lunes, 16 de mayo de 2011

Historia de una Foto: Fabienne Cherisma

Fabienne Cherisma era notable en su aprendizaje del francés y las matemáticas, éstas últimas eran muy útiles para la actividad comercial en que se desenvolvía junto a su familia, en un puesto del mercado de Puerto Príncipe en el que se revendía mercancía, alguna de ella conseguida por la misma Fabienne, que a sus quince años era estupenda para localizar rebajas y fijar nuevos precios, ganando unas monedas más para la -precaria- cena familiar.

En 2010, el terremoto en su natal Haití rompió la rutina de la familia Cherisma, pero, pese a todo, agradecieron no haber tenido ninguna pérdida mortal en la familia... hasta que se dieron los saqueos de tiendas. Quizá aprovechando la oportunidad de conseguir mercancía gratuita, quizá por la mala fortuna de confundirse entre los saqueadores mientras cargaba mercancía que sí pagó, pero Fabienne trepaba por el techo de un edificio derruido con dos sillas y tres cuadros a cuestas, cuando las balas tiradas al azar por la policía la alcanzaron, terminando con su sueño de ser enfermera.

El mundo supo de su muerte por la fotografía de Paul Hansen (que en marzo de este año ganó el premio International News Image del Swedish Picture of the Year).



Pero al mismo tiempo, el mundo se enteró del "make off" de esa fotografía, y de otras tomas similares:

Fotografía de Nathan Weber

Fotografía de Jan Grarup

Fotografía de Carlos García Rawlins

Fotografía de Jan Grarup
Fotografía de Alon Skuy

Fotografía de Edwar Linsmier

Y la vieja discusión sobre la ética del periodista fotográfico revivió, tal como se dio con el caso de Kevin Carter y su fotografía de la niña acechada por un buitre.

La imagen del cadáver de Fabienne también le acaba de dar un premio a Lucas Oleniuk, el National Newspaper Award en Canadá, además de ayudar a sensibilizar a la población mundial sobre la situación de Haití después del terremoto y recaudar más donaciones. El debate ético continúa, siendo lo más fácil acusar de "carroñeros" a los fotógrafos (o "paparazzis del dolor"), sin considerar que su labor permite que personas que están sentadas frente a una pantalla de computadora o televisión, o con un diario en las manos, se enteren de una realidad paralela a la suya.

La foto premiada de Oleniuk

Por lo pronto, antes de enjuiciar a Paul Hansen y los demás fotógrafos, habrá que decir que el propio padre de Fabienne, Osama Cherisma, dio su aprobación para publicar las fotos de su hija y documentar su duelo familiar:

Fotografía de Jan Grarup

Fotografía de Paul Hansen


Fotografía de Jan Grarup

8 ideas en tránsito:

marichuy dijo...

Olvidando consideraciones de tipo ético (o de moralina barata) no me parece un gran foto. Encuentro mucho mejor la imagen del padre cargando a la criatura, su expresión sin pose es para desarmar al más duro. Una foto, como diría Cartier-Bresson, en la que el fotógrafo puso cabeza, ojo y corazón en el momento preciso.

Saludos Malbi

malbicho dijo...

a mí la foto que más me impactó fue la de los fotógrafos buscando la mejor toda del cuerpo, sí se me hizo muy fuerte, sé que es una realidad que no amerita un juicio moral pero nunca había visto así de frente cómo se logran esas impresionantes fotos, se me hace muy duro, es decir, yo no sé si podría (y con ello creo que menos los juzgo, al contrario, debe ser durísimo estar frente a una realidad terrible al grado que se necesita poner distancia con una lente para poder mirarla)

malbicho dijo...

dice "toda"... debe decir "toma"

I´m zorrillo

Nash dijo...

A mi también me impacta la foto de los fotógrafos, valga la redundancia. Debe ser, en efecto, difícil ser fotógrafo, pues primero debes cumplir con tu trabajo y luego con todo lo demás.

