martes, 27 de septiembre de 2011

Narcomentarios (sobre Narcoviolencia y Narcocultura)


Los videos conteniendo mensajes de los autollamados Matazetas, en los que se atribuyen la responsabilidad del asesinato y montaje de 35 cuerpos en una vía de circulación importante, frente a una concurrida plaza en Boca del río, Veracruz, da inicio a una nueva y preocupante etapa en la actividad del narcotráfico en México, pues es evidencia de la operación de grupos paramilitares o escuadrones de la muerte entre las distintas organizaciones criminales que se disputan la hegemonía de la actividad delictiva en el país.



Los Zetas han cubierto de sangre el territorio del país con sus actividades de extorsión, homicidio, robo, secuestro, narcotráfico y ajuste de cuentas; originalmente formado por exmilitares de un grupo de élite con preparación de alta capacidad en manejo de armas y estrategias de combate, en inicio sirvieron como brazo armado del Cartel del Golfo, para luego separarse y actuar como un cartel independiente, rivalizando con otras organizaciones (como La Familia de Michoacán) por la hegemonía de territorios. Sus acciones son especialmente violentas y sanguinarias, y es contra ellos a quienes supuestamente se dirigen las acciones de Los matazetas, quienes dicen no querer afectar a la población civil y respetar las acciones gubernamentales.

La difusión de estos videos se hizo por medios alternativos que aprovechan la Internet para cubrir los vacíos de información de los medios tradicionales, El blog del narco y El mundo del narco subieron el primer video el domingo 25 de septiembre, las redes sociales hicieron eco pero los sitios electrónicos de medios impresos, televisivos o de radio apenas hoy replican la noticia, no sin cierta timidez y excesiva prudencia, y ha sido por la declaración del gobierno de que investigará y analizará el video. No se han hecho esperar las sospechas de que detrás esté una iniciativa surgida desde el interior de grupos en el poder, analistas separan las frases en que se expresa un respeto por las acciones del gobierno para señalar la posible procedencia de este grupo.

Reacciones variadas ha tenido la aparición de este grupo de sicarios por parte del ciudadano común, desde el aplauso de quienes celebran que haya quien les ponga un alto a los zetas, como la reprobación y la condena al decir que la violencia no se frena con violencia. Pero hay que hacer notar que una gran mayoría ciudadana sigue sin tener el conocimiento de esta noticia al no tener gran difusión en medios tradicionales, son los internautas los que se han enterado y han contribuido a la difusión y discusión del video.

Han sido también los usuarios de la red los que contribuyen con las noticias que se dan en sitios como El blog del narco, compartiendo información e imágenes, así como dando réplica a las mismas, a veces preservando con esto la evidencia que las autoridades ocultan (como las más recientes narcomandas que acusan a la SEDENA de ser el brazo armado del cartel del Golfo). Esto ha llamado la atención de medios extranjeros, en reportajes del New York Times se analiza como las redes sociales se han convertido en herramientas para la supervivencia en localidades asoladas por la narcoviolencia, comparándolas con las acciones de cibernautas en Medio Oriente o los ciudadanos chinos y españoles para su organización, pero acá para advertir sobre balaceras, retenes o presencia de grupos armados a través de mensajes en Twitter y Facebook; en el portal de la BBC se dio seguimiento al caso de twitteros veracruzanos enjuiciados por terrorismo al difundir rumores de ataques del narco en escuelas, en una acción del gobierno veracruzano que sienta un precedente contra la libertad de expresión en redes sociales, y en El País también se han difundido los lamentables casos de usuarios de redes sociales ejecutados por los zetas por usar la red como medio de denuncia y organización en contra de sus actividades, lo que, en conjunto con la medida del gobierno veracruzano, contribuye a desalentar el uso de redes sociales por parte de los ciudadanos para tomar acción contra la narcoviolencia, en respuesta al vacío gubernamental que se percibe.

El último de estos crímenes contra usuarios de la red fue el de una periodista que moderaba un foro de denuncias en Nuevo León, cuyo cuerpo torturado, mutilado y decapitado fue encontrado junto a accesorios de computadora, y un amenazador mensaje que decía: “Ok Nuevo Laredo en vivo y redes sociales. Yo soy la nena de Laredo y aquí estoy por mis reportes y los suyos… para los que no quieren creer, esto me pasó por mis acciones, por confiar en SEDENA y MARINA… Gracias por su atención Atte: La ‘Nena’ de Laredo… ZZZZ", lo que confirma lo expuesto el día de hoy por la organización Reporteros sin fronteras, que México es el país más peligroso para ejercer el periodismo, más aún que Pakistán, Irak, Libia, Afganistán y Somalia.

Grafiti de Luis Romero, alias Watchavato (para la BBC)

Todos los días el país amanece con noticias sangrientas a causa del narco, hace un mes se conmovía por la muerte de alrededor de cincuenta personas que se divertían en un casino en Monterrey, y que los extorsionadores de los zetas incendiaron para intimidar a su propietario por no cubrir las cuotas exigidas. El testimonio de uno de los culpables capturado, deja saber la forma en que captan a los que entran a la organización, algunos de ellos sin siquiera elegirlo: delincuentes menores, estudiantes, campesinos, inmigrantes o jóvenes callejeros son intimidados, coaccionados o incluso secuestrados para obligarlos a  pertenecer a la organización, algunos golpeados y torturados para condicionarlos y evitar que escapen o denuncien, algunos también reciben amenazas hacia sus familiares, hasta que se adaptan y se habitúan a las actividades que les ordenan, además de tomarle gusto al estilo de vida que pueden pagarse.

