miércoles, 1 de septiembre de 2010

Eadweard Muybridge y el Vuelo del Caballo

Leland Stanford, fundador de la universidad del mismo nombre, no sólo era asiduo a las carreras de caballos sino criador de los mismos, se deduce, además, que era un aferrado apostador, pues cuando un día aseguraba que un caballo mantenía, en un momento del trote, las cuatro patas en el aire, no se arredró a apostar 25 000 dólares con el principal opositor de su teoría, James Keene, presidente de la Bolsa de San Francisco (aunque otras fuentes dicen que era con Frederick McCrellis, editor del Daily Alta California), que podía demostrarlo.

Lelan Stanford en su pony

Para ello encomendo al fotográfo Eadweard Muybridge que registrara el movimiento del caballo. Muybridge era sordo desde que sufrió un accidente por la volcadura de un carruaje, tras el cual, también sufría de doble visión; durante los seis años de recuperación que tuvo, aprendió fotografía y ganó prestigio, fue por eso que se acudió a él. Tardó varios años y en el proceso ensayó varias técnicas, hasta que pudo demostrar que Stanford tenía razón y que había un instante en que el caballo volaba.


Muybridge dedicó entonces su trabajo a registrar el movimiento de los seres humanos y de los animales, en colaboración con el mismo Stanford, que patrocinó sus investigaciones y que se concretaron en la invención del Zoopraxiscopio, contribuyendo a la transformación de la fotografía y al surgimiento de la cinematografía. Pero no es por lo único por lo que trascendió en la historia, además del reconocimiento artístico y científico que obtuvo, también inspiró una ópera, llamada El Fotógrafo, que recoge un episodio de su vida, aunque quizá no el que él hubiera querido perpetuar: el asesinato del amante de su mujer y verdadero padre del que creía su hijo.

Cosas de la vida.

Actualmente en la galería Tate Britain se exhiben sus series The attituds of animals in motion.

6 ideas en tránsito:

mariajesusparadela dijo...

Cosas terribles de la vida.



(En relación al concurso puedes tomar todas la fotos que quieras. En el primero hubo una chica que las usó todas.)

mariajesusparadela dijo...

Cosas terribles de la vida.



(En relación al concurso puedes tomar todas la fotos que quieras. En el primero hubo una chica que las usó todas.)

Anónimo dijo...

Apuestas eran las de antes. Eso mismo.

Saludos

J.

Persephónē dijo...

bichito muy interesante tu post ñ_ñ

marichuy dijo...

Qué hermosos los caballos. Animales majestuosos y nobles. De no existir las panteras el caballo sería mi animal preferido, pero una que salió felina (que nor gatuna, aclaro… jajá).

A mí no se me hizo triste, sino muy bella esta historia: el amor y fascinación por algo o alguien nos lleva a hacer cosas así (cada vez menos. Por cierto)

Un abrazo

PS Fui a tu blog petit, donde subsistente lienzo de Henri Rousseau y te di una réplica a tu tuit otro lienzo de él (uno publicado ayer en La Jornada con motivo de su Centenario). Lo que no pude fue dejar constancia de mi visita ahí.

tonymoca dijo...

Ya lo ví, lo ví volar!

Bastante interesatne este post, pero no apuestes mucho, se puede volver un vicio.

Saludos, buen fin de semana!

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Ideas en tránsito

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