Pero hay de fotógrafos a fotógrafos, desde esos que arriesgan hasta su vida por lograr una toma que transmita lo mejor posible el momento, hasta los amarillistas que publican en el extra. Y de aquí, el público tiene mucho que ver. ¿Qué hacemos cuando vemos una foto así? ¿Entendemos los problemas sociales? ¿Tratamos de mejorar aunque sea como indivíduos? ¿Vemos las imágenes por mero morbo?

Todo es una maquinaría donde los engranes se mueven en conjunto. Todos tenemos responsabilidad ante fotos, artículos o comentarios periodísticos. Todos tenemos vela en el entierro en cuanto a ética se refiere. Y quién esté libre de pecado, que tire la primera piedra.

Saludotes!

Anónimo dijo...

En mi opinión la diferencia ética entre ser un fotoreportero y un "artista mercenario" es diametralmente opuesto. Un fotoreportero informa en una toma tirada sin "esperar el momento" para narrar los hechos, un artista mercenario, se fija en la luz, la composición "artística macabra de la desgracia", es oportunista, espera momentos y tira mil fotos de la misma escena para al final escoger como trofeo su mejor toma ... para mi no es artista es un simple MERCENARIO POR DINERO ... por que el arte por dinero es prostitución, el dinero puede llegar a raudales sin buscarse - o no llegar- , pero cuando se entra en competencia mercantil, deja de ser arte para ser un "trabajo ex-profeso por dinero". Y no estaría peor que todo trabajo a no ser que se trata de la irrespetuosa mercantilización fotográfica de la muerte de un ser humano ...

Príncipe Negro dijo...

En mi opinión la diferencia ética entre ser un fotoreportero y un "artista mercenario" es diametralmente opuesto. Un fotoreportero informa en una toma tirada sin "esperar el momento" para narrar los hechos, un artista mercenario, se fija en la luz, la composición "artística macabra de la desgracia", es oportunista, espera momentos y tira mil fotos de la misma escena para al final escoger como trofeo su mejor toma ... para mi no es artista es un simple MERCENARIO POR DINERO ... por que el arte por dinero es prostitución, el dinero puede llegar a raudales sin buscarse - o no llegar- , pero cuando se entra en competencia mercantil, deja de ser arte para ser un "trabajo ex-profeso por dinero". Y no estaría peor que todo trabajo a no ser que se trata de la irrespetuosa mercantilización fotográfica de la muerte de un ser humano ...

malbicho dijo...

yo creo muy válido tu argumento, y concuerdo en buena parte, pero también creo que sigue habiendo arte aún cuando se dé esa innegable mercantilización de la muerte, también los hubo en el Guernica de Picasso y en otras obras, incluyendo las cinematográficas, que retratan el horror de la guerra y los desastres naturales, sí hay un discurso artístico además del comercial y del informativo, quizá puede ser, también, un homenaje a esas víctimas, ¿quién hubiera sabido de Fabienne Cherisma y de la pérdida que significó en su hogar?, el propio padre lo entendió así, al parecer, dado su consentimiento para que se registrara el duelo familiar, la realidad se retrata y no por grotesca o espontánea tiene más credibilidad... pero también es cierto lo que dices, los límites están desdibujados, es fácil traspasarlos y transgredirlos, si tú te sientes ofendido por estas imágenes y la intención de las fotografías, ¿quién puede decir que estás equivocado?

yo no, por lo menos... todo lo contrario, te agradezco que hayas dejado este comentario, nos traes la conversación a la mesa, de nuevo, y nos haces replantearnos el asunto con tu interesante punto de vista

saludos, bienvenido al blog!

Adolfo Patino dijo...

Es un dilema ético ... pero debemos tener presente que la labor del reportero gráfico (fotógrafo) es informar y dar a conocer un hecho a la opinión pública mundial. Es casi denunciar un hecho que de otra manera quedaría en el olvido.

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