En contraste con los que entran sin tener otra opción, están los que se dejan seducir por la aparente forma fácil de obtener altos ingresos y vida confortable. Y los que crecen admirando a los capos de su localidad, ejemplo de éxito y respetabilidad, además de generosidad, pues no pocos son los que llevan consigo la prosperidad a lugares relegados por las autoridades. La narcocultura se afinca a través de las envidiables posesiones materiales de los que participan en el lucrativo negocio de las drogas, las residencias ostentosas, las camionetas de lujo, la vestimenta cara, los accesorios de excesivo resplandor, las deslumbrantes fiestas... la obscena riqueza que la industria del narco da, es posiblemente el peor argumento para su objeción. Ni militares, ni policías, ni periodistas, ni gobernantes, ni amas de casa, ni representantes de belleza, ni empresarios, ni agricultores, ni ejecutivos, ni albañiles, ni estudiantes de secundaria, ni jovencitas hijas de familia logran resistir su llamado. Todo vale si se trata de salir de la miseria, de lograr la autonomía, de arreglarle la casa a "la jefa", de asegurar un buen futuro a los hijos, incluso de saberse poderoso, impune, vivo... aunque esa vida se tenga que vivir rápido (y con todo exceso) pues puede acabarse en un ajuste de cuentas.

Se arraiga también a través de narco-corridos que ensalzan la figura de los narcotraficantes cantando sobre sus hazañas y vidas, de canciones bailables que hacen apología del consumo de drogas, de santos que protegen a delincuentes (Malverde y la Santa Muerte), de películas que van desde las avergonzantes de los Hermanos Almada a las de Salvando al soldado Pérez (aventuras al más puro estilo de la India María, pero con elenco que reúne a "lo más granado" del cine mexicano), en las que se muestra a los narcos como personajes simpáticos que conservan su calidez humana y sus valores fraternos; de la mano de la literatura de la violencia y emulando a la televisión colombiana, ya también se transmiten telenovelas con protagonistas narcotraficantes:  La reina del sur, basada en el libro de Arturo Pérez-Reverte, tuvo al igual que el libro, gran aceptación y éxito entre el público, y junto con telenovelas de importación como Sin tetas no hay paraíso o El cartel (también basado en un libro cuyo autor fue narcotraficante colombiano), al mismo tiempo se aborda una problemática social imposible de esconder, que se muestra un estilo de vida un tanto  excitante y atractivo, a través de seductores protagonistas que humanizan al criminal y logran que el espectador tenga empatía por ellos, obviando o justificando los terribles excesos en que se basa esa industria criminal (otra forma de abordar el tema es la de la película Miss Bala, les dejo el enlace a la sabia opinión de marichuy sobre la cinta).



Dejo el enlace hacia una estupenda contribución para resguardar nuestra identidad al usar los recursos virtuales y no exponerse a represalias, es importante tomar conciencia de los peligros que comprende la red y no permitir que se nos vulnere la confidencialidad de nuestros datos, así como entender que no podemos dar tanta información personal en las redes sociales ni confiar en alguien a quien sólo conocemos virtualmente. Los últimos crímenes contra usuarios de redes sociales nos obligan a dejar de ser tan confiados, especialmente al difundir contenido e información delicada. 

2 ideas en tránsito:

marichuy dijo...

Ay Bichi, esto de la 'narcocultura' me cuesta entenderlo. Qué difícil escribir y hablar sobre el tema sin caer en repetitivos y huecos discursos condenatorios sin más. O peor, en apologéticas historias sobre narcotraficantes. El lunes pasado, en El País, leí una interesante entrevista con Elmer Mendoza (Pérez Reverte reconoce que para escribir La Reina del Sur recurrió a la asesoría de uno de los escritores que mejor ha sabido explorar el tema Elmer). Te la dejo: «Literatura, narcos y la legitimidad de la estética de la violencia»:

http://www.elpais.com/articulo/cultura/Gobierno/Calderon/ha/llevado/Mexico/perdida/control/vidas/elpepucul/20110926elpepucul_2/Tes

Y qué cosa tan terrible esa de los tuiteros y periodistas, quienes por denunciar crímenes han perdido su vida o han sido amenazados. A qué nivel de indefensión hemos llegado los habitantes de este país, mientras el Estado que debía ser garante de nuestra seguridad desperdicia tiempo y recursos en asuntos decimonónicos como el que actualmente se discute en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

**

malbicho dijo...

iba a comentar más sobre los libros que se han escrito sobre el tema pero ya no quise hacer la entrada más larga, y sí, los de elmer se me quedaron entre los dedos... aunque su lectura no sea precisamente el medio por el que la narcocultura más se enraice, más bien por el que se retrata y analiza, de forma muy atinada

ojalá no sigan amordazando a las redes sociales, entre los zetas y el gobernator duarte se ha vuelto una actividad de alto riesgo

Publicar un comentario

Ideas en tránsito

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...