso por la calle Madero, exclusiva para el paso peatonal, me detuve en el Antiguo Palacio de Iturbide (hoy Museo Palacio Cultural Banamex, pero odio este nombre comercial), donde felizmente encontré la exposición Pintura de los Reinos, también recientemente inaugurada, y en la que se muestran las identidades compartidas de los íconos religiosos en el mundo hispánico, con la muestra más importante hasta el día de hoy de la pintura de la América Virreinal, especialmente de la Nueva España y de Perú, basadas en la relación e influencia de Europa, principalmente de España.
La Virgen de los Desposeídos, de un artista anónimo peruano
La feliz coincidencia me hizo comparar y tener más elementos de referencia entre estas obras y la de Benjamín Domínguez, así que mi recomendación es que la vean -si andan por acá- complementariamente.
Nota adicional: Por cierto, Horacio Franco y Barroqueando, su travesía por la música del barroco se podrán escuchar en la Fonoteca Nacional de Conaculta los dos siguientes miércoles, no son conciertos, son sesiones de escucha de documentos comentados por él o por el clavecista Santiago Álvarez. Franco acaba de ofrecer un magno concierto en apoyo de los damnificados en Japón, que dicen estuvo soberbio.
13 ideas en tránsito:
Mi querida niña... disculpando mi siempre recurrente ignorancia, ¿cuales son los huevos benedictinos?
Saludos a la distancia
Qué gran y rico paseo, Malbi. Hace siglos que no ando por allá. Y gracias por el tip del rstaurancito nuevito. Tengo ganas de pasear por el Centro Histórico pero de noche. específicamente por la calle de Madero ahora que es peatonal.
Saludos nada barrocos, ni siquiera clásicos.
@Educavent
son huevos escalfados (soltados sobre agua hirviendo con vinagre y hierbas finas) que se sirven sobre mitades de muffin inglés o rebanadas de pan blanco, y lonchas de tocino, jamón o salmón ahumado, y bañados con salsa holandesa (una especie de mayonesa hecha con mantequilla, huevo y limón)
aquí te dejo un link con la receta ilustrada, para que te des una mejor idea, aunque se le relaciona con la gastronomía francesa en realidad su origen es neoyorkino, unos dicen que los inventó un cliente del hotel waldorf, otros dicen que fue un matrimonio de apellido benedict quienes pidieron a un chef que los sorprendiera con un platillo nuevo, y éste les preparó estos huevos:
http://demicocina.wordpress.com/2010/11/12/huevos-benedictinos/
@marichuy
espero que te guste el restaurante, es un lugar muy agradable, con decoración minimalista y vista al zócalo, la atención y el sabor son buenos, los precios son accesibles y el menú tiene algunas variaciones interesantes sobre lo estandarizado de la oferta común
la exposición en el arzobispado, esa seguro que sí te gusta, qué propuesta más interesante la de benjamín domínguez
saludos impresionistas
=)
agregué una nota sobre unas conferencias preparadas por horacio franco (reconocido flautista mexicano especializado en la música barroca) en la fonoteca, y agregué también otra imagen con la obra de benjamín domínguez, me hubiera gustado poner más pero de por sí ya la página se alenta demasiado al abrir
por ahí en el comentario para educavent tuve un errorsote imperdonable, háganme el favor de disculparme, no me di cuenta hasta que ya se había publicado
Ups, lo poco que intuía o siginificaba el barroco, entre templos y fuentes neoclasicas, fachadas churrigurezcas, exposiciones primitivas, etc etc,; se ha difuminado en mi cerebro.
Como sea si se me grabo lo de los huevos benedectinos, se me antojaron, no he desayunado, este tirano horario de verano a alterado mis rutinas.
Saludote Malbi
@Jaspo
ja, ja... sí, todo así revuelto parece muy confuso, verdad?, y bueno, los límites entre uno y otro estilo algunas veces parecen difusos, me pasa igual que a ti, sólo distingo sin dificultad el churrigueresco por tan recargado que es -je-
los huevos escalfados en México (y por lo que nos dice Educavent, quizá en Latinoamérica) no son muy comunes, aunque una variante que sí es muy famosa entre nosotros son los riquísimos "huevos ahogados", ya sea en salsa de jitomate con nopalitos en juliana o salsa verde, aunque en los escalfados se cuida que la yema esté líquida y en nuestros huevitos ahogados sabe muy rica la yema bien cocida
a mí me sienta bien el horario de verano, nunca me acostumbro a él y siempre "se me hace temprano", aunque mi favorito siempre es el de invierno, y de hecho extraño mucho esos días en que no se había impuesto el de verano, y madrugar a las seis de la mañana implicaba tener luz y sol a montones
me da gusto que no hayas cumplido tu promesa de ausentarte todo un mes, me da gusto leerte
=)
Tantos y bellos rincones en el DF y uno ni los mira... que bueno que tú si. La siguiente semana seguiré tus pasos.. incluyendo el restaurantito.
Saludotes!
@Cuetzpallin
yo me quedé con las ganas de unas tortas ahogadas de carnitas... de pato!, a ver si tú si te las puedes comer y me dices que tal saben
saludos!
=)
malbicho querida........... perdon por no haber venido, pero hemos tenidu una urgencia. se ha muerto la mama de maya y la hemos tenido que ayudar a conseguir un boleto de urgencia y la estoy remplazando en el consulado. Pedro se ha ido con ella para que se sienta menos sola. ya lo sé, no me toca a mi contar estas cosas, pero alguien tiene que hacerlo.
muchas gracias por este paseo, que me ha alegrado y me ha traido colores, olores sabores e imagenes que aun sin conocerlas se extrañan. tu texto esta lleno de una bellisima nostalgia y me recuerda a un méxico que conoci y que, de acuerdo con las noticias y la actualidad politica mexicana, pareciera otro.
gracias por el sol mexicano que has traido a mi corazoncito resfriado.
te quiero mucho,
el pato.
Pascal, mil gracias por evitarme decirlo...
Malbicho,
Para mi, especialmente ahora, me has traído imágenes de momentos que añoro. La vida es tan frágil y preciosa!
Disculpa si no comento mas, pero tengo miedo de ponerme melodramática. Solo quiero que sepas que coincido con Pascal, tu paseo me ha dado calor humano y sabor a vida.
Un abrazo fuerte, fuerte.....
Interesante... creo sinceramente que tienes mucho más por decir... creo que estás aprendiendo ser reservada, pero me gustaría aprender mas de ti y la forma en que nos ilustras de donde caminamos, je...
Besos.
PD- a mi la pintura de los reinos que más me impacto es donde se ve el martirio de uno de los santos... justo atrás de la imagen central del patio del Palacio de Iturbide.... recuerdas por qué verdad?
@Pascal
te agradezco mucho tu comentario y la visita, pero aún más que me enteres de la situación de Maya, ustedes son unos excelentes amigos, qué bueno que están cerca de ella en estos momentos
gracias, me da gusto que este post les haya llevado un poco de México y de su color y su sabor, te mando un abrazo
@Maya
Maya querida, las palabras siempre son insuficientes en estas ocasiones, espero que haya forma de hacerte llegar la calidez que quisiera hacerte sentir, tienes los mejores amigos y, aunque la mía es imperfecta y virtual, también yo quisiera refrendarte mi amistad y pedirte que me incluyas entre tus amigos
no estás sola, amiga, toda la gente que te quiere y los que quisieron a tu mamá están cerca de ti ahora, seguramente fue una mujer de una pieza, para haber formado a una mujer tan valiente, congruente y cálida como tú
te mando un abrazo profundo
@Max
bueno, en realidad tú y yo no siempre vemos lo mismo aunque nuestros ojos apunten a la misma dirección, pero a mí me enriquece mucho tu visión y tu interpretación, siempre agradezco cuando podemos intercambiar impresiones
claro que recuerdo por qué, sólo que debes darme mucho más tiempo para asimilar lo que dices
besos